Carta abierta a Al¨ª Lmrabet

Querido Al¨ª: A trav¨¦s de tus escritos de prisi¨®n, como Los hechos y las palabras de hace unas semanas, podemos seguirte y compartir tus emociones, tus sue?os y tus esperanzas, que son las nuestras. Cuando hablas de la transici¨®n democr¨¢tica que deseas para Marruecos, cuando recuerdas a los muertos del Estrecho de Gibraltar, en b¨²squeda de una vida mejor que no encuentran en tu pa¨ªs, cuando hablas de la dignidad humana, llegas a emocionar a tus lectores que son hoy, gracias al eco que has encontrado en Le Monde, EL PA?S o Le Journal hebdomadaire, millones de personas y no s¨®lo tus diez o veinte mil fieles lectores de Demain magazine o Douman.

Esa es tu victoria. Tal vez no te la perdonar¨¢n nunca. Pero ya has conseguido la victoria de la libertad, incluso si contin¨²as injustamente privado de libertad. Por estas razones estamos inquietos por tu salud y por la huelga de hambre que sigues y que te hace m¨¢s vulnerable. Por ello te pedimos que no pierdas el control sobre tu vida, que la preserves a fin de ampliar tu victoria que ya has ganado a favor de la libertad.

No, Al¨ª, no. No podemos correr el riesgo de perderte. Tu combate, tu voz, tus art¨ªculos, tu sentido del humor, nos hacen falta. Te pedimos por todo ello que dejes la huelga de hambre. No decidas t¨² solo por tu vida, que se ha convertido en un s¨ªmbolo que nos pertenece tambi¨¦n.

Nuestro compromiso por tu combate, Al¨ª, por la libre expresi¨®n de las ideas, tendr¨¢ sentido si te sabemos bien vivo, lejos de peligros y dispuesto a nuevos combates que continuaremos librando contigo, hoy en prisi¨®n y ma?ana en libertad.