El presidente del PP de Castell¨®n medi¨® ante dos ministerios por un negocio familiar
Fabra, un diputado del PP y el subdelegado del Gobierno intercedieron en favor de Artemis
Carlos Fabra, presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n y l¨ªder del PP en esta provincia, y sus colaboradores Miguel Prim, diputado nacional del PP, y Vicente S¨¢nchez Peral, subdelegado del Gobierno en Castell¨®n, hicieron gestiones ante los Ministerios de Agricultura y Sanidad para acelerar la concesi¨®n de autorizaciones para vender productos fitosanitarios de Artemis 2000, una empresa propiedad de la mujer de Fabra y de la esposa de Vicente Vilar, el empresario que le ha denunciado. De esas gestiones ha quedado constancia en escritos oficiales.
Vicente Vilar, propietario de Naranjax, empresa que fabrica y comercializa productos fitosanitarios, afirma que pag¨® m¨¢s de 100.000 euros a Fabra por sus gestiones para lograr las autorizaciones del Ministerio de Agricultura. Fabra neg¨® el viernes haber percibido "compensaci¨®n econ¨®mica alguna por interceder en defensa de los intereses de los empresarios de su provincia".
Los favores, tal como sostiene Vilar, se centraron en la mediaci¨®n, visitas y presiones realizadas ante distintos cargos de los Ministerios de Sanidad y Agricultura para intentar acelerar la concesi¨®n de autorizaciones para la fabricaci¨®n de productos fitosanitarios. Las empresas solicitantes de dichas autorizaciones eran Arcavi y Naranjax, propiedad de Vilar, y Artemis 2000, propiedad de su ex esposa, Monserrat Vives, y de la esposa de Fabra, Amparo Fern¨¢ndez, y en la que Vilar figur¨® como administrador ¨²nico hasta el pasado mes de abril, cuando fue destituido de su cargo.
El diputado del PP por Castell¨®n Miguel Prim fue uno de los que se dirigi¨® al Ministerio de Agricultura para interesarse por el estado de la tramitaci¨®n y aclarar si hab¨ªa alg¨²n problema especial con las concesiones, ya que Vilar consideraba que ¨¦stas se estaban retrasando demasiado. Sin embargo, Prim no fue el ¨²nico ya que el subdelegado del Gobierno en Castell¨®n, Vicente S¨¢nchez Peral, tambi¨¦n realiz¨® varias gestiones sobre las empresas de Vilar y la de la esposa de Fabra.
Informaci¨®n directa
Incluso el propio presidente de la Diputaci¨®n recibi¨® informaci¨®n directa desde el Ministerio de Sanidad acerca de la situaci¨®n en la que se encontraban las solicitudes formuladas por la empresa de su esposa.
Vicente S¨¢nchez Peral no ha querido responder sobre su participaci¨®n en este asunto, mientras que el propio Vilar ha tratado de justificarlo alegando que "¨²nicamente realizaba las gestiones que le exig¨ªa Fabra". "Yo nunca le he entregado nada y pienso que es una excelente persona", a?adi¨®.
Las gestiones realizadas por S¨¢nchez Peral durante 2000 y 2001 tuvieron como interlocutores al subdirector general de Medio de Promoci¨®n Agr¨ªcola, Juan Jos¨¦ Guiti¨¢n, y al director general de Agricultura, Rafael Mil¨¢n.
En los documentos a los que ha tenido acceso este diario, Guiti¨¢n hace referencia a una entrevista mantenida con S¨¢nchez Peral sobre los productos de Vilar, y le remite oficios sobre defectos encontrados en las solicitudes, que "ser¨¢n igualmente recibidos por los interesados en fechas pr¨®ximas".
Por su parte, Rafael Mil¨¢n remiti¨® a la subdelegaci¨®n del Gobierno un detallado informe de la situaci¨®n en la que se encontraban 30 expedientes de autorizaciones solicitadas por las empresas de Vilar y de las esposas de ¨¦ste y de Fabra.
Las autorizaciones para la fabricaci¨®n de productos fitosanitarios se solicitan en Agricultura pero es en el Ministerio de Sanidad donde han de pasar los ex¨¢menes m¨¢s estrictos para su posterior visto bueno. As¨ª, el diputado Miguel Prim se dirigi¨® en junio de 2001 al entonces Ministro de Agricultura, Miguel Arias Ca?ete, para hacerle saber las "dificultades" en la tramitaci¨®n de autorizaciones para dichas empresas.
En su contestaci¨®n, Arias- Ca?ete le indic¨® que la evaluaci¨®n de los productos concern¨ªa a la Direcci¨®n General de Salud P¨²blica y subray¨®: "Debes entender que se trata de aspectos sobre los que no me corresponde emitir opiniones ni juicios".
Un portavoz del Ministerio de Agricultura justific¨® la actitud de Arias-Ca?ete: "Es la respuesta a una carta que le env¨ªa el diputado Prim sobre c¨®mo va la tramitaci¨®n de unos determinados productos, y se le contesta. El ministro aclara que no va a emitir ning¨²n juicio de opini¨®n, porque no es su competencia". Agricultura no ve an¨®malo que este diputado pidiera y recibiera informaci¨®n por un circuito privado en lugar de hacerlo mediante pregunta parlamentaria, dada su condici¨®n. "La carta no la hizo el ministro, se la hicieron los servicios correspondientes y la firm¨® ¨¦l", se?ala el portavoz.
Prim se dirigi¨® al mismo tiempo a la Direcci¨®n General de Salud P¨²blica, en Sanidad, ocupada entonces por Mar¨ªa Dolores Flores, "interes¨¢ndose" por los expedientes. La directora general rehus¨® otorgarle informaci¨®n sobre los mismos ya que, seg¨²n explic¨® en su escrito, "las personas a las que la Administraci¨®n debe informar son ¨²nicamente los titulares de la solicitud de autorizaci¨®n de cada producto".
"Es que yo soy muy funcionaria. Llevo 25 a?os en la Administraci¨®n y soy muy cumplidora del procedimiento", se?al¨® Flores a este peri¨®dico para justificar su respuesta. "Me puede venir quien me venga, que los procedimientos son los establecidos porque creo que es lo que da transparencia y organizaci¨®n. Esos a?os hubo un incremento porque todas las empresas empezaron a pedir registros de una manera desorbitada. Y hab¨ªa un procedimiento que hab¨ªa que cumplir: ver qu¨¦ repercusi¨®n ten¨ªan en la salud humana los productos que se presentaban. Y hab¨ªa un orden de entrada y un orden de salida. Seg¨²n entraba, as¨ª sal¨ªa", explic¨® Flores.
Sin embargo, nueve meses despu¨¦s, Flores obvi¨® supuestamente esta circunstancia y redact¨® un escrito, que Fabra har¨ªa llegar a Vilar por fax, en el que detallaba "los nombres de las sustancias y productos" que hab¨ªa firmado recientemente para dar salida al Ministerio de Agricultura. De los ocho productos a los que la directora General de Sanidad hac¨ªa referencia, seis eran registros solicitados por la empresa de la esposa del propio Fabra. Flores manifestaba en su nota su optimismo: "En unos d¨ªas espero que puedan salir la mayor¨ªa". Niega conocer a Fabra o haber enviado tal nota fuera del Ministerio de Sanidad.
Nueva versi¨®n
Flores, tras mantener inicialmente que jam¨¢s habr¨ªa firmado un documento de tal tenor y sin membrete, cuando este diario le remite por fax su propia nota revisa su versi¨®n: "S¨ª, es mi firma, pero tiene que faltar el membrete de arriba, a qui¨¦n se lo enviaba yo. Creo que es una nota interna del ministerio porque me hab¨ªan pedido alguna informaci¨®n". ?Qui¨¦n? "No me acuerdo qui¨¦n me pedir¨ªa informaci¨®n dentro del ministerio". Flores s¨®lo aclara que no fue ni la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, ni el subsecretario, Domingo Men¨¦ndez Men¨¦ndez, quienes le pidieron datos: "Porque est¨¢bamos de acuerdo en que no ¨ªbamos a mover nada".
Tras pensar unos minutos en aquella nota, Flores intenta recordar qui¨¦n le pudo pedir los datos sobre esos registros fitosanitarios: "Podr¨ªa haber sido Rub¨¦n Moreno Palanqu¨¦s, secretario general de Gesti¨®n y Cooperaci¨®n Sanitaria, quien me pidi¨® la informaci¨®n. Es que Rub¨¦n es de Castell¨®n". Moreno, que abandon¨® el ministerio con la salida del equipo de Celia Villalobos en julio de 2002, ni era superior de Flores, que depend¨ªa del subsecretario, ni ten¨ªa competencias sobre fitosanitarios. "Del ministerio, la ¨²nica persona, sin ning¨²n tipo de presi¨®n, muy normal, que me pregunt¨® '?esto c¨®mo est¨¢?', fue Rub¨¦n Moreno; y yo le dije est¨¢ de esta manera".
Flores insiste en que nunca adelant¨® irregularmente ning¨²n producto, ni se salt¨® ning¨²n requisito porque afectaba a algo tan serio como la salud humana. "Esto no es autorizar un yo-yo. Si se aprob¨® algo es que cumpl¨ªa todos los requisitos y se hizo cuando le tocara", proclama.
Flores no ment¨ªa: cuando redacta su nota hab¨ªa dado salida ya desde Sanidad a los citados productos de Artemis 2000, que fueron registrados y autorizados definitivamente entre junio y octubre de 2002 en Agricultura.
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