S¨®lo queda el Alav¨¦s

Apenas les quedaban al Alav¨¦s siete minutos para conseguir un gol, para empatar el partido y, por el valor doble de los goles en campo contrario, para ser el ¨²nico equipo de Segunda Divisi¨®n que alcanza los cuartos de final de la Copa. Ten¨ªa acorralado al Valladolid, pero su esfuerzo resultaba todo un compendio de ineficacia ofensiva. Desde que Astudillo hab¨ªa pegado un pelotazo al palo en el primer minuto de partido hab¨ªa pasado mucho tiempo sin que Bizarri parpadeara. Pero apareci¨® otra vez Astudillo para rematar a la red un centro de Pablo y meter a los suyos en la siguiente eliminatoria.

En s¨®lo cuarto de hora, el Valladolid hab¨ªa hecho la mitad del trabajo con el gol de Sousa, nacido en un libre directo que, de no haberse estrellado en Galv¨¢n, se hubies marchado a cuatro metros de la porter¨ªa. Poco despu¨¦s el propio Sousa envi¨® otro bal¨®n al palo y en ese momento el equipo de Fernando V¨¢zquez desapareci¨®, quiz¨¢ porque lo previsible de su juego le delata ante cualquier rival. Si no es a base de pelotazos a Makukula el Valladolid tiene muy pocas opciones de ataque y ayer Pepe Mel, t¨¦cnico del Alav¨¦s, repar¨® a tiempo en que a poco que apretase los dientes pod¨ªa poner otro equipo de Primera en su lista de eliminados en esta competici¨®n, como hizo con la Real Sociedad. Nada m¨¢s comenzar la segunda parte entr¨® Vucko y poco despu¨¦s Magno. Con Iv¨¢n Alonso y De Lucas en Vitoria, Mel hab¨ªa puesto en el campo toda su artiller¨ªa. Astudillo retras¨® su posici¨®n y el Alav¨¦s comenz¨® a controlarlo todo, a anular a su rival y a acercarse al ¨¢rea de Bizarri. No llevaba ning¨²n peligro, no remataba, pero Julio C¨¦sar y Pe?a comenzaban a tener m¨¢s trabajo del que pod¨ªan administrar. Fernando V¨¢zquez acab¨® con el suplicio que era la exhibici¨®n de baja forma que estaba dando Fernando Sales y dio entrada a Losada, poco adaptado a la posici¨®n de interior. Incluso cuando el Alav¨¦s comenzaba a perder fuelle se permiti¨® el lujo de sentar a su ¨²nica opci¨®n ofensiva seria, Makukula, y jugarsela con Cardetti, que hasta ayer apenas hab¨ªa intervenido en competici¨®n oficial.

El Alav¨¦s comenz¨® entonces a crecer exageradamente. Donde antes no hab¨ªa peligro aparec¨ªan avalanchas de jugadores vitorianos entrando por derecha e izquierda. Magno lleg¨® a quedarse solo delante de Bizarri, pero la precipitaci¨®n envi¨® su remate fuera. Y entonces apareci¨® Astudillo, el m¨¢s implicado en sacar la eliminatoria adelante, el m¨¢s activo y tambi¨¦n el de m¨¢s calidad. Pablo centr¨®, Pe?a, harto de despejar, no lleg¨® a tiempo en el salto y el argentino del Alav¨¦s conect¨® un cabezazo que Bizarri no alcanz¨®.

El Valladolid hab¨ªa tirado la eliminatoria por desgana, por suficiencia y se encontraba as¨ª fuera de los cuartos de final, con s¨®lo siete minutos para reaccionar y sin los jugadores adecuados para ello. Regresaron los pelotazos largos, las subidas alocadas de Julio C¨¦sar que suelen terminar con una falta en ataque, esto es, lo que queda al descubierto cuando no est¨¢ en el campo Makukula. El Alav¨¦s apret¨® en defensa por primera vez en todo el encuentro, pues no lo hab¨ªa necesitado antes, y cerr¨® cualquier opci¨®n de perder lo que les hab¨ªa costado casi tres horas de f¨²tbol conseguir, un gol que les mete entre los ocho mejores de la competici¨®n copera.