El SPD y los sindicatos pierden a 340.000 afiliados ante la reforma social en Alemania
El partido de Schr?der sufre la mayor deserci¨®n en sus filas de los ¨²ltimos 50 a?os
A las organizaciones tradicionales de la izquierda alemana, el movimiento obrero organizado en los sindicatos y el partido socialdem¨®crata (SPD), les est¨¢n costando caras las reformas sociales aprobadas a finales del a?o pasado. La Confederaci¨®n Alemana de Sindicatos (DGB) y el SPD han sufrido en 2003 un descenso espectacular de afiliados. El n¨²mero de los que cotizan a los ocho sindicatos de la DGB baj¨® en 300.000. El SPD cuenta a 31 de diciembre de 2003 con 650.798 afiliados, 43.096 menos que a principios de a?o, la mayor ca¨ªda en 50 a?os.
Las bajas masivas en los sindicatos representan en Alemania una tendencia de la ¨²ltima d¨¦cada del siglo pasado que los dirigentes sindicales explican con la creciente destrucci¨®n de puestos de trabajo. Esta explicaci¨®n no resiste un an¨¢lisis de la dura realidad, como ponen de manifiesto los porcentajes. El momento culminante del sindicalismo alem¨¢n se produjo en 1991, cuando la afiliaci¨®n lleg¨® a 11,8 millones. Esta cifra resulta un poco ficticia, consecuencia de la unificaci¨®n. Los alemanes del Este, en un primer momento de euforia, se afiliaron a los sindicatos libres de la DGB tras d¨¦cadas de sindicaci¨®n obligatoria en el r¨¦gimen comunista.
Desde entonces todo empez¨® a ir cuesta abajo en la rodada para la DGB de los 7,4 millones de afiliados actuales, una p¨¦rdida de 4,4 millones en 13 a?os. El a?o pasado supuso una ca¨ªda significativa en la afiliaci¨®n. No se dispone todav¨ªa de cifras exactas, pero una encuesta entre los ocho sindicatos de la DGB permite concluir que las bajas han sido en torno a 300.000, frente a las menos de 200.000 de 2002.
Unificaci¨®n alemana
Esto no se explica s¨®lo con la destrucci¨®n de puestos de trabajo, como pretenden en parte enmascarar algunos dirigentes sindicales. Hace 20 a?os, en 1983, antes de la unificaci¨®n alemana y sin ese factor que podr¨ªa distorsionar el an¨¢lisis, un 32% de la poblaci¨®n activa estaba afiliado a los sindicatos. A fines de 2003, ese porcentaje baj¨® a un 22%.
El a?o 2003 ha sido desastroso para los sindicatos que sufrieron una derrota en el intento de levantar a los trabajadores contra la Agenda 2010, un programa de recortes sociales en la sanidad, jubilaci¨®n y el paro llevado adelante por un Gobierno de izquierda del SPD y Los Verdes. Tras amenazar con manifestaciones y oto?os calientes, los sindicatos se quedaron casi solos a la hora de movilizar. El sindicato IG Metall perdi¨® la huelga por las 35 horas en el este de Alemania, la primera en medio siglo, y dio un lamentable espect¨¢culo con semanas de luchas internas y peleas cainitas entre sus dirigentes. La consecuencia fue inevitable y se estima que el IG Metall perdi¨® 100.000 afiliados en 2003.
Las perspectivas son muy negras, sobre todo si se considera que de los actuales 7,4 millones de afiliados de la DGB, la cuarta parte est¨¢n ya jubilados.
Al SPD, el partido en el Gobierno promotor de las reformas, no le van mejor las cosas. El a?o pasado sufri¨® el mayor descenso de afiliaci¨®n en 50 a?os: unos 43.000, de los que 38.500 devolvieron su carn¨¦. En noviembre, el secretario general, Olaf Scholz, daba la cifra de 30.000 devoluciones de carn¨¦. Esto significa que en diciembre, cuando se aprobaron las reformas sociales, hubo 8.500 deserciones de afiliados.
El panorama del SPD se presenta tambi¨¦n muy negro si se estudia la pir¨¢mide de edad de sus afiliados: menores de 30 a?os, s¨®lo un 4,6%; entre 30 y 40 a?os, un 9,38%. Frente al casi 14% de los menores de 40 a?os, el SPD cuenta con un 42,23% de mayores de 60 a?os. Este a?o ser¨¢ un marat¨®n electoral en Alemania, con 14 citas a las urnas entre las europeas, regionales y municipales. Todo indica que ser¨¢ un calvario para el SPD y el canciller socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, que en los sondeos siguen por debajo del 30%.
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