?Qui¨¦n debe juzgar a Sadam Husein?

Antes de plantearse c¨®mo y d¨®nde, hay que tener claros los principios que deben cumplirse en este proceso: tiene que ser un juicio justo. En segundo lugar, publicidad. Tiene que ser un juicio con mucha publicidad. Utilizar¨ªa el t¨¦rmino de transparencia porque el proceso tiene que jugar un papel de catarsis para el pueblo iraqu¨ª, de abrir las ventanas y que salgan todos los horrores de estos a?os. El juicio deber¨¢ celebrarse donde se puedan cumplir esos principios. Los iraqu¨ªes deben participar, pero la comunidad internacional tambi¨¦n. Hay dos posibilidades. Una es un tribunal de la ONU como el de la ex Yugoslavia o Ruanda, o la f¨®rmula de Sierra Leona.

El juicio de Sadam Husein debe llevarse a cabo dentro de un marco legal que respete los principios de justicia y de derechos humanos consagrados en el derecho internacional. El reconocimiento p¨²blico del cumplimiento de esta condici¨®n ser¨¢ importante para la consolidaci¨®n de la estabilidad en Irak. La competencia de los tribunales locales, siempre que quede garantizado el respeto a los anteriormente aludidos principios, constituye la regla general. Las autoridades responsables de este caso deber¨¢n calibrar cuidadosamente el necesario grado de intervenci¨®n internacional en el proceso. Quiero recordar la activa posici¨®n de la UE en contra de la pena de muerte.

Lo mejor ser¨ªa que la justicia internacional juzgara a Sadam Husein para que el proceso fuera equitativo. Al otro extremo se podr¨ªa contemplar un tribunal exclusivamente iraqu¨ª, pero en un pa¨ªs que no es a¨²n una democracia, donde el derecho no existe, eso podr¨ªa conducir a un proceso injusto. Probablemente se ir¨¢ a una soluci¨®n mixta, donde se apliquen las reglas del derecho internacional en un proceso que se desarrolle en Irak.

Tanto Sadam como el resto de los dirigentes iraqu¨ªes detenidos tienen derecho a un juicio justo y equitativo con plenas garant¨ªas procesales. Me inclino por la creaci¨®n de un tribunal internacional espec¨ªfico. Este tribunal internacional sobre Irak debe ser establecido por el Consejo de Seguridad de la ONU. Los precedentes, el relativo a los cr¨ªmenes cometidos en Ruanda y el de la ex Yugoslavia, han demostrado ser unos tribunales eficaces y respetados por la comunidad internacional. El tribunal creado en Irak tiene el inconveniente de la endeblez del incipiente sistema judicial iraqu¨ª. Descarto un sistema Guant¨¢namo y recuerdo que los socialistas espa?oles estamos en contra de la pena de muerte.

Considero correcto un tribunal iraqu¨ª. Debemos concentrarnos en que se instale en Irak una autoridad democr¨¢tica y un tribunal que cumpla con la normativa jur¨ªdica internacional. Estamos contra la pena de muerte. No obstante, en ese debate tambi¨¦n deber¨ªa tenerse en cuenta que la situaci¨®n en un Estado de derecho pacificado es algo diferente al final de una guerra y de un dictador horrible.

Sadam Husein debe ser juzgado ante la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, porque ha cometido atropellos tanto dentro como fuera de Irak. La acusaci¨®n deber¨¢ ser de un fiscal internacional y de uno iraqu¨ª. La pena de muerte deber¨¢ estar proscrita.

El ex dictador iraqu¨ª debe ser juzgado ante un tribunal especial ad hoc por la ONU. Quien est¨¢ incapacitado para juzgarle son tanto las fuerzas ocupantes como el Gobierno t¨ªtere de EE UU. Este juicio debe incluir no s¨®lo los cr¨ªmenes perpetrados por Sadam, sino tambi¨¦n los cometidos por las fuerzas ocupantes y que han causado miles de muertos. Espa?a, su Gobierno, deber¨ªa ser juzgado igualmente, al menos por complicidad. Hay culpables directos y c¨®mplices, como el Gobierno de Aznar.

Sadam Husein debe ser juzgado por su pueblo. Ha de comparecer, por tanto, ante un tribunal iraqu¨ª. Ese tribunal ha de respetar las reglas procesales b¨¢sicas y los derechos humanos. Creo que el proceso debe realizarse bajo la condici¨®n expresa de que no se pueda condenar a Sadam a la pena capital: la pena de muerte es intolerable.

Hay que tener en cuenta los cr¨ªmenes de guerra, en relaci¨®n con los conflictos armados (Ir¨¢n, Kuwait, los kurdos). Otro apartado son los cr¨ªmenes de lesa humanidad, sin relaci¨®n con el conflicto. La Corte Penal Internacional (CPI) no ser¨ªa competente para juzgar ninguno de estos cr¨ªmenes porque son anteriores a la creaci¨®n de la corte, en julio de 2002. El Consejo de Segurida d podr¨ªa constituir un tribunal penal internacional ad hoc, como en el caso de la ex Yugoslavia o Ruanda. En el caso de un tribunal iraqu¨ª, deber¨ªa reunir las garant¨ªas establecidas en los convenios de Ginebra y el derecho de los derechos humanos.

Lo mejor ser¨ªa un modelo mixto con jueces nacionales e internacionales, como el modelo de Sierra Leona o el de Kosovo. Lo que est¨¢ claro es que deber¨ªa ser en Irak, con una parte importante de jueces iraqu¨ªes y las garant¨ªas del debido proceso. Deber¨ªa aplicarse la legislaci¨®n internacional y la nacional en tanto en cuanto no la contradiga.

Tiene que ser juzgado en la medida de lo posible bajo condiciones internacionales; pero al mismo tiempo, no puede ser un juicio justo porque no se puede considerar bajo ninguna circunstancia que vaya a ser absuelto. Por tanto, de alguna manera se va a tratar de un juicio-farsa. De todas maneras, no creo que sea en realidad un asunto serio. Va a ser juzgado, va a ser condenado y la pregunta es cu¨¢ndo, porque es una cuesti¨®n de conveniencia pol¨ªtica.

Es muy importante que sea un juicio transparente y p¨²blico. No deber¨ªa quedar en manos de la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n ni del Consejo de Gobierno iraqu¨ª, ya que muchos iraqu¨ªes los perciben como instrumentos de EE UU. El juicio deber¨ªa ser para los ciudadanos iraqu¨ªes, no para consumo de los electores estadounidenses. En todo caso, deber¨ªa contar con observadores internacionales.

Un juicio controlado por la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n no ofrecer¨ªa ninguna garant¨ªa. La CPI est¨¢ descartada porque EE UU no la apoy¨®. La ¨²nica alternativa viable es que EE UU permita al Consejo de Seguridad de la ONU la aprobaci¨®n de una resoluci¨®n que instaure un tribunal ad hoc similar al ya aprobado en Yugoslavia y Ruanda o que extienda la jurisdicci¨®n del de La Haya.

Creo que deben juzgarle los iraqu¨ªes en Irak. Ellos fueron sus principales v¨ªctimas. Lo importante es que los iraqu¨ªes tienen derecho a juzgar a Sadam Husein, no la ONU o cualquier otra instancia. Lo har¨¢n lo mejor que sepan y les ayudaremos, pero no les podemos negar ese derecho. Algunos sugieren el modelo del tribunal de la ONU para Sierra Leona, pero yo creo que es muy complicado.

Sadam Husein tiene que ser llevado ante la justicia porque esto es lo que la gente de Irak esta pidiendo y es lo que merecen. Debe ser juzgado en Irak, pero asegurando que se respeten las salvaguardias internacionales para garantizar un juicio que sea justo. Dada la complejidad de los cargos, deber¨¢n participar jueces internacionales, tal y como esta previsto en el estatuto del Tribunal Especial de Irak.

Teniendo en cuenta el funcionamiento del sistema judicial iraqu¨ª en los ¨²ltimos 30 a?os y la falta de familiaridad de sus juristas con este tipo de juicios, creo que un tribunal formado ¨²nicamente por iraqu¨ªes no ofrecer¨ªa garant¨ªas suficientes. La mayor legitimidad internacional posible podr¨ªa garantizarse por medio de observadores internacionales, y, si la seguridad lo permite, deber¨ªa celebrarse en Irak para favorecer el acceso de las v¨ªctimas y la presentaci¨®n de pruebas.

El Consejo de Gobierno interino acaba de crear el tribunal penal iraqu¨ª. Este tribunal ha recibido ya numerosas cr¨ªticas por parte de organizaciones de derechos humanos, contrarias a la justicia vindicativa que emanar¨ªa de dicho tribunal, as¨ª como a la posible aplicaci¨®n de la pena de muerte. La sociedad internacional deber¨ªa impedir un proceso sumarial al estilo Ceaucescu. Por razones de seguridad podr¨ªa resultar complicado que el juicio se celebre en Irak.

Esta informaci¨®n ha sido elaborada por: Jos¨¦ Manuel Calvo, Ana Carbajosa, Jos¨¦ Comas, Anabel D¨ªez, Peru Egurbide, Enric Gonz¨¢lez, Ciro Krauthausen, Walter Oppenheimer y Joaqu¨ªn Prieto.