"Si se lucha por la gente, ser secuestrado es un gaje del oficio"
Juan Carlos Mart¨ªnez, de 39 a?os, misionero de la Congregaci¨®n de la Consolata, fue liberado el pasado jueves en el Estado brasile?o de Roraima (fronterizo con Venezuela y Guyana) tras haber sido secuestrado el d¨ªa de Reyes con dos compa?eros de misi¨®n por grupos instigados por los hacendados que se oponen a la creaci¨®n de una reserva ind¨ªgena anunciada por el presidente Lula. Los hacendados han conseguido poner en pie de guerra a agricultores, ganaderos y algunos indios, hasta el punto de bloquear los accesos a la capital de Roraima, Boa Vista.
Pregunta. ?C¨®mo ocurri¨® el secuestro?
Respuesta. De madrugada. Est¨¢bamos durmiendo cuando sentimos ruido de gente, de cristales rotos y ventanas forzadas. Me vest¨ª y sal¨ª al pasillo. Enseguida me encontr¨¦ con un grupo armado, algunos encapuchados, que me capturaron, junto con otros dos religiosos de la misi¨®n, el brasile?o Ronaldo Fran?a y el colombiano C¨¦sar Avellaneda. Nos llevaron en coche a unos 30 kil¨®metros.
"Tuvimos miedo varias veces por nuestra vida, y sufrimos malos tratos psicol¨®gicos"
P. ?Eran indios?
R. Los encapuchados eran blancos, como tambien el ch¨®fer del coche. Los otros eran indios.
P. ?D¨®nde les tuvieron secuestrados?
R. Nos fueron cambiando continuamente de lugar. Nos ten¨ªan vigilados siempre, con un grupo de cinco indios armados con fusiles y rev¨®lveres. Y los que nos trasladaban en coche siempre eran blancos, pues lo indios no tienen coche.
P. ?Temieron ustedes en alg¨²n momento que pudieran matarles?
R. Varias veces. Ellos mismos nos dec¨ªan que hab¨ªa un grupo de "fan¨¢ticos" que quer¨ªan acabar con nosotros. Tuvimos miedo porque hab¨ªamos sabido que de otras comunidades ind¨ªgenas se estaban organizando y armando para venir a liberarnos por la fuerza. Y eso hubiese sido fatal. Y tuvimos miedo tambi¨¦n en el momento de la liberaci¨®n. Nos hab¨ªan dicho que ven¨ªa la Polic¨ªa Federal de Brasilia a liberarnos, pero cuando lleg¨® el helic¨®ptero no vimos ningun polic¨ªa. Eran s¨®lo civiles. Al parecer lo envi¨® el Gobierno de Roraima.
P. ?Recibieron malos tratos en cautividad?
R. F¨ªsicos, no; psicol¨®gicos, claro.
P. ?Era la primera vez que usted pasaba por esa experiencia?
R. S¨ª, y espero que sea la ¨²ltima, porque no es nada agradable. Pero ya estoy con ganas de volver a la misi¨®n. ?sa es mi vida. Si se lucha por la gente, ser secuestrado es un gaje del oficio. Hemos elegido luchar por los derechos de los humildes, que en este caso son los ind¨ªgenas. Me han dicho que la misi¨®n ha quedado destruida. Vamos a recomenzar de nuevo con esperanza y con ilusi¨®n.
P. ?C¨®mo es posible que haya indios que se oponen a que se les convierta su territorio en una reserva legalizada?
R. Se trata s¨®lo de una de las comunidades indigenas de la zona, la de ls localidad de Manoca do Cant?o, que desde hace mucho tiempo ha sido cooptada por los hacenderos, apoyados por el Gobierno del Estado de Roraima, uno de los m¨¢s corruptos del pa¨ªs. Baste decirle que el ex gobernador Neudo Campos est¨¢ en la c¨¢rcel y que el actual, Flamarion Portela, que se hab¨ªa pasado al Partido de los Trabajadores (PT), el partido de Lula, para salvarse, acaba de salir de esa formaci¨®n pol¨ªtica por presiones de los propios compa?eros. La pol¨ªtica del grupo dominante en Roraima ha sido siempre el divide y vencer¨¢s.
P. ?Son muchos esos indios a favor de los hacendados?
R. No, no llegan a un 15%. La mayor¨ªa de los 16.000 indios de la reserva est¨¢n contra los hacendados.
P. ?Cu¨¢ntos blancos est¨¢n contra la reserva?
R. No 8.000, como se ha publicado en la prensa de Brasil. Apenas llegan a 1.500.
P. Hoy mismo [por ayer] la prensa habla de las presiones que el Gobierno de Lula y concretamente el ministro de Justicia, Thomas Bastos, est¨¢n recibiendo por parte de los pol¨ªticos de Roraima para que no se firme el acta de la reserva. ?Temen ustedes que el Gobierno ceda?
R. No. Aunque los interesados lo van a intentar. Pero ser¨ªa horrible para el prestigio del Gobierno Lula, que ha creado tantas esperanzas tambi¨¦n entre las comunidades ind¨ªgenas. Este Gobierno sabe que los pol¨ªticos de Roraima son tremendamente corruptos. No creo que el Gobierno se eche atr¨¢s. Y esos pol¨ªticos corruptos, que apoyan a los hacendados que desde hace 30 a?os comparten con ellos la corrupci¨®n e intentan corromper a un pu?ado de indios, est¨¢n entendiendo que la postura del Gobierno es firme.
P. Si el Gobierno acaba firmando el decreto de la reserva, ?qu¨¦ va a pasar con los agricultores y ganaderos blancos que trabajan en ese ¨¢rea?
R. Los blancos que han explotado a los ind¨ªgenas, trat¨¢ndoles como bestias, no van a tener m¨¢s remedio que irse. Los que estuvieron del lado de los indios, como nosotros los misioneros, podremos seguir aqu¨ª, tranquilos.
P. ?Y qu¨¦ pasar¨¢ con esa comunidad ind¨ªgena que est¨¢ de parte de los hacendados? ?Y con los pol¨ªticos que hasta ahora les han apoyado?
R. Una vez que exista la reserva, esos pol¨ªticos perder¨¢n su inter¨¦s en este lugar. Dejar¨¢n de repartir los privilegios que hasta ahora han otorgado a esos indios (que son, por ejemplo, los ¨²nicos que tienen luz el¨¦ctrica), y los ind¨ªgenas que se hab¨ªan vendido a esos poderosos van a entender que les hab¨ªan enga?ado. Abrir¨¢n los ojos y ser¨¢ mejor para ellos.
P. ?La Iglesia cat¨®lica de Brasil apoya las reivindicaci¨®n de una reserva ind¨ªgena?
R. La apoya ahora y la ha apoyado siempre. La Iglesia de Brasil, socialmente, est¨¢ siempre cerca de los m¨¢s pobres.
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