J¨®venes cl¨¢sicos
La Jove Orquestra Simf¨°nica de Castell¨®, con cerca de un centenar de integrantes, inaugura el a?o con tres conciertos
Un centenar de buenos m¨²sicos adolescentes, un director entusiasta y bien relacionado y un grupo de padres volcado en la pasi¨®n de sus hijos son los mimbres del trabajado tejido que conforma la Jove Orquestra Simf¨°nica de Castell¨® (JOSC). No se trata de una formaci¨®n p¨²blica, ni pertenece a nadie. La asociaci¨®n con el mismo nombre cre¨® la orquesta con el objetivo de formar a los peque?os m¨²sicos m¨¢s all¨¢ de las clases regladas de los conservatorios, y ofreciendo la posibilidad de ensayar, casi como los grandes, relacionarse con int¨¦rpretes de prestigio y viajar como componente de una formaci¨®n de calidad. El a?o ha empezado para ellos con una concentraci¨®n que culminar¨¢ hoy con un concierto en el reci¨¦n estrenado Auditorio de Pe?¨ªscola, otro en Vinar¨°s ma?ana, y, el ¨²ltimo, el martes, en el Teatro Principal de Castell¨®n.
Despu¨¦s de diez a?os de existencia, hace apenas una temporada la JOSC tom¨® un nuevo rumbo. Sergio Alapont, un tambi¨¦n joven pero experimentado m¨²sico, present¨® un proyecto que entusiasm¨® a la direcci¨®n de la asociaci¨®n, formada por los padres de los j¨®venes. Con Josep Llu¨ªs Grau y Vicent Segarra, en la presidencia y vicepresidencia, respectivamente, la joven orquesta comenz¨® a acaparar aspirantes de gran nivel, que se unieron a los que ya ten¨ªan, atra¨ªdos por un programa de actividades que es la "envidia" de otras formaciones. Los miembros se re¨²nen cuatro veces al a?o, en encuentros que coinciden con vacaciones acad¨¦micas. Durante estas citas ensayan el repertorio que interpretar¨¢n al acabar cada uno de los encuentros y que constituye otro de los atractivos diferenciales de la formaci¨®n. "La cuidada selecci¨®n que realiza el director y la dificultad que entra?an las obras se ha convertido en un aliciente", asegura Segarra.
Los directivos, muy a pesar de sus hijos, son quienes les "controlan" durante las "concentraciones", aunque juegan con la ventaja del buen ambiente que se respira, tanto cuando est¨¢n frente al atril como cuando lo guardan, y la responsabilidad con la que llevan su condici¨®n de "m¨²sicos". Los padres no se refieren a ellos de otra manera. Nunca son los "chavales", son "los m¨²sicos".
Desde el 26 de diciembre y hasta el 6 de enero han recibido lecciones, durante ocho horas al d¨ªa, de Mihaela Dimitrescu, una violinista que ha sido primer viol¨ªn de la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid y de la de Bilbao; del catedr¨¢tico de violonchelo Enrique Bouch¨¦, quien ha sido miembro de la Orquesta de C¨¢mara Reina Sof¨ªa; Roberto Turlo, oboe solista de la Orquesta de Valencia; y Juan Manuel G¨®mez, trompa solista de la Orquesta Sinf¨®nica de Bilbao. Tanto Grau como Segarra admiten que, de no ser por el director de la JOSC, el repertorio de profesores ser¨ªa imposible de aglutinar en una asociaci¨®n que estira los cerca de 150.000 euros de presupuesto, "arrancados" de subvenciones, aportaciones de los socios y patrocinios privados, con los que mantiene al cerca de centenar de m¨²sicos durante los cuatros encuentros anuales. Mientras, miran, de lejos, los varios cientos de miles de euros que la Generalitat presupuesta para su joven orquesta cuando ellos reciben apenas 3.000 de la Administraci¨®n.
Ahora, con un CD grabado y la previsi¨®n de un segundo trabajo, el principal reto de la temporada es la creaci¨®n de peque?os grupos de c¨¢mara para as¨ª dar cabida a la demanda de muchos municipios que los requieren pero que no cuentan con instalaciones para albergar a todos los m¨²sicos. J¨®venes de entre 14 y 24 a?os que aspiran a algo m¨¢s que un triunfo r¨¢pido. Y a vivir de la m¨²sica por la v¨ªa de la calidad y el sacrificio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.