Los chi¨ªes responder¨¢n a los ataques de la resistencia en Irak

"Aguantaremos todo lo que podamos, pero nuestra paciencia tiene un l¨ªmite. Si insisten en atacarnos, nos defenderemos". El cl¨¦rigo Abu Thar hablaba ayer frente a las ruinas de la sede del Consejo Supremo de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica de Irak (CSRI), el principal partido chi¨ª, en el barrio de Al Yihad, al suroeste de Bagdad. A las cinco de la madrugada, una fuerte explosi¨®n hab¨ªa derribado el edificio, mat¨® a una mujer e hiri¨® a ocho personas, entre ellas dos ni?os. Aunque la polic¨ªa local descarta que se trate de un atentado, la gente no cree la versi¨®n oficial.

El jueves fueron asesinados en la capital un dirigente del mismo partido, Mohannad al Hakim (primo de Abdulaziz al Hakim, l¨ªder del CSRI), y el cl¨¦rigo chi¨ª Osama al Fawadi. "No hay problemas entre nosotros. Los extremistas y partidarios de Sadam nos provocan para enfrentarnos", dice Abu Thar.

Camila Fedei estaba durmiendo cuando le despert¨® un estruendo y el techo de su vivienda se desplom¨®. De entre las ruinas, logr¨® rescatar a sus dos sobrinos, Saha y Mohamed, pero su cu?ada, de 35 a?os, qued¨® sepultada bajo los escombros. "Somos pobres y nos hemos quedado sin hogar. ?D¨®nde vamos a ir?", se lamentaba la abuela, Rahim Yabar, que fue evacuada al cercano hospital de Yarmuk. Tanto ella como los dos ni?os, uno de ellos con la cabeza vendada, volvieron a las ruinas de lo que fue su casa tras la cura.

En el inmueble, una antigua sede del partido oficialista Baaz, resid¨ªan cuatro familias con 22 miembros. Ninguno ten¨ªa trabajo. Se instalaron all¨ª al terminar la guerra cuando los echaron de sus hogares por no pagar el alquiler. Hace cuatro meses, la Brigada Badr, brazo armado del CSRI, que participa en el Consejo de Gobierno tutelado por Estados Unidos, abri¨® en el edificio una escuela cor¨¢nica, pero dej¨® a las familias seguir residiendo en el resto de las habitaciones.

"El mi¨¦rcoles vinieron a decirnos que deb¨ªamos marcharnos porque era peligroso vivir aqu¨ª, y nos advirtieron de que, si nos qued¨¢bamos, no podr¨ªan garantizar nuestra seguridad", explica Mohamed Rahim, de 23 a?os.

Toda la parte delantera del inmueble est¨¢ hundida y hay cascotes a decenas de metros de distancia, junto a la carretera. "Han puesto una carga de TNT", afirma Abu Thar. Un agente iraqu¨ª, que no quiere dar su nombre, sostiene, por el contrario, que el pilar principal cedi¨® tal vez por el ruido de los helic¨®pteros. "La polic¨ªa pretende quitarle gravedad. Pero nosotros escuchamos perfectamente la explosi¨®n y vimos una nube de humo", afirman Ahmid y Mohamed Radi, dos hermanos que residen al otro lado de la calle. "Los helic¨®pteros llegaron mucho despu¨¦s".

Lo importante, sin embargo, no es si se trat¨® de un atentado, sino que los chi¨ªes est¨¢n convencidos de ello. El d¨ªa 8 fue atacada con granadas una mezquita sun¨ª en el barrio bagdad¨ª de Al Huriya. Los participantes en el funeral por las tres v¨ªctimas se vengaron saqueando una mezquita chi¨ª. Los m¨¢ximos responsables de las dos confesiones musulmanas han creado un comit¨¦ en Bagdad para intentar frenar la espiral de enfrentamientos religiosos, hasta ahora con escaso ¨¦xito. Los chi¨ªes suponen el 60% de la poblaci¨®n de Irak y fueron duramente reprimidos por Sadam, mientras que los ¨¢rabes sun¨ªes, en torno al 20%, se beneficiaron de su r¨¦gimen y nutren ahora las filas de la resistencia.

"La Hauze [autoridad chi¨ª, con sede en Nayaf] nos manda ser hermanos y creer en la tolerancia, pero esto no es resistencia, es terrorismo contra gente indefensa. Aqu¨ª s¨®lo se ense?aba religi¨®n. Hay l¨ªneas rojas que no se pueden traspasar", clama el cl¨¦rigo.

El mes pasado fueron asesinados en el mismo barrio cuatro antiguos miembros de la Mujabarat, el servicio secreto de Sadam. El mi¨¦rcoles fue abatido en Nayaf un ex dirigente del Baaz. Estos cr¨ªmenes, de los que la polic¨ªa no se ocupa, se atribuyen a la Brigada Badr, empe?ada en limpiar su zona de elementos del antiguo r¨¦gimen.

Pero la violencia en Irak no se limita al enfrentamiento interreligioso. Dos soldados estadounidenses murieron ayer y otro result¨® herido al explotar un artefacto a las afueras de Bagdad, seg¨²n Efe. Adem¨¢s, dos insurgentes fueron alcanzados por disparos de la polic¨ªa local cuando colocaban cargas en una carretera cerca de Kirkuk.