'Lo Pelat'
En una de sus conversaciones, Louis van Gaal le confes¨® al periodista John Carlin que supo de su desencuentro con la hinchada y la cr¨ªtica del Barcelona el d¨ªa en que, a la media hora de un partido contra el Tenerife, decidi¨® retirar del campo a Iv¨¢n de la Pe?a para que entrara Fernando Couto y atara en corto al d¨²o din¨¢mico Juanele-Makaay. La rechifla de la hinchada fue tan estruendosa que el t¨¦cnico se dijo, mirando desafiante a la grada: "Si siendo l¨ªderes silban de esta manera, no s¨¦ qu¨¦ va a pasar el d¨ªa que no ganemos. Es incre¨ªble".
Los distintos entrenadores del Bar?a se fueron pasando a Lo Pelat, que entraba y sal¨ªa de la alineaci¨®n, sin que ninguno le encontrara el motivo de la excitaci¨®n que provocaba entre la gent blaugrana ni tampoco el punto de juego que s¨®lo Laureano Ruiz le adivin¨® siendo un ni?o. Johan Cruyff fue quien m¨¢s le quiso y, sin embargo, se le recuerda una definici¨®n impactante: "Su t¨¦cnica es mediocre". Bobby Robson se quejaba de que le descompensaba el equipo. Y Van Gaal sentenci¨®: "Iv¨¢n hace levantar al p¨²blico de su asiento una o dos veces. A m¨ª me hace saltar diez del banquillo".
Lo Pelat fue siempre el capricho de la afici¨®n, por no llamarle su cuota en el equipo titular, convencidos como estaban los cul¨¦s de que el problema no estaba precisamente en su manera de enteder el juego, sino en la incapacidad del t¨¦cnico para comprenderlo. Nadie ha logrado domarle todav¨ªa, para suerte del espectador. De ah¨ª, que contin¨²e siendo un tesoro, independientemente de donde se vista. Ya sea en el Barcelona, por dos veces; el Lazio, el Marsella o el Espanyol, al que tambi¨¦n ha regresado despu¨¦s de un tiempo sin equipo.
Futbolista singular por excelencia, hasta los ¨¢rbitros le miran de forma distinta que a los dem¨¢s. Expulsado del pasado derby catal¨¢n, le han sancionado con tres encuentros por, entre otras razones, agredir "con un dedo el abdomen" del colegiado. Tal que fuera el genio de la l¨¢mpara, no siempre sale cuando se frota. La magia est¨¢ en la luz de su cabeza rapada. As¨ª que podr¨¢ jugar al f¨²tbol mientras no se deje crecer el pelo. Lo Pelat debe de ser a¨²n el ¨²nico jugador del mundo al que se le aplaude la intenci¨®n sin reparar en la ejecuci¨®n.
Famoso desde que naci¨®, como si fuera una especie ¨²nica, Iv¨¢n de la Pe?a ser¨¢ eternamente el depositario de la ilusi¨®n de los aficionados al f¨²tbol y, sobre todo, de quienes creen que con Lo Pelat en el campo siempre hay la posibilidad de que pase algo. Algo ¨²nico, a pesar del entrenador.
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