Desamparados por la administraci¨®n

Orihuela

El hijo de Francisco Jim¨¦nez naci¨® hace treinta a?os con el cord¨®n umbilical oprimi¨¦ndole el cuello, un percance que estuvo a punto de ocasionarle la muerte. Se recuper¨® milagrosamente, aunque estuvo tres meses ingresado en un hospital infantil. Su evoluci¨®n fue favorable, pero la falta de ox¨ªgeno al nacer le provoc¨® una discapacidad del 93%.

Ahora depende por completo del cuidado que le dispensan sus padres porque est¨¢ impedido para realizar cualquier acto. ?l es uno de los cuatro j¨®venes discapacitados de Torrevieja que aguardan desde hace a?os una plaza en el ¨²nico centro especializado que existe en esta ciudad, pero lo que en un primer momento se present¨® como una demora espor¨¢dica amenaza, seg¨²n ellos, con perpetuarse.

La causa estriba en la ausencia del cupo suficiente de alumnos para habilitar una nueva aula (m¨¢ximo ocho u nueve personas) y las promesas se reiteran todos los a?os pero "jam¨¢s llegan a realizarse", denuncia Francisco.

Las dificultades para atender a su hijo comienzan a ser para ¨¦l y su esposa extremas. Ambos superan los sesenta a?os y deben encargarse tambi¨¦n de un anciano parcialmente impedido de m¨¢s de ochenta a?os. "A nuestra edad resulta complicado estar pendiente de dos personas que apenas pueden moverse. Mi mujer est¨¢ con depresi¨®n porque esta situaci¨®n la desborda", asegura.

La discapacidad casi plena que padece su hijo le priva de toda movilidad. No puede hablar y tan s¨®lo se comunica con sus progenitores mediante gemidos que ellos han de interpretar, no efect¨²a ning¨²n movimiento, no puede alimentarse solo, ni cambiar el televisor con el mando, de modo que su dependencia es total. "Sin nosotros no puede subsistir. Cuando est¨¢bamos en Madrid iba a la escuela y por las tardes estaba en casa. As¨ª se hac¨ªa m¨¢s llevadero, pero aqu¨ª tenemos que estar con ¨¦l las 24 horas del d¨ªa". Francisco Jim¨¦nez y su familia han vivido en Madrid durante 35 a?os y se establecieron hace tres en Torrevieja. "Nos llevan con enga?os y ¨²ltimamente ni contestan a nuestras preguntas. Yo he querido entrevistarme muchas veces con el alcalde para contarle mi problema, pero no me atiende, y delega en una secretaria", se queja. El ¨²ltimo compromiso del equipo de gobierno, del PP, tampoco convence a Francisco ni a las otras tres familias. "La concejal de Servicios Sociales, Rosa Quiles, me confirm¨® que iban a construir una residencia para el a?o 2005, pero yo no puedo esperar tanto y nadie me garantiza que esto no sea otra promesa electoral", concluye.