Lentos paisajes de invierno
Seis horizontes para descubrir la g¨¦lida belleza de la temporada
Las diferentes estaciones del a?o muestran las caras que tiene un mismo paisaje a lo largo de los 12 meses del almanaque, y de todas ellas, la que exhibe una semblanza menos estimada es sin duda el invierno.
En las ciudades a menudo se identifica como una ¨¦poca inc¨®moda, fr¨ªa, lluviosa y en la que los tonos grises lo inundan todo. Sin embargo, existe otro invierno en las sierras y los campos ib¨¦ricos, que en estos momentos de inclemencia ense?an una cara de belleza inigualable. Cada regi¨®n, comarca, ecosistema o h¨¢bitat tiene su propio invierno; algunos de ellos muy duros y, sin embargo, ninguno desagradable. La alta monta?a guardada entre hielos y nieves se convierte en uno de los lugares m¨¢s inh¨®spitos del panorama invernal, pero su hermosura se agranda hasta l¨ªmites insospechados. De igual manera, caminar entre la soledad y la desnudez de los bosques caducifolios con el amortiguado crujido de la hojarasca bajo los pies revela momentos de perfecci¨®n. Tambi¨¦n en estas semanas intempestivas, cuando muchos parajes enmudecen, otros, como las lagunas y aguazales, revientan de algarab¨ªa con la presencia de los alados visitantes europeos. Y qu¨¦ decir de los meses fr¨ªos en los adehesados horizontes extreme?os, que guardan entre sus manchas la fauna m¨¢s rica y variada de las tierras ib¨¦ricas sin cambiar siquiera el color de su foresta.
Todo un muestrario de paisajes invernales se abre ante los ojos a lo largo y ancho de los campos espa?oles, y cada uno de ellos cuenta con la suficiente fuerza y atractivo como para merecer ser disfrutado intensamente. Conocer sus perfiles, la fauna que los habita y la manera de descubrirla o por lo menos intuirla lleva a saber apreciar mejor ese horizonte abierto ante la mirada, aunque los fr¨ªos se cuelen entre los huesos.
1 Embalse de Orellana, el descansadero de las grullas
Uno de los espect¨¢culos naturales m¨¢s impresionantes del invierno son los movimientos de los bandos de grullas por los campos extreme?os. Fieles a sus costumbres, estas zancudas cenicientas se agrupan cada noche en las orillas del pacense embalse de Orellana, dando forma al dormidero m¨¢s populoso de los campos ib¨¦ricos. El atardecer en las inmediaciones de Orellana la Vieja marca el momento de entrada de miles de grullas.
- C¨®mo llegar: por la autov¨ªa N-V de Extremadura, desde el norte o desde el sur, se toma el desv¨ªo en el kil¨®metro 316 hacia Ciudad Real por la N-430. Pasado Valdivia se halla el cruce hacia Orellana la Vieja y el embalse.
2 Valle del r¨ªo Iruelas, el bosque dormido
En las estribaciones abulenses de la sierra de Gredos se encuentra la reserva natural del valle de Iruelas, un paisaje de alturas redondas, fondos quebrados, verdores inmutables y aguas revueltas. Una estampa de pinos resineros y laricios, que han robado en las laderas montunas el terreno al acogedor bosque aut¨®ctono de robles, casta?os, tejos, acebos y serbales que acompa?a la ribera de las aguas. En este quebrado terreno se asienta una de las colonias de buitre negro m¨¢s importantes de la Pen¨ªnsula.
- C¨®mo llegar: la carretera N-403 entre ?vila y Toledo se encuentra a 50 kil¨®metros de la primera con la localidad de El Tiemblo, municipio al que pertenece la reserva. Una peque?a carretera por el borde del embalse del Charco del Cura lleva, siguiendo las indicaciones, hasta el valle de Iruelas.
3 Sierra de Guadarrama,
la nieve en los altos
El ¨²ltimo mes del a?o termina sus d¨ªas con las cumbres de Guadarrama encaladas de nieve. La pista denominada Horizontal, entre los collados de los puertos de Navafr¨ªa y de Somosierra, se convierte entonces en la traves¨ªa blanca m¨¢s apetecida por los aficionados madrile?os a los parajes nevados. Esquiadores de fondo, senderistas con raquetas y hasta trineos tirados por perros son habituales entre el paisanaje de esta cuerda serrana.
- C¨®mo llegar: el puerto de Navafr¨ªa o de Lozoya se halla entre estas dos localidades, la primera en la vertiente segoviana y la otra en la madrile?a. La N-110 entre Segovia y Soria acerca al pueblo de Navafr¨ªa, mientras que a Lozoya se accede por la M-604 entre el puerto de Navacerrada y Lozoyuela.
4 Valle del r¨ªo Arazas, rebecos en la Senda de los Cazadores
El r¨ªo Arazas da forma al ca?¨®n fluvial m¨¢s impresionante de la Pen¨ªnsula, el que se abre en medio del parque nacional de Ordesa, en el Pirineo aragon¨¦s. En plena temporada de caza, y mientras las nieves se amontonan en las cimas, los reba?os de rebecos se refugian en el interior del parque. El camino que faldea por la faja llamada Senda de los Cazadores se convierte en un lugar excepcional para salir al encuentro de los sarrios.
- C¨®mo llegar: al parque nacional de Ordesa se accede por la carretera N-260, que desde Sabi?¨¢nigo (Huesca) recorre la falda del Pirineo aragon¨¦s hasta el l¨ªmite con L¨¦rida. A la altura de la localidad de Broto, una peque?a carretera se acerca a Torla, y de ah¨ª, a la entrada del parque.
5 Monte de Santiago, la magia de los hayedos
Alzado sobre la planicie montana del puerto de Ordu?a, el hayedo del monte de Santiago muestra su desnudez invernal perdido en un mar de brumas. Un bosque primigenio de casi 2.500 hect¨¢reas con unos valores ecol¨®gicos que le han valido la menci¨®n de monumento natural, donde adem¨¢s esconde sus primeros pasos el r¨ªo Nervi¨®n antes de precipitarse por el acantilado que crea la cascada m¨¢s alta de Espa?a. Este tiempo desabrigado deja colar entre las ramas de las nobles fag¨¢ceas las ventiscas y los silencios, que acompa?an el camino del mirador del ca?¨®n del Nervi¨®n en una atm¨®sfera de g¨¦lida quietud.
- C¨®mo llegar: el puerto de Ordu?a se encuentra entre Ordu?a (?lava) y Berberana (Burgos), por la carretera BI-2625. Una entrada bien indicada en lo alto del puerto da paso al hayedo que forma el monte de Santiago.
6 Sierra de las Nieves,
pinsapos entre nieblas
A pesar de la latitud de estos montes malague?os de la serran¨ªa de Ronda, su nombre denota el encuentro con los mantos blancos del invierno, al menos de vez en cuando. Una privilegiada cobertura vegetal compuesta de bosques de quejigos, pinos, alcornoques, encinas y el escas¨ªsimo pinsapo le valieron hace m¨¢s de una d¨¦cada la concesi¨®n de parque natural. Pero los valores culturales y las iniciativas de sus municipios, enfocadas hacia el uso sostenible de sus recursos y la protecci¨®n de la naturaleza, tambi¨¦n han hecho que sea una de las 26 reservas de la biosfera del territorio espa?ol.
- C¨®mo llegar: el parque natural tiene varias entradas: desde Tolox, en la C-344, Ronda-Co¨ªn; desde Ist¨¢n, a 16 kil¨®metros de Marbella, por la carretera del embalse de La Concepci¨®n, y desde la A-376, Ronda-San Pedro de Alc¨¢ntara.
GU?A PR?CTICA
Dormir
- Embalse de Orellan a. La Lozana (924 82 42 91). Moreno Nogales, 18. Navalvillar de Pela (Badajoz). Casa del siglo XIX. La doble, 53 euros.
- Valle del r¨ªo Iruelas. Casas rurales (918 62 50 59). Las Cruceras (?vila). Poblado del XIX. 35 casas (de dos a ocho personas), entre 55 y 300 euros.
- Sierra de Guadarrama. Posada Mingaseda (921 50 69 02). Campillo, 12. Navafr¨ªa (Segovia). La doble, desde 78.
- Valle del r¨ªo Arazas. Casa Bandr¨¦s (974 48 64 71). Real, s/n. Frag¨¦n-Torla (Huesca). Antigua casa de infanzones. La doble, de 24 a 30 euros.
- Monte de Santiago. Iruaritz Baserria (945 89 26 76). San Prudencio, 29. Lezama (?lava). Caser¨ªo del siglo XV. La doble, de 54 a 64 euros.
- Sierra de las Nieves. La Cazalla (952 11 41 75). Tajo del Abanico. Ronda (M¨¢laga). Rodeado de encinas centenarias. La doble, 102 euros.
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