Pep Subir¨®s propone en un ensayo c¨®mo conciliar vida individual y conciencia social
El fil¨®sofo reflexiona sobre lo particular y lo global en 'Sobre la felicitat i altres neguits'
El yo individual y el yo social son dos caras de una misma moneda, afirma el fil¨®sofo Pep Subir¨®s (Figueres, 1947) en Sobre la felicitat i altres neguits (Destino). El libro, subtitulado de manera significativa O de com totes les aig¨¹es es comuniquen, empez¨® como una carta dirigida a sus hijos, pero el texto se fue convirtiendo en un ensayo acerca de c¨®mo se puede conciliar vida privada y conciencia social. Para escribir el libro, Subir¨®s ha partido en buena parte de su experiencia en ?frica. En Sobre la felicitat... trenza una reflexi¨®n acerca del mundo contempor¨¢neo en el primer y el tercer mundo con observaciones sobre los modos de vida en ambos contextos, lo global y lo particular.
"Aunque en ?frica la tradici¨®n puede llegar a ser una losa, la relaci¨®n entre pasado y presente es mucho m¨¢s fluida que aqu¨ª. Aqu¨ª lo viejo est¨¢ devaluado y se supone que todo el mundo tiene que inventar su vida desde cero, cuando tendr¨ªa que partirse de cierto patrimonio heredado que aqu¨ª tendemos a despreciar", afirma sobre el valor de la experiencia que ha querido transmitir en un libro que puede entenderse como una carta de alguien que fue a la universidad en la d¨¦cada de 1960 dirigida a los j¨®venes de hoy.
Subir¨®s cree que el hecho de que exista una fractura general entre lo individual y lo social obedece a "una estrategia sistem¨¢tica por parte de la contrarreforma capitalista de los ¨²ltimos 25 a?os para desprestigiar y deslegitimar toda posibilidad de una acci¨®n colectiva que imagine y regule un nuevo orden de cosas". "Los centros de poder del mundo occidental", a?ade, "se han concentrado en se?alar que s¨®lo hay salidas individuales, que el individuo s¨®lo puede aspirar a crearse una peque?a burbuja de bienestar personal basada en el consumo y los gadgets tecnol¨®gicos".
Todo esto, lo que Subir¨®s llama la "desregulaci¨®n en todos los campos" -econ¨®mico, ideol¨®gico, moral, religioso- y la "relativizaci¨®n general", han llevado a una situaci¨®n en la que muchos se encuentran "faltos de referentes". "Hay una sensaci¨®n de desconcierto y desorientaci¨®n que puede tener su lado positivo, porque cada uno tiene la libertad para decidir sobre su propia vida, pero tambi¨¦n tiene su lado negativo, que es que genera mucha neurosis, mucha vulnerabilidad personal".
Si en la d¨¦cada de 1960 los j¨®venes de izquierdas confiaron en formas de organizaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s o menos socialistas, comunistas o anarquistas, los de hoy han visto c¨®mo todos estos sistemas "se han ido desmoronando en todas partes", recuerda el autor de Cita a Tombuct¨². La globalizaci¨®n y la conciencia de que los sistemas de vida y de producci¨®n que existen ahora "benefician econ¨®micamente a unos cuantos a costa del empobrecimiento de la vida personal y de la destrucci¨®n y miseria de tres cuartas partes del mundo" conducen a la invenci¨®n de nuevos modos de vida y de relaci¨®n social y econ¨®mica. "Est¨¢ todo por inventar", lanza Subir¨®s.
Los movimientos llamados "altermundialistas" son, en este sentido, "un s¨ªntoma" de que hay elementos que reaccionan contra el status quo y el abatimiento, contin¨²a. Uno de los focos donde prestar atenci¨®n, se?ala el autor, es la propia ?frica: "Contrariamente a la visi¨®n que se tiene del continente como un lugar tr¨¢gico y atrasado, ?frica es uno de los lugares donde se expresa m¨¢s la ultramodernidad; es el campo de pruebas del futuro". Como ejemplo extrapolable a situaciones diferentes cita el caso de Sur¨¢frica, donde blancos y negros tuvieron que reinventarse a s¨ª mismos para salir adelante despu¨¦s del apartheid: "Tuvieron que ponerse de acuerdo para montarse un nuevo sistema de vida m¨ªnimamente equilibrado y que reconociera a todos su dignidad humana".
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