Sardinas y sardanas
Joan Laporta y sus muchachos llegaron a la Mas¨ªa precedidos de un fresco aire renovador. Frente a la opci¨®n acad¨¦mica de Lluis Bassat, un pr¨®spero empresario a quien muchos consideraban el modelo cl¨¢sico de gestor, ellos personificaban inequ¨ªvocamente al candidato. En realidad parec¨ªan una convenci¨®n de sobrinos de JP Morgan: eran simp¨¢ticos, limpios y elegantes. Sab¨ªan ense?ar la dentadura, desped¨ªan una convincente fragancia after shave y exhib¨ªan sus corbatas italianas sin ostentaci¨®n, como si hubieran nacido con el nudo hecho. Adem¨¢s sub¨ªan las escaleras con la figura erguida; hac¨ªan un llamativo contraste con aquel Joan Groucho Gaspart que a la menor se?al de peligro ganaba altura a toda velocidad. Pon¨ªa el espinazo cuesta arriba, enfilaba hacia la gatera m¨¢s pr¨®xima y perd¨ªa las cachas bajo el vuelo de la gabardina, un-dos, un-dos, ante el disimulado regocijo de la concurrencia.
Pronto supimos que Laporta y sus leales eran la compa?¨ªa alegre y confiada. Formaban para la foto, mov¨ªan r¨ªtmicamente los brazos y, oh, my pap¨¢, nos recordaban a los chicos del grupo "Viva la gente" por donde quiera que iban. A continuaci¨®n ocuparon sus sillones, se encomendaron a los periodistas de c¨¢mara, pidieron paciencia y divulgaron un estricto plan de austeridad. Tres meses despu¨¦s el equipo ha cerrado la primera vuelta con la siguiente cuenta de resultados: diecisiete puntos perdidos en casa.
A la vista del panorama ya podemos decir que la nueva junta directiva ha conseguido una radical transposici¨®n de objetivos. Hasta ahora, los espectadores s¨®lo acusaban la preocupaci¨®n natural por el equipo. Hoy han diversificado sus emociones: prueban las viandas de la competencia, aplauden a las chicas de Operaci¨®n Triunfo, jalean a un coro de ni?os disfrazados de Pap¨¢ Noel cuyos gorros parecen barretinas de dise?o, ingresan en el libro Guinness con la excusa de una parodia de tenis en la que los competidores no se han jugado ni la merienda, hacen provisi¨®n de anti¨¢cidos y se suman al karaoke para corear el himno. De vuelta a casa deben soportar, eso s¨ª, el duro interrogatorio de los colegas filomadridistas.
-?C¨®mo acab¨® el partido?
-?El partido? Pues, ver¨¢s: los chipirones estaban exquisitos.
-?Qu¨¦ tal el equipo?
-El de camareros, como nunca. Hay uno brasile?o que te sirve las croquetas con la derecha y te las cobra con la izquierda. Un fen¨®meno.
De Laporta y sus nois podr¨ªa decirse lo mismo que un cr¨ªtico taurino dijo de determinado matador: "Ha invertido las prioridades de la tauromaquia; ha transformado lo esencial en superfluo y lo superfluo en esencial".
Es evidente que la gent blaugrana siempre saldr¨¢ ganando con esta f¨®rmula. Si la temporada termina bien, muchas felicidades. Si termina mal, buen provecho.
Tome nota, Florentino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.