Una insurgencia al acecho
Un imam sun¨ª de Bagdad llama a sus fieles a "defenderse de la ocupaci¨®n" en su primera plegaria tras la captura de Sadam
Bagdad
No renuncian los insurgentes a su intenci¨®n de expulsar de Irak a las fuerzas de ocupaci¨®n. Pero son conscientes de que no pasan por su mejor momento. En la plegaria de ayer viernes, primera en el d¨ªa sagrado musulm¨¢n tras la captura de Sadam Husein, el imam de una de las principales mezquitas sun¨ªes de Bagdad, Husein al Samarrai, inst¨® a sus fieles a la prudencia. Dirigi¨¦ndose a los j¨®venes, les dijo: "Deb¨¦is escuchar a los hombres sabios. De lo contrario, perderemos mucha sangre y nos acusar¨¢n de perpetrar acciones terroristas". No obstante, a?adi¨® que esa sabidur¨ªa puede forzarles a "actuar con rapidez o mantenerse quietos; a replegarse o a atacar". El cl¨¦rigo hizo un llamamiento para no agrandar la brecha entre las comunidades sun¨ª y chi¨ª. No hubo menci¨®n alguna al dictador derrocado.
La mezquita de Abu Hanifa est¨¢ situada en el barrio de Adamiya, cuyos vecinos son mayoritariamente sun¨ªes. Esta semana se han registrado en este distrito enfrentamientos con las tropas estadounidenses en los que han muerto al menos cinco iraqu¨ªes, seg¨²n aseguraban ayer varias personas tras cumplir con el precepto de la oraci¨®n. El pasado jueves a mediod¨ªa, los tiroteos no cesaron durante una hora. Decenas de casquillos de bala se ve¨ªan ayer desperdigados por el suelo ante la entrada del templo, que estaba vigilado por al menos 10 hombres armados.
El imam destac¨® que quienes "sufren la opresi¨®n deben defenderse contra la ocupaci¨®n y expulsar lo que les hace da?o". "?se es", agreg¨®, "su derecho leg¨ªtimo". Pero tambi¨¦n asegur¨®, dirigi¨¦ndose a los j¨®venes que protagonizan las manifestaciones contra la presencia de los soldados estadounidenses: "Hay que evitar los actos apresurados, que surgen de vuestro nacionalismo y del deseo de defender vuestra religi¨®n porque pueden ser empleados en contra nuestra". Por ello, Al Samarrai se?al¨® que se debe acudir al consejo de los "hombres sabios". "A veces habr¨¢ que retirarse, otras habr¨¢ que atacar". Al parecer, la coyuntura actual aconseja el repliegue.
El cl¨¦rigo dej¨® muy claro qui¨¦n es el enemigo para buena parte de los sun¨ªes. "No debemos cortarle la cabeza a un hermano musulm¨¢n", dijo en clara alusi¨®n a los ataques terroristas que se lanzan rec¨ªprocamente las comunidades sun¨ª y chi¨ª. Desde que fue depuesto el r¨¦gimen de Sadam Husein, el pasado 9 de abril, los atentados con coches bomba se han repetido en mezquitas de ambas tendencias. Algunos han sido aut¨¦nticas matanzas en las que han perdido la vida religiosos de gran relevancia. Pero no se abstuvo Al Samarrai de criticar a los dirigentes pol¨ªticos y religiosos del chi¨ªsmo, a los que reclam¨® que no mantengan su "silencio" ante la ocupaci¨®n.
Tras la plegaria, unas 300 personas, la gran mayor¨ªa j¨®venes, se manifestaron en las calles cercanas a la mezquita para protestar por las muertes acaecidas en d¨ªas pasados. No hab¨ªa presencia policial, pero el grupo evit¨® continuar en direcci¨®n a la comisar¨ªa de la nueva polic¨ªa iraqu¨ª, que ha vuelto a ser custodiada por soldados de EE UU. Ante esa sede policial se produjeron fuertes disturbios el lunes y el martes. En las habituales proclamas, en las que los leales al ex dictador se mostraban dispuestos a morir por su l¨ªder, ha sido cambiada una palabra. Ayer gritaban: "Daremos nuestra alma y nuestra sangre por Irak".
La situaci¨®n era ayer radicalmente distinta en Ciudad Sadr, un barrio chi¨ª poblado por un mill¨®n de habitantes. Junto a la mezquita de Al Muhsen se repart¨ªa ayer el diario Baghdad
Now, de evidente inspiraci¨®n estadounidense.
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