Transparencia en las c¨¢rceles
El pasado mes de octubre, el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona public¨® su informe sobre las Condiciones del encarcelamiento en Catalu?a prologado por el rector de la UB, Joan Tugores, y presentado en rueda de prensa el d¨ªa 15 de aquel mes. Este informe es el resultado de un estudio realizado por un equipo de investigadores (profesores titulares de la Universidad y abogados del Colegio de Abogados de Barcelona) que, durante dos a?os, analiz¨® la situaci¨®n penitenciaria en Catalu?a, pese a los obst¨¢culos que la anterior Administraci¨®n penitenciaria puso a dicho trabajo, al prohibir la entrada del observatorio en las c¨¢rceles catalanas. En este informe (que puede ser consultado en www.ub.es/ospdh), entre muchas situaciones problem¨¢ticas detectadas, se dedic¨® un cap¨ªtulo a informar sobre cinco casos de presos de una c¨¢rcel catalana (la de Brians) que hab¨ªan sido presuntamente sometidos a torturas y malos tratos. Tales casos se consignaron con nombres y apellidos y se aportaron, como pruebas documentales, las resoluciones judiciales de los juzgados de instrucci¨®n que hab¨ªan admitido a tr¨¢mite las denuncias de presos y abogados y hab¨ªan calificado, presuntamente, como "torturas" los hechos denunciados. Los medios de comunicaci¨®n difundieron ampliamente semejante noticia. El titular de la anterior Administraci¨®n penitenciaria catalana descalific¨®, en pocas horas (sin haber podido leer un documento de m¨¢s de 300 p¨¢ginas), el informe en su totalidad, con duras expresiones para sus autores. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, la prensa tambi¨¦n revel¨® un informe interno de la Administraci¨®n penitenciaria catalana (Resum d'indicadors) en el que se reconoc¨ªa que en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa aumentado notablemente el empleo de medios coercitivos en las c¨¢rceles catalanas.
Recientemente, a los dos meses de publicados y difundidos aquellos informes, se ha producido un hecho de una enorme gravedad: esta vez, un preso ingresado en la c¨¢rcel de Brians ha muerto en extra?as circunstancias. En los ¨²ltimos d¨ªas, la prensa catalana ha difundido informaciones que se?alan datos especialmente preocupantes. En efecto, se ha ido pasando de informar primero de una pelea entre dos presos con el resultado de la muerte de uno de ellos, al estar muy convulsionado, una vez reducido por unos funcionarios de prisiones, a terminar se?alando despu¨¦s que otros presos -testigos de los hechos- hab¨ªan declarado ante el juez instructor que vieron c¨®mo algunos funcionarios de prisiones "apaleaban" a quien result¨® posteriormente muerto. Asimismo, se ha informado de que los nuevos titulares del Departamento de Justicia y de la Secretar¨ªa de Ejecuci¨®n Penal han abierto tambi¨¦n una investigaci¨®n interna con el fin de aclarar los hechos.
Habr¨¢ que esperar, en consecuencia, el resultado de tales investigaciones, y cuanto se diga mientras tanto deber¨¢ estar guiado por la m¨¢xima prudencia y el respeto a la tarea que desempe?en los mencionados mecanismos de control (judicial y administrativo). Tambi¨¦n ha de destacarse que la presunci¨®n de inocencia siempre debe ser respetada y, en el presente caso, subrayada, pues se trata de unos hechos que culminan con la muerte de un recluso. Ahora bien, dicho ello de manera clara, tampoco podemos olvidar que diversos presos han declarado en el sentido antes se?alado. Esas personas contin¨²an en la misma c¨¢rcel, no podemos olvidarlo.
Tras 23 a?os de hegemon¨ªa pol¨ªtica en Catalu?a, el cambio de Gobierno que acaba de producirse abre esperanzas de cambios profundos y un nuevo dise?o para una pol¨ªtica penal y penitenciaria m¨¢s abierta y transparente. La titularidad de la Administraci¨®n penitenciaria ha sido recientemente renovada y habr¨¢ que esperar que se inicie un escenario novedoso. Dif¨ªcil inicio para los nuevos responsables de las c¨¢rceles, que se estrenan con un acontecimiento de suma gravedad, tal vez el peor de cuanto ser¨ªa imaginable. En estos d¨ªas se cumplen, exactamente, 20 a?os de la transferencia de competencias penitenciarias a Catalu?a, que es la ¨²nica comunidad aut¨®noma a la que le han sido transferidas. La situaci¨®n de las c¨¢rceles es hoy m¨¢s preocupante que nunca: el crecimiento de la poblaci¨®n carcelaria catalana ha llegado a la emblem¨¢tica cifra de 7.500 reclusos, las c¨¢rceles est¨¢n m¨¢s hacinadas que nunca y las tendencias demogr¨¢ficas apuntan a un mayor crecimiento a¨²n. Las expectativas de los presos decrecen cada vez m¨¢s como consecuencia de las diversas reformas legales que apuntan al aumento de las condenas de prisi¨®n (cada vez m¨¢s largas en su efectiva ejecuci¨®n) y a una desgraciada centralidad de la c¨¢rcel como respuesta punitiva a una conflictividad social que no puede ser atajada con reacciones estrictamente penales. La situaci¨®n de los establecimientos penitenciarios es de extrema tensi¨®n. Complicado escenario ¨¦ste para los nuevos responsables de la gesti¨®n penitenciaria en Catalu?a.
Como representantes de un observatorio universitario que naci¨® hace tres a?os para inspeccionar y mostrar a la sociedad el nivel de respeto de los derechos humanos en el interior de las instituciones del sistema penal, queremos mostrar nuestra gran preocupaci¨®n por la gravedad de los hechos relatados y nuestro deseo de que esta vez exista una investigaci¨®n transparente que llegue hasta sus ¨²ltimas consecuencias en la averiguaci¨®n de la verdad y, en su caso, alcance la depuraci¨®n de responsabilidades si hubiere lugar a ellas. De ello depender¨¢ que este desagraciado caso, que se convierte as¨ª en term¨®metro de las actuaciones que se emprendan, demuestre que estamos realmente en presencia de un nuevo talante que tenga como horizonte de la gesti¨®n pol¨ªtica el respeto irrestricto a los derechos fundamentales. Ello redundar¨¢ no s¨®lo en una confianza en esta nueva gesti¨®n, sino tambi¨¦n en la dignidad de un colectivo de profesionales que debe reclamar, m¨¢s que nunca, quedar libre del m¨¢s m¨ªnimo atisbo de duda. ?sta es la transparencia que demandamos para que acabe la pol¨ªtica de opacidad penitenciaria que caracteriz¨®, lamentablemente, a la anterior administraci¨®n de las instituciones carcelarias catalanas.
I?aki Rivera Beiras es director del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la UB.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.