Berlusconi quiere suprimir la ley que regula el acceso de los partidos a la televisi¨®n

Silvio Berlusconi quiere cambiar la ley que impone igualdad en la publicidad pol¨ªtica televisiva durante las campa?as electorales. Tras la negativa del presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, a promulgar una ley de televisiones que consagraba la hegemon¨ªa de las empresas de Berlusconi, el primer ministro italiano parece dispuesto a salir del apuro con un contraataque. Adem¨¢s, la pr¨®xima semana podr¨ªa estar ya listo un decreto-ley de emergencia que busca salvar a Rete 4, una de las tres televisiones del dirigente-magnate.

Berlusconi no se atrevi¨® a buscar el choque frontal con Ciampi. En un primer momento quiso que su coalici¨®n parlamentaria votara de nuevo el texto de la ley de televisiones y lo reenviara sin cambios al jefe del Estado; ¨¦ste, seg¨²n la Constituci¨®n, no pod¨ªa devolverlo por segunda vez. Los socios moderados de Berlusconi, los ex neofascistas de Gianfranco Fini y los democristianos de Marco Follini, le aconsejaron sin embargo que modificara la ley de acuerdo con las recomendaciones de Ciampi, que exig¨ªa mayor respeto al pluralismo informativo y menos ventajas para el grupo empresarial del primer ministro. Sin los votos de Fini y Follini, no hab¨ªa nada que hacer. Berlusconi cedi¨®.

Qued¨® en el aire la duda sobre c¨®mo se habr¨ªa resuelto el conflicto institucional. A Ciampi, a mitad de sus siete a?os de mandato, siempre le habr¨ªa quedado el recurso de no firmar. El impasse s¨®lo se habr¨ªa podido resolver con un refer¨¦ndum, o con unas elecciones generales.

En cualquier caso, Berlusconi no est¨¢ dispuesto a consentir que Rete 4 deje de figurar entre las grandes. La frecuencia de Rete 4 fue adjudicada en 1999 a la sociedad Europa 7, y el Tribunal Constitucional orden¨® que la empresa de Berlusconi pasara a emitir desde un sat¨¦lite. La ley de televisiones cambiaba las reglas y permit¨ªa que Rete 4 mantuviera la emisi¨®n terrestre; sin la ley, deber¨ªa ascender a los cielos a medianoche del pr¨®ximo 31 de diciembre.

Berlusconi convoc¨® ayer un Consejo de Ministros para el d¨ªa 23, con el fin de que apruebe un decreto de duraci¨®n limitada (se habla de unos cuatro meses) que permita mantener el statu quo de Rete 4 hasta que se apruebe la ley de televisiones modificada. El primer ministro italiano declar¨® que el paso al sat¨¦lite habr¨ªa supuesto "un n¨²mero excesivo de despidos" en Rete 4, con algo menos de 1.000 empleados. Berlusconi record¨® que el decreto era necesario tambi¨¦n para "salvar" la cadena p¨²blica Rai 3, que se habr¨ªa visto obligada a no emitir anuncios publicitarios desde el 1 de enero.

Berlusconi asegur¨® que ceder¨ªa a su vicepresidente, Fini, la firma del decreto, para que no fuera tan obvia la colusi¨®n entre sus actos pol¨ªticos y sus intereses empresariales. Cuando Fini le record¨® que, seg¨²n la Constituci¨®n, s¨®lo el presidente del Gobierno pod¨ªa firmar, dijo que estampar¨ªa la r¨²brica, pero se ausentar¨ªa de la reuni¨®n del Consejo de Ministros cuando se hablara del decreto.

Queda en el aire la inc¨®gnita de otra firma, la de Ciampi: ?promulgar¨¢ el jefe del Estado un decreto de base constitucional dudosa? Una negativa implicar¨ªa despidos y, sobre todo, una profunda crisis institucional. Los sindicatos piden que, dada la provisionalidad de la medida, Ciampi d¨¦ el s¨ª.

Igualdad de condiciones

Con este frente abierto, Berlusconi anunci¨® su prop¨®sito de suprimir una ley del anterior Gobierno de centro-izquierda que establec¨ªa la igualdad de acceso de los partidos a la publicidad electoral gratuita. La ley, conocida como par conditio (igualdad de condiciones), impone los mismos espacios para todos, proh¨ªbe a la Administraci¨®n la publicidad institucional injustificada, proh¨ªbe la publicaci¨®n de sondeos en las dos semanas anteriores a la votaci¨®n y regula el desarrollo publicitario de las campa?as en general. Fini se mostr¨® de acuerdo. El democristiano Follini, sin embargo, declar¨® que la igualdad de condiciones electorales era "un principio sacrosanto de la democracia". De forma similar a Follini se expres¨® toda la oposici¨®n de centro-izquierda.

?Qu¨¦ busca Berlusconi con la inesperada iniciativa? Seg¨²n sus enemigos pol¨ªticos, se encuentra en situaci¨®n de debilidad y quiere usar sin l¨ªmites su poder financiero y de comunicaci¨®n antes de las elecciones europeas de junio, a las que acude con malas perspectivas. Algunos piensan incluso que teme verse forzado a convocar elecciones generales de forma anticipada, y atribuyen al miedo las prisas por consolidar su dominio televisivo y por cambiar las reglas de la publicidad electoral.