Ef¨ªmera gloria
Ya lo dec¨ªa Andy Warhol, que todo ciudadano, cualquiera que fuera su origen social y hasta sus mayores o menores luces, pod¨ªa aspirar en la sociedad medi¨¢tica a su cuarto de hora de gloria. Y si, adem¨¢s, est¨¢ uno acostumbrado, desde su m¨¢s tierna infancia, a burlar a la polic¨ªa en fren¨¦ticas persecuciones por las calles barcelonesas, con m¨¢s raz¨®n a¨²n. Eso fue lo que le pas¨® a Juan Jos¨¦ Moreno Cuenca -en la vida-, y en el arte El Vaquilla, nacido en la marginalidad, carne de prisi¨®n, fugaz estrella medi¨¢tica y prematuramente muerto ayer mismo.
Tuvo que ser un ex maestro nacional, buen conocedor de los barrios extremos de Barcelona, Jos¨¦ Antonio de la Loma, cineasta artesano para todo y h¨¢bil explotador de los m¨¢s manidos t¨®picos sobre la delincuencia juvenil, quien se interesase por su peripecia. Parec¨ªan hechos el uno para el otro. Uno, el delincuente m¨¢s listo que el hambre, padec¨ªa af¨¢n de notoriedad, acrecentado tras sus explosivas apariciones televisivas por mor de sus dudosas haza?as.
El otro, experto en las p¨¢ginas de sucesos -una vieja querencia del cine producido en Barcelona-, ya hab¨ªa realizado extempor¨¢neas incursiones cargadas de sociologismo sobre los j¨®venes marginados en pel¨ªculas truculentas y tramposas como la serie de los Perros callejeros I (1977) y II (1979) y, lo m¨¢s importante, una biograf¨ªa anterior de delincuente con nombre, Los ¨²ltimos golpes del Torete (1980). A nadie debe asombrar, pues, el encuentro de ambos en Yo, el Vaquilla (1985).
De la Loma tuvo la habilidad de ampararse en el prestigio de un nombre, el del periodista Xavier Vinader, requerido para ser en el filme el entrevistador del propio Vaquilla. Un rodaje apresurado (es la biograf¨ªa de toda una vida, pero siempre est¨¢n en manga corta: una vida de verano, vaya), unas secuencias de acci¨®n penosas y risibles y la tentaci¨®n sensacionalista son lo que queda, en el cine, de nuestro hombre. De la Loma lo aprovech¨® todav¨ªa novelando el filme en un libro; El Vaquilla cambi¨® de vida y no volvi¨® a aparecer en la gran pantalla.
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