Buena pesca

Los ministros de Pesca de la Uni¨®n Europea han escenificado una vez m¨¢s la dureza de las negociaciones para establecer los l¨ªmites anuales de capturas m¨¢ximas y las cuotas para cada pa¨ªs. No es f¨¢cil armonizar los intereses de pa¨ªses fuertemente consumidores, como Espa?a, y el objetivo de explotar los recursos de forma sostenible. El escenario suele ser una negociaci¨®n a cara de perro que termina en una suavizaci¨®n de las primeras propuestas para contentar a la mayor¨ªa. Cabe preguntarse si no es hora de cambiar el sistema negociador europeo de arrancar acuerdos que parecen m¨¢s fruto de la extenuaci¨®n que de la convicci¨®n de los negociadores.

Esta vez la Comisi¨®n Europea ha abierto un camino m¨¢s sensato al proponer planes de recuperaci¨®n a largo plazo de caladeros esquilmados, siguiendo para ello directrices cient¨ªficas, como ya se ha hecho para la merluza y el bacalao de los caladeros del norte. Deber¨ªan redundar en una menor crispaci¨®n a la hora de fijar cuotas, pues establecen un esfuerzo sostenido de recuperaci¨®n de los stocks de hasta diez a?os, si bien con medidas dr¨¢sticas para reducir la actividad, como obligar a dejar los barcos amarrados varios d¨ªas al mes o imponer zonas de veda e incluso inactividad en casos graves de peligro para una determinada especie.

Espa?a, la gran potencia europea en este ¨¢mbito, ha salido bien parada. Lejos de negarse en redondo, como era habitual, a cualquier cambio, Arias Ca?ete ha iniciado las negociaciones admitiendo la mala situaci¨®n de algunas de las especies ib¨¦ricas m¨¢s amenazadas, como la cigala y la merluza, pero pidiendo un poco m¨¢s de tiempo para acometer las medidas aconsejadas por los cient¨ªficos y como parte de planes de recuperaci¨®n a elaborar en los pr¨®ximos meses. Arias Ca?ete podr¨¢ afrontar as¨ª la campa?a electoral sin malas noticias para el sector pesquero dom¨¦stico, aunque lo cierto es que el ministro no ha dejado de adelantar que habr¨¢ restricciones mayores en un pr¨®ximo futuro.