"La Guerra Civil todav¨ªa no se ha cerrado bien"
El ensayista y editor Luis M? Jimenez de Aberasturi (San Sebasti¨¢n, 1943) ha vuelto a zambullirse en los entresijos de la Guerra Civil espa?ola, esta vez con Cr¨®nica de la guerra en el Norte 1936-1937 (editorial Txertoa), un libro ilustrado con fotograf¨ªas que arranca el 17 de julio de 1936 con la sublevaci¨®n militar y concluye en octubre del siguiente a?o con la ca¨ªda de Gij¨®n.
Pregunta. ?Qu¨¦ datos nuevos aporta su libro sobre la contienda en el Norte?
Respuesta. En este momento, d¨¢rselas de presentar cosas nuevas sobre la Guerra Civil es muy dif¨ªcil. Ahora bien, por ejemplo, demuestro con documentos que en el bombardeo de Gernika particip¨® aviaci¨®n espa?ola. No aviadores, pero si aparatos, algo que se ha negado hasta ahora. ?Soy el primero que lo dice? No, pero nadie hab¨ªa sacado el documento. La versi¨®n oficial sigue siendo que Gernika la destruyeron los rojos. Nunca se ha reconocido que fue bombardeada por alemanes, italianos y espa?oles.
"Todav¨ªa se cuentan muchas mentiras sobre la Guerra Civil, que no se ha cerrado bien"
P. Otro cap¨ªtulo emblem¨¢tico de la guerra en el Norte es el Pacto de Santo?a.
R. Est¨¢ claro que en el Pacto de Santo?a hay unos batallones del PNV que abandonan el frente y se entregan, mientras otros vascos siguen luchando. Se han dado mil disculpas para justificar por qu¨¦ se hizo esto y, al mismo tiempo, existe una acusaci¨®n de traici¨®n contra las tropas nacionalistas. Yo aporto algunos documentos de c¨®mo se llevaron a cabo las negociaciones, indico algunas disculpas y se?alo tambi¨¦n algunas acusaciones. Que el lector decida.
P. ?Usted qu¨¦ cree?
R. Si una tropa republicana est¨¢ rodeada, como sucede en las bolsas de Santander, o se rinde o muere. Las tropas del PNV que se rindieron no estaban rodeadas. Deciden unilateralmente que la guerra ha terminado y se rinden. Se han dado mil disculpas, como que los gudaris estaban esperando barcos para salir. ?Ad¨®nde? Eso no est¨¢ muy claramente explicado.
P. ?Entonces, qu¨¦ opina?
R. Mi opini¨®n es que fue una traici¨®n. Pero con qu¨¦ derecho puedo yo opinar muchos a?os despu¨¦s, cuando los que estaban en aquel momento en el Gobierno de la Rep¨²blica no hicieron una declaraci¨®n p¨²blica al respecto. Me desconcierta por qu¨¦ el Ejecutivo de la Rep¨²blica sigui¨® manteniendo las oficinas del Gobierno vasco o por qu¨¦ el presidente sigui¨® recibiendo al lehendakari Agirre.
P. ?Si no hubiera existido tanta desuni¨®n entre las fuerzas pol¨ªticas de la Rep¨²blica, la guerra en el norte se hubiera desarrollado de otra manera?
R. Hubiese sido m¨¢s l¨®gica. No se puede acusar ¨²nicamente a la desuni¨®n de los resultados de la contienda, aunque es cierto que hay escenas de guerra de Gila. Pero la guerra la ganan los franquistas porque tienen una maquinaria formidable y por la ayuda de los alemanes y los italianos. Creo que los franquistas no hubiesen ganado la guerra en el Norte sin la ayuda de los alemanes y los italianos.
P. ?O sea que todo influy¨®?
R. La desuni¨®n fue importante. Si hubiese habido m¨¢s uni¨®n en el bando republicano no puedo decir que se hubiera ganado la guerra, pero probablemente se hubiese retrasado el fin. En Catalu?a, Madrid o Valencia lleg¨® a haber m¨¢s uni¨®n y no lograron vencer a los franquistas. Lo que ocurre es que en el Norte hubo a¨²n mayor desuni¨®n.
P. Incluye en su libro una pregunta del historiador Javier Tusell: "?Ha concluido verdaderamente la Guerra Civil?". ?Qu¨¦ responde usted?
R. La guerra no se ha cerrado bien y se puede hacer. Para ello hay que reconocer y condenar que hubo terribles asesinatos y que fue una ¨¦poca horrible para Espa?a provocada por la ambici¨®n de Franco, que se sublev¨® contra el r¨¦gimen legal de la Rep¨²blica. Todav¨ªa se cuentan muchas mentiras sobre la guerra. Se niega que hubo esclavos o que Franco mat¨® cinco veces m¨¢s que Pinochet. Adem¨¢s, se conservan numerosos s¨ªmbolos externos del franquismo: calles, estatuas, museos...
P. ?Por qu¨¦ perduran?
R. Porque en Espa?a hay muchos fascistas. Hay gente liberal que no se da cuenta y ve la calle del general Yag¨¹e y no le llama la atenci¨®n. A uno del PP a¨²n se lo perdono, porque est¨¢ hablando de sus h¨¦roes. La prueba es que no los condenan. No se puede justificar una muerte violenta ampar¨¢ndose en una ideolog¨ªa, sea del a?o 36, sea de ahora. Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera defendi¨® la lucha armada contra la Rep¨²blica y est¨¢ enterrado en el Valle de los Ca¨ªdos, construido por mano esclava de republicanos y pagado actualmente con el dinero del patrimonio nacional. Mientras, los represaliados y sus familiares se enfrentan a gran cantidad de dificultades para ser reconocidos y compensados.
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