De h¨¦roe a desempleado
El futbolista mexicano Torrado espera que se le conceda el pasaporte espa?ol para regresar a la plantilla del Sevilla y poder jugar de nuevo
No han sido muchas las ocasiones en las que un estadio ha coreado el nombre de un jugador lesionado cuando las cosas le van mal al equipo. Especialmente, si no se habla de Zidane, Ronaldinho o Vieri, sino de un mediocampista de brega que, adem¨¢s, cost¨® dos pesetas. El S¨¢nchez Pizju¨¢n estall¨® el pasado 30 de noviembre con la derrota sevillista ante el Celta. Los espectadores no reconoc¨ªan en el equipo las virtudes que les gustaban de ¨¦l y se acordaron del mexicano Gerardo Torrado. Un jugador extra?ado del equipo por decisiones t¨¦cnicas y que el p¨²blico adora.
La historia de Torrado en el Sevilla comenz¨® gracias al celeb¨¦rrimo ojo cl¨ªnico del director t¨¦cnico, Ram¨®n Rodriguez Monchi, que le fich¨® en invierno de 2002 por 60.000 euros al Polideportivo Ejido. La llegada del mexicano no despert¨® ninguna ilusi¨®n entre los aficionados a priori. Poco a poco se fue ganado al p¨²blico del S¨¢nchez Pizju¨¢n, que contempl¨® gustoso el triunfo de su jugador con la tricolor en el Mundial de Corea y Jap¨®n. El diario brit¨¢nico The Guardian le calific¨® como "una de las mejores posibilidades de fichaje" en Europa tras marcar el gol decisivo contra Ecuador y secar al italiano Totti.
En la temporada pasada, Torrado sufri¨® una rotura en un partido de Copa, aunque se recuper¨® para debutar en el hist¨®rico 0-3 del Camp Nou y capitanear el doble pivote sevillista el resto de le temporada. En privado, algunos de sus compa?eros echaronn en falta su contribuci¨®n a la defensa y sus apoyos que permit¨ªan las subidas y los goles de Casquero.
Sorprendentemente, en la pretemporada, el mexicano recibi¨® el recado de la directiva del club de que no le iban a dar ficha al estar cubierto el plazo de extracomunitarios. Monchi sostiene que se trat¨® de una decisi¨®n t¨¦cnica ya que Torrado arrastraba una lesi¨®n de pubis de la que deb¨ªa de operarse y quer¨ªan contar con el serbio Zoran Njegus para que sustituyera a Daniel Alves cuando se fuera al Mundial sub 20. Al final, lo ¨²nico que ha ocurrido ha sido que Torrado se ha operado el pubis.
"Lo que m¨¢s me duele de hablar tanto de Torrado es que se oculta el trabajo de otros, como Mart¨ª, que lleva un a?o estupendo", sostiene el director t¨¦cnico sevillista con un claro hartazgo de hablar del tema. Por su parte, el mexicano asegura dudar de la versi¨®n t¨¦cnica de su situaci¨®n. "Lo que tengo que creer es eso. Pero es dif¨ªcil que el entrenador que cont¨® conmigo todo el a?o pasado me rechace por cuestiones deportivas". El mexicano ya ha anunciado que no piensa quedarse el a?o entero parado y, si no consigue la nacionalidad espa?ola a tiempo, se buscar¨¢ equipo. Por el momento ha habido rumores poco cre¨ªbles de ofertas de Osasuna y otros m¨¢s contantes y sonantes de las Chivas de Guadalara (M¨¦xico).
Aparte de la situaci¨®n del pasaporte -sobre la que se dice que el Sevilla ha llegado a pedir la ayuda del vicepresidente segundo y palangana (aficionado sevillista), Javier Arenas-, Torrado mantiene un pulso con la directiva por su renovaci¨®n. El mexicano consider¨® la oferta hecha hace unos meses poco m¨¢s un insulto y decidi¨® no extender el compromiso que ya tiene hasta 2005. El centrocampista es adem¨¢s el propietario del 40% de su traspaso, ya que pende sobre ¨¦l la posibilidad de tener que pagar una indemnizaci¨®n (derecho de retenci¨®n) de 500.000 d¨®lares a su equipo de origen, los Pumas de la UNAM, de donde sali¨® apresuradamente en 2000 para irse a entrenarse a Portugal y despu¨¦s fichar por el Tenerife. Esta divisi¨®n de los ingresos de traspaso frustr¨® una cesi¨®n al Everton a principios de esta temporada que el Sevilla no ve¨ªa rentable y Torrado s¨ª.
Por el momento, el mexicano se entrena ya con normalidad y quiere triunfar en Europa. Se siente agradecido a la afici¨®n del Sevilla por las recientes muestras de cari?o y espera que el esperado pasaporte espa?ol o la rumoreada baja de Njegus le abran las puertas del equipo o, si no, irse a buscarse la vida en otro lugar por cuestiones t¨¦cnicas.
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