Un tribunal suspende las actividades del principal partido de Argelia
Los partidarios del presidente Buteflika tratan de arrinconar al ex primer ministro Benflis
La justicia argelina decidi¨® ayer congelar las actividades del Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN) abriendo as¨ª una grave crisis que tiene como trasfondo la rivalidad entre esta formaci¨®n y el presidente, Abdelaziz Buteflika, acusado de haber fomentado "un pronunciamiento jur¨ªdico". El Tribunal Administrativo de Argel se pronunci¨® a favor de una petici¨®n de invalidaci¨®n de la direcci¨®n del partido, presentada por un grupo de disidentes del "movimiento de regeneraci¨®n", partidario de Buteflika frente a los seguidores del antiguo primer ministro Al¨ª Benflis.
El FLN, que ejerci¨® el poder en solitario durante m¨¢s de 30 a?os, desde la proclamaci¨®n de la independencia en 1962, se encuentra as¨ª en una situaci¨®n in¨¦dita al verse confinado al papel de rival del poder pol¨ªtico personificado por Buteflika. El origen de esta querella procede del VIII congreso celebrado en marzo pasado, cuando el FLN se dot¨® de un nuevo comit¨¦ ejecutivo dirigido por el antiguo primer ministro Al¨ª Benflis y dej¨® en la estacada a los partidarios de Buteflika.
El FLN dej¨® entonces de ser el fiel cord¨®n umbilical del poder y la rivalidad entre Benflis y Buteflika se encon¨® a¨²n m¨¢s cuando el primero se proclam¨® candidato a las pr¨®ximas elecciones presidenciales, previstas para abril de 2004. En mayo pasado, Buteflika destituy¨® fulminantemente a Benflis de su cargo de primer ministro y nombr¨® como sustituto a Ahmed Uyahia, dirigente del segundo partido de la mayor¨ªa gubernamental, el Reagrupamiento Nacional Democr¨¢tico (RND).
El "movimiento de regeneraci¨®n" del FLN surgi¨® en octubre pasado para oponerse a Benflis y sus partidarios y la decisi¨®n tomada ayer por la justicia, si no es impugnada por el Consejo de Estado, le impedir¨¢ presentar su candidatura a las presidenciales. Tal es, seg¨²n este pol¨ªtico y sus partidarios, el objetivo que perseguir¨ªa Buteflika para lograr ser reelegido en la pr¨®xima primavera para un nuevo mandato de cinco a?os.
El Consejo de Estado ya se pronunci¨® contra la intervenci¨®n de la Administraci¨®n en un conflicto interno de un partido, pero en este caso los demandantes son un grupo de disidentes que, aun conservando lazos con las instituciones oficiales, afirman que act¨²an en su calidad de simples militantes. Los "regeneradores" celebrar¨¢n su congreso en enero pr¨®ximo, y aunque la mayor¨ªa de las federaciones del FLN se mantienen fieles a Benflis, esta actitud podr¨ªa cambiar si se tiene en cuenta que en Argelia, como se ha comprobado en varias ocasiones, el oportunismo es una regla que perdura en la pol¨ªtica.
El FLN dispone de mayor¨ªa en las dos C¨¢maras del Parlamento, donde mantiene hasta ahora una l¨ªnea de apoyo cr¨ªtico al Gobierno, evitando en todo momento provocar una crisis institucional. Este partido nunca quiso revelar el n¨²mero exacto de sus militantes ni el grado de influencia que tendr¨ªan en la estructura de clanes del poder que impera en Argelia. Cuando el pa¨ªs se reg¨ªa por el sistema unipartidista, el 20% de los puestos de su comit¨¦ central estuvo reservado para los militares, cuya voz contaba mucho m¨¢s que ese porcentaje.
El poder militar
Las Fuerzas Armadas abandonaron en 1988 su representatividad pol¨ªtica y en la actualidad, aunque siguen siendo consideradas como el "poder oculto", no ha podido comprobarse si prefieren a Benflis o a Buteflika. En una conferencia de prensa, el ex primer ministro acus¨® ayer a Buteflika de haber instrumentalizado la justicia. Los seguidores de Benflis acusan a Buteflika de una supuesta "sed de poder" que le llevar¨ªa a organizar el a?o pr¨®ximo unos comicios fraudulentos. Los c¨ªrculos presidenciales rechazan esas acusaciones y aseguran que las pr¨®ximas elecciones ser¨¢n "libres y transparentes".
La casi totalidad de la prensa privada sostiene a Benflis y critica el "napoleonismo" de Buteflika. Los seguidores de Benflis dirigen sus miradas a la c¨²pula militar para detectar el menor signo de una oposici¨®n a Buteflika, incluso cuando los generales argelinos han reafirmado la neutralidad de las Fuerzas Armadas.
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