Jos¨¦ Antonio D¨ªaz Fern¨¢ndez, 'Chaquet¨®n', cantaor flamenco
Mal se despide el a?o en el flamenco, lamentablemente mal. Para hoy a las 10.30 est¨¢ prevista en el cementerio de la Almudena la incineraci¨®n del cuerpo de Jos¨¦ Antonio D¨ªaz Fern¨¢ndez, fallecido anteanoche en una cl¨ªnica de Madrid. Hab¨ªa ingresado en ella una semana antes en grave estado como consecuencia de un c¨¢ncer extendido a varios de sus ¨®rganos vitales, y el final fue irremediable.
Nacido en Algeciras (C¨¢diz) en 1946, Jos¨¦ Antonio D¨ªaz Fern¨¢ndez tiene un singular puesto en la historia del cante flamenco, arte en el que gan¨® fama con el nombre de Chaquet¨®n. En su misma familia encontr¨® un profundo vivero de saberes jondos, que asimil¨® con devoci¨®n desde su ni?ez. Reun¨ªa en ¨¦l con admirable propiedad los cauces gitano y payo del cante.
Fue hijo del cantaor Flecha de C¨¢diz y de la cantaora y bailaora -aunque nunca ejerciera como profesional- Mar¨ªa Fern¨¢ndez de los Santos, quien pertenec¨ªa a la larga saga gitana y flamenca de los Chaqueta. Nieto, por tanto, de Jos¨¦ Fern¨¢ndez Vargas, a quien llamaban El Mono, que al parecer fue una aut¨¦ntica enciclopedia del cante y era primo carnal de El Cojo de M¨¢laga. Hermanos de la madre de Chaquet¨®n fueron el bailaor Tom¨¢s El Chaqueta y los cantaores Antonio El Chaqueta, Jos¨¦ El Chaleco, Salvador Pantal¨®n: la tendencia a adoptar un nombre art¨ªstico referido a prendas de vestir, presente en casi todos los miembros de la dinast¨ªa. Hermano suyo es el tambi¨¦n cantaor Manuel El Flecha.
Una casa con mucho arte, evidentemente. Me contaba Chaquet¨®n -con quien habl¨¦ muchas veces de estos temas- que cuando viv¨ªan en La L¨ªnea muchos artistas que all¨ª trabajaban, al terminar en la fiesta o la reuni¨®n de turno, como en ese mundillo estaban ya sus t¨ªos Tom¨¢s y Antonio El Chaqueta, los compa?eros les ped¨ªan ir a la casa del padre, tomamos all¨ª una botellita, y era para ver bailar a su madre, por escuchar a sus abuelos o a alguno de sus t¨ªos. Y all¨ª se iban. Los flamencos llegaban a cualquier hora de la madrugada, las tres, las cuatro, y todo el mundo levantado, era una de esas casas gitanas en que cualquiera que llegaba a cualquier hora era bien recibido. Y hab¨ªa cante y baile hasta bien avanzada la ma?ana.
As¨ª fue como Chaquet¨®n aprendi¨® pr¨¢cticamente a cantar a la vez que a andar. Y fue un gran cantaor, de voz ligeramente afill¨¢ (rozada, ronca), profunda y flamenqu¨ªsima. Primero en el cante de atr¨¢s, para acompa?ar a los bailaores, y despu¨¦s en el cante de alante, como protagonista.
Nadie probablemente ha cantado la malague?a del Mellizo con la grandeza y la riqueza de tonos que lo hac¨ªa Chaquet¨®n. Lo que no limitaba en modo alguno su versatilidad cantaora, pues interpretaba con parecida solvencia todo el ¨¢rbol de los cantes, demostrando igual eficiencia en los estilos serios que en los festeros. A mi juicio, Chaquet¨®n fue un maestro no suficientemente reconocido en vida, aunque tuvo en su carrera etapas brillantes.
Chaquet¨®n vivi¨® dedicado exclusivamente al cante. No sab¨ªa hacer otra cosa, amparado en el amor absoluto y protector, yo dir¨ªa que maternal, que le profesaba su mujer, Lina. A ella testimoniamos nuestra solidaridad en tan tristes horas como las que est¨¢ viviendo. Descanse en paz el querido amigo.-
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