Un d¨ªa de inocentes
El otro d¨ªa, hablando con un amigo sobre la Navidad, me pregunt¨® si ya hab¨ªa hecho el balance de a?o. En ese momento de la conversaci¨®n su pregunta no ven¨ªa a cuento. Est¨¢bamos pregunt¨¢ndonos sobre las razones que daban lugar estos d¨ªas a pasar de momentos de nostalgia, de echar de menos el pasado, de intentar unir sentimientos de antes y de ahora, y de c¨®mo pocos d¨ªas despu¨¦s, pod¨ªamos dar un salto y pasar a la euforia, a realizar nuevos proyectos y a sentir nuevas ilusiones. En fin, est¨¢bamos hablando de la Nochebuena y de la entrada del nuevo a?o, y nos interrog¨¢bamos de las distintas emociones que provocan estas fechas.
Pero, claro, la pregunta estaba hecha y hab¨ªa que responderla, pues a estas alturas del almanaque ya sabemos chispa m¨¢s o menos c¨®mo nos ha ido el a?o. As¨ª es que me puse a esta tarea y le dije: "Creo que el a?o ha sido bastante bueno". No tienes m¨¢s que mirar lo contento que est¨¢ Josemari con su amigo, el que vive en Camp David, y lo bien que cantan villancicos nuestros soldados en Irak. Adem¨¢s, al hijo de nuestro amigo Antonio le han colocado en Repsol y va a ayudar sacar el petr¨®leo que el Prestige vomit¨® en las costas gallegas, por aquello de cuanto m¨¢s lejos se vaya el barco mejor.
Y, por si fuera poco, nuestros hijos van a poder estudiar religi¨®n en los colegios p¨²blicos, a pesar de que vivimos en un Estado que se declara constitucionalmente aconfesional. Una tranquilidad, sobre todo, porque con este modelo de educaci¨®n vamos a contar con profesores, que los pone el obispado y los pagamos todos los del reba?o, y van a explicarles c¨®mo han sido nuestros divorcios, y c¨®mo deben entender la sexualidad los ni?os y puede que hasta las ni?as. En fin, que son profesores muy elegidos. Tan elegidos que, como est¨¦n divorciados, tengan pareja de hecho, sean de Izquierda Unida o se echen un quiqui con funda, por aquello del sida, les quitan de dar las clases. As¨ª es que ya sabes lo bien que nos ha ido y c¨®mo nos va a ir este a?o pr¨®ximo.
"?Hombre!, no respondas as¨ª", me dijo mi amigo. "Te he preguntado esto en serio". Adem¨¢s, el D¨ªa de los Inocentes todav¨ªa no ha llegado. "En serio te he respondido", le contest¨¦. Crees que es poca inocentada la que llevamos encima, y sin querer soltar los monigotes que nos hemos colocado en la espalda.
Despu¨¦s seguimos hablando de aquello, de lo que origin¨® nuestra conversaci¨®n. De lo f¨¢cil que es pasar de los momentos nostalgia a la euforia desbordada. De la ilusi¨®n a la desilusi¨®n. De lo bonita que es la Navidad.
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