Aznar como cara de Belmez
Da regusto pensar que el a?o que ya viene tres personas desagradables no estar¨¢n: Arzalluz, Aznar, Pujol. Dejar¨¢n miasmas sutiles, que dec¨ªa Echegaray, de las que supon¨ªa que "no hay manera de luchar". S¨ª la hay: la droguer¨ªa tiene m¨¢s potencia. Hay tiempos sin esas miasmas; algunas se matan y no se puede repetir. La sociedad de hoy mantiene cosas del divorcio, asuntos del sexo, cuestiones de laicismo, que no pueden ser derribadas por mucho opista que haya en el Estado. El vac¨ªo m¨¢s notable y el torrente con que se est¨¢ rellenando -las "palomitas" con que Maragall llen¨® su fiesta le daban olor a cine de barrio- es el catal¨¢n. De Imaz, hombre culto me dicen -no le conozco-, oigo que va a hacer un Pa¨ªs Vasco "con nacionalistas y no nacionalistas": es otra cosa, y concuerda con el "hablando se entiende la gente" que pronunci¨® Maragall citando -sin decirlo- al Rey. Imaz es contrario a Eguibar, y Eguibar es el hombre de Arzalluz. Dos elecciones importantes: porque las caras fastidiosas y enemigas se van, y aparecen otras que buscan di¨¢logo, pero no con Aznar. Pueden hacer ver que aqu¨ª, en este condenado centro que nunca quiso serlo, se empieza a considerar que el terrorismo es una cosa y la pol¨ªtica es otra, que el combate al que mata no se puede convertir en el castigo al que desea ser otra cosa -aunque no tenga raz¨®n, y eso opino, pero tenga derecho- y que las leyes no son un chicle de juez elaborado por el Consejo de Ministros.
Com¨ª un d¨ªa con Pujol en el Palace y en la charla dijo que la opresi¨®n de Madrid... Me atrev¨ª a explicarle que Madrid es una cosa y la corte y el Gobierno son otras. "Villa y corte", se dice: separadas. Madrid fue asaltada en 1936, tomada en 1939, y vinieron de fuera los que acentuaron su condici¨®n de corte de nuevo d¨¦spota.
De las tres caras que se van, la de Aznar puede ser como las de Belmez, que se aparezca en las cocinas de La Moncloa. De Rajoy se sabe poco. Se le vio como eco, como el perrito de cabeza inclinada y oreja atenta de "La Voz de su Amo". No s¨¦ como ser¨¢ su campa?a. S¨¦ que el gram¨®fono va seguir sonando, y que a juzgar por tanta despedida, est¨¢ rayado. Es anterior al CD.
(Miasma: efluvio maligno que, seg¨²n se cre¨ªa, desprend¨ªan cuerpos enfermos o materias corruptas. Se usa como met¨¢fora.) (Opista: quiz¨¢ opusista, opusero; no op¨²sculo. Incluye guerrilleros y otros militantes).
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