Eva no aparece

El nacimiento de una ni?a cl¨®nica llamada Eva, anunciado el 26 de diciembre de 2002 por una obispa de la Iglesia de los raelianos, fue desde el principio tan dudoso como que Irak posea armas de destrucci¨®n masiva. Los raelianos comunicaron aquel d¨ªa el nacimiento de Eva como la consecuencia de un extra?o debate teol¨®gico, y ya se sabe que en teolog¨ªa, al contrario que en aritm¨¦tica, s¨®lo hay opiniones y, algunas veces, unos enormes faroles. Un a?o despu¨¦s, nada de sabe de aquella Eva, salvo que no existe oficialmente en registro alguno.

?El primer beb¨¦ clonado! En la resaca navide?a de 2002 el mundo se desayun¨® con una noticia estruendosa: el anuncio de que acababa de nacer una ni?a cl¨®nica, bautizada Eva por los supuestos hacedores. El nacimiento se habr¨ªa producido de manera inmejorable: 3,2 kilogramos de peso y una salud sin riesgo. "Eva est¨¢ junto a su madre" en un lugar imposible de conocer hasta que la iglesia que financi¨® la clonaci¨®n lo desvele, anunci¨® tambi¨¦n la obispa y directora de la empresa Clonaid, Brigitte Boisselier. La prelada raeliana explic¨® que la madre de Eva hab¨ªa donado un ¨®vulo al que los cient¨ªficos vaciaron de su contenido gen¨¦tico para luego insertarle el n¨²cleo de una c¨¦lula de ella misma. El m¨¦todo era parecido al empleado por los cient¨ªficos escoceses que lograron el primer mam¨ªfero cl¨®nico, la oveja Dolly. Nacida en julio de 1996, Dolly fue sacrificada siete a?os m¨¢s tarde por envejecimiento prematuro y una irreparable enfermedad pulmonar.

El 26 de diciembre de 2002 la Iglesia de 'Rael' anunci¨®, sin pruebas, el nacimiento del primer ni?o clonado

Fue el 7 de octubre de 2001, un a?o antes del anuncio de la existencia de Eva, cuando naci¨® el primer humano cl¨®nico, si se hace caso a sus creadores. Pero nadie ha podido confirmar tampoco ese dato. La consigna, ahora, entre la comunidad cient¨ªfica, es la de ignorar cuanto se pueda a los extravagantes promotores del proyecto, arrepentida la ciencia seria de haber contribuido a airear irresponsablemente las primeras noticias sobre la clonaci¨®n humana, que tanto incomodan a los investigadores que trabajan la clonaci¨®n con fines terap¨¦uticos. Un dato revelador: fue en la tribuna de uno de los templos de la ciencia internacional, la Academia Nacional de Washington, desde donde los promotores de la cl¨®nica Eva lanzaron sus soflamas, incluso con el anuncio de un nacimiento anterior de otro humano clonado.

Los protagonistas fueron la citada Brigitte Boisselier, presentada all¨ª como "directora cient¨ªfica" de la Iglesia raeliana; el ginec¨®logo italiano Severino Antinori, y el responsable del Instituto americano de Androlog¨ªa, Panayotis Zavos. Un a?o despu¨¦s del anuncio del nacimiento de Eva por Boisselier, los cient¨ªficos no s¨®lo no encuentran pruebas de lo dicho por la eclesi¨¢stica, sino todas las certezas de que aquello fue un soberbio farol de una secta religiosa hambrienta de publicidad y de dinero.

El Movimiento Raeliano Internacional es una iglesia fundada en 1973 por el periodista deportivo franc¨¦s Claude Vorilhon, alias Rael, que presume de tener experiencias con extraterrestres. Con la idea de convertir a la ciencia en religi¨®n, en 1997, tras el nacimiento de la oveja Dolly, el grupo cre¨® una empresa para experimentar sobre la clonaci¨®n humana. Dicen que son unos 55.000 en todo el mundo.

Que el desaf¨ªo de los raelianos ha sido tomado en serio lo demuestra el hecho de que numerosos pa¨ªses se han movilizado para legislar contra lo que hace un a?o muchos dieron como irreparable.

El debate es si, frente a quienes reclaman la prohibici¨®n absoluta de toda clonaci¨®n, se penaliza s¨®lo la que busque la reproducci¨®n, no aquella que tenga fines de investigaci¨®n y sanaci¨®n.