Abordaje caducado
Suspendido el juicio a cuatro activistas de Greenpeace por desobediencia tras una acci¨®n al prescribir las acusaciones
Los activistas de Greenpeace acusados de desobediencia a la autoridad tras abordar en 2002 un barco que iba a Sagunto cargado de madera de Liberia no tendr¨¢n que volver a ver a la juez. Cuatro tripulantes del Raimbow Warrior estaban citados ayer en el juzgado n¨²mero 3 de Sagunto para responder a las acusaciones de la Guardia Civil aunque finalmente no tendr¨¢ lugar el juicio ya que los hechos han prescrito. "Los delitos de faltas prescriben a los seis meses", comentaba ayer el abogado de la organizaci¨®n no gubernamental (ONG), Jos¨¦ Manuel Marraco Espin¨®s, "y se produjeron en marzo de 2002, as¨ª que no pueden ser juzgados en enero de 2004", coment¨®. "Ha habido una dilataci¨®n indebida que corresponde a la falta de medios de la Administraci¨®n de justicia", se?al¨® el letrado, aunque no dej¨® de mostrar su satisfacci¨®n por el hecho de que no vaya a celebrarse el juicio.
Sin embargo, la verdadera victoria relacionada con este hecho se produjo hace algunos meses, en mayo de 2003, cuando el Consejo de Seguridad de Naciones Unidad comenz¨® a poner fin al comercio de madera procedente de Liberia relacionada con la financiaci¨®n de la maquinaria de guerra del presidente del pa¨ªs, Charles Taylor. La exportaci¨®n se convirti¨® en un gran negocio en expansi¨®n, de tal forma que si en 1991 llegaron a Espa?a 3.300 toneladas de metros c¨²bicos de madera liberiana, en 2000 llegaron 14,1 millones y en 2001 17,9 millones de metros c¨²bicos, segun un informe de Greenpeace elaborado con datos de la Asociaci¨®n Espa?oles de Importadores de Madera y el Servicio de Aduanas.
Por unanimidad, el consejo acord¨® renovar las sanciones existentes impuestas al pa¨ªs africano e incluy¨® por primera vez, como apunta la ONG, una prohibici¨®n de todas las exportaciones de madera que se hizo efectiva el 7 de julio de 2003.
Ante el conocimiento por parte de la ONG de que un barco cargado con madera tropical de Liberia iba a atracar en Sagunto en marzo de 2003, activistas que formaban parte del buque ense?a de la organizaci¨®n se acercaron de madrugada al buque Melteni, lo abordaron y se encadenaron a los troncos mientras desplegaron dos pancartas en ingl¨¦s y castellano con el lema "Salvad a los bosques primarios". La acci¨®n se enmarcaba en la campa?a desplegada por la organizaci¨®n destinada a frenar las importaciones de madera procedentes de la destrucci¨®n mediambiental y reclamando pr¨¢cticas de explotaci¨®n forestal reguladas y ajustadas a los criterios de sostenibilidad.
Pero, adem¨¢s, en el caso concreto del Meltemi, la ONG ligaba la explotaci¨®n de madera ilegal con los beneficios relacionados con la compra de armas del gobierno liberiano. De hecho, un informe de Naciones Unidas se?alaba que la industria forestal del pa¨ªs se encontraba "envuelta en variedad de actividades il¨ªcitas y gran parte de sus ingresos son utilizados para pagar actividades no presupuestadas, incluyendo la adquisici¨®n de armamento". A ello se uni¨® que en el buque viajaban siete polizones que viajaban a bordo del buque y que se encontraban encerrados desde hac¨ªa dos semanas en un camarote.
Un a?o y dos meses despu¨¦s de la acci¨®n de Greenpeace frente a la costa de Sagunto, llegaron las sanciones a la exportaci¨®n de madera procedente de Liberia y la recompensa moral a Greenpeace. Pero queda mucho a¨²n por hacer. "En la actualidad, en los puertos de Valencia y Sagunto se permite la entrada de otra madera ilegal, como la procedente de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, pa¨ªs en el que siete facciones luchan por el control de las zonas de explotaci¨®n", seg¨²n el responsable de la campa?a de bosques de la organizaci¨®n, Miguel ?ngel Soto.
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