Las cuentas del Estado
El Ministerio de Hacienda dio a conocer la semana pasada las cifras de ejecuci¨®n presupuestaria hasta el mes de noviembre. Los ingresos aumentaron un 1,5% respecto al mismo periodo del a?o anterior, y los pagos, un 2,1%. El d¨¦ficit de caja se situ¨® en 902 millones, ampliamente por encima de los 332 millones de un a?o antes. Lo primero que llama la atenci¨®n de estas cifras es el escaso crecimiento de los ingresos y los pagos en relaci¨®n al del PIB nominal (se prev¨¦ un 6,6% para 2003), lo que se traduce en una disminuci¨®n importante del peso del Estado en la econom¨ªa. Ello se explica por los traspasos a las CC AA de competencias en materia de sanidad y de sus correspondientes fuentes de financiaci¨®n (impuestos) llevados a cabo durante el pasado a?o. Como dichos traspasos no entraron en vigor en todas las CC AA desde el inicio del a?o, el Estado realiz¨® gastos y obtuvo ingresos que en el a?o actual no se han producido. Por ello, las tasas de variaci¨®n se?aladas no son significativas.
En cuanto a los pagos, el aumento del 5,9% no puede considerarse moderado
Afortunadamente, el ministerio facilita informaci¨®n en t¨¦rminos homog¨¦neos. As¨ª, los ingresos aumentan un 5,1%, y los pagos, un 5,9%. La primera tasa sigue siendo baja y se explica por el moderado avance de los impuestos directos (al haberse reducido las retenciones a cuenta del IRPF) y por la fuerte ca¨ªda de los ingresos no impositivos, entre ellos, los provenientes de los beneficios del Banco de Espa?a. Sin embargo, los ingresos por impuestos indirectos crecen un 9,1% (10,8% el IVA), lo que da idea del dinamismo del gasto privado en consumo y en viviendas, en gran parte debido al crecimiento de sus precios. En cuanto a los pagos, el aumento del 5,9% no puede considerarse moderado teniendo en cuenta que el Estado, tras el proceso de transferencias, se ha quedado con cap¨ªtulos de gasto que podr¨ªamos denominar de perfil bajo, como son la n¨®mina de sus funcionarios (a los que s¨®lo se les sube el sueldo un 2%) y, de momento, los gastos financieros (por la ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s).
El ministerio da tambi¨¦n cifras en t¨¦rminos de contabilidad nacional, que es como viene expresado el objetivo de d¨¦ficit en los presupuestos. Las diferencias fundamentales con la caja son que en este caso se utiliza el criterio del devengo y que la periodificaci¨®n no es la misma. Sin embargo, en estos t¨¦rminos el ministerio no ofrece datos homogeneizados, por lo que las tasas de variaci¨®n de los ingresos y los gastos carecen de significado y s¨®lo lo tiene el saldo. ?ste fue positivo hasta noviembre (super¨¢vit de 5.156 millones de euros), pero inferior en un 9,7% al del mismo periodo del a?o anterior. Si diciembre, un mes t¨ªpicamente deficitario (gr¨¢fico izquierdo), fuese este a?o como el del anterior, el a?o terminar¨ªa con unos d¨¦ficit del orden de 3.300 millones en caja y de 4.400 millones en contabilidad nacional, cifra esta ¨²ltima equivalente al 0,6% del PIB (el objetivo es 0,5%) que ser¨¢ m¨¢s que compensada por el super¨¢vit de la Seguridad Social.
Una ¨²ltima observaci¨®n. Las diferencias metodol¨®gicas explican que el d¨¦ficit de caja y el de contabilidad nacional difieran a?o a a?o, pero estas diferencias deber¨ªan compensarse a medio plazo. Pues bien, desde 1997, todos los a?os (gr¨¢fico derecho) el primero es inferior al segundo, y por cantidades importantes. Seguro que esto tiene una explicaci¨®n contable convincente, pero d¨ªganme los lectores si estas reglas contables no acaban generando cierta desconfianza sobre la verdadera situaci¨®n de las finanzas p¨²blicas.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social (Funcas).
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