El a?o de las naciones
De forma involuntaria, este diario consigui¨® el pasado d¨ªa 28 la mejor inocentada con ocasi¨®n de designar a Juan Jos¨¦ Ibarretxe como "hombre del a?o". Y no porque el lehendakari hubiera dejado de hacer m¨¦ritos para tal distinci¨®n, aunque tales m¨¦ritos fueran de extra?a naturaleza, sino por el contenido de las declaraciones que acompa?aron a la celebraci¨®n del ¨¦xito. Menos mal que en su mensaje de fin de a?o nos ha recordado que todo sigue igual, que a su entender ETA es irrelevante, simplemente "sobra y estorba" (sic), como si no hubiera existido el atentado frustrado de Nochebuena, y que ¨¦l seguir¨¢ discutiendo de todo y con todos sobre su plan, pero que si obtiene la mayor¨ªa en el Parlamento Vasco, ir¨¢ al refer¨¦ndum con su Constituci¨®n vasca. No encuentra otro medio de garantizar la convivencia; l¨¦ase, los abertzales no van a permitir una vida pol¨ªtica normal en Euskadi si el plan es bloqueado.
Las cosas as¨ª siguen claras, es decir, como antes de oscuras, siendo ello siempre preferible a la ceremonia de la confusi¨®n protagonizada estas semanas por Ibarretxe. El disfraz de Pap¨¢ No?l, o si se prefiere de Olentzero, ya se lo hab¨ªa puesto el lehendakari en las declaraciones de Le Monde el d¨ªa 16, en las cuales aseguraba que el objetivo de su plan, una reforma del Estatuto en la l¨ªnea del hoy vigente de Gernika, no era otro que hacer del Pa¨ªs Vasco una m¨¢s de las setenta y cuatro regiones europeas, similar a Baviera, y que si planteaba tal programa pol¨ªtico era ante todo para eliminar a ETA. Por lo que tocaba al pa¨ªs vasco franc¨¦s, los objetivos eran estrechar lazos culturales. Un verdadero cuento de Navidad.
El cuento sigue en las declaraciones del d¨ªa 28. Para empezar, con la reivindicaci¨®n de la necesidad de un "debate pol¨ªtico" sobre su Plan/Constituci¨®n, confundiendo deliberadamente discusi¨®n p¨²blica, que la ha habido y la hay sin obst¨¢culo alguno, y debate parlamentario en Euskadi, aspecto mucho m¨¢s dudoso, pues se trata de refrendar desde una supuesta soberan¨ªa vasca un texto cuya anticonstitucionalidad resulta m¨¢s que probable. A ello a?ade Ibarretxe solemnemente que su propuesta "est¨¢ abierta a la negociaci¨®n con todos, desde la primera hasta la ¨²ltima palabra", como si en los doce meses transcurridos desde septiembre de 2002 las cr¨ªticas recibidas le hubieran hecho cambiar lo m¨¢s m¨ªnimo en sus planteamientos. Adem¨¢s, ?qui¨¦n le ha otorgado el papel de banca en este juego? Y por ¨²ltimo, afirma Ibarretxe que "somos y seremos respetuosos con las decisiones de la justicia"; no hay m¨¢s que seguir el comportamiento de su Gobierno en el tema de la ilegalizaci¨®n del grupo parlamentario proetarra para comprobar la sinceridad de sus palabras, culminadas con el deseo, siempre navide?o, de alcanzar "una relaci¨®n amable" con Espa?a. ?Qu¨¦ ser¨¢ eso?
As¨ª, de cara a 2004 el proyecto nacionalista de secesi¨®n escalonada constituye el principal problema para Espa?a y para Euskadi, y no parece que el rechazo primario de Aznar, con la impagable colaboraci¨®n de Michavila y de Acebes, ni la tendencia de otros a echar agua al vino, tal vez pensando en aritm¨¦ticas electorales, sea el mejor modo de evitar la confusi¨®n, sin duda favorable a Ibarretxe, que refleja el ¨²ltimo Euskobar¨®metro. Los vascos no entienden bien la propuesta, pero ha calado mayoritariamente en ellos el mensaje de resistencia frente a la presi¨®n "de Madrid", en la ilegalizaci¨®n de Batasuna, en el caso Atutxa y en el dilema de votar o no en un refer¨¦ndum anticonstitucional. Por este camino s¨ª puede ganar.
Entre tanto, Maragall proclama a Catalu?a "una naci¨®n completa" (sic), asume plenamente al hablar para los suyos el esquema dualista que disocia simb¨®licamente a Catalu?a de Espa?a al anunciar que ser¨¢ "exigente" con la segunda, y en el tema crucial de la financiaci¨®n afirma que "no hay nadie en Espa?a que pueda decir que es leg¨ªtimo que vascos y catalanes tengan resultados de financiamiento diferentes". ?Ha le¨ªdo Maragall la adicional primera? ?Cree que la defensa del Concierto Econ¨®mico tiene como base en Euskadi el amor plat¨®nico a los fueros? ?Piensa que con resultados tipo concierto en todas las comunidades ricas existir¨ªa el menor grado de solidaridad interterritorial? ?sta es la segunda cuesti¨®n del a?o, que remite el tema de las reformas de los Estatutos a la exigencia de analizarlas desde una perspectiva de Estado. Plurinacional, pero Estado.
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