Mejor de lo esperado
Cuando las previsiones de muchos expertos apostaban por una tasa anual de inflaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola en 2003 en torno al 3%, la evoluci¨®n del IPC en diciembre (0,2%) ha rebajado ese ¨ªndice al 2,6%. El cuadro de indicadores de precios se completa con una tasa media de inflaci¨®n durante el a?o del 3% y una subyacente del 2,5%. Todos los registros mejoran notablemente los indicadores de inflaci¨®n de 2002, as¨ª que bien puede decirse que la evoluci¨®n de los precios en 2003 ha mitigado al menos la p¨¦rdida continuada de competitividad de la econom¨ªa espa?ola y permite albergar esperanzas de mejora en 2004.
La desaceleraci¨®n de los precios en 2003 se apoya en el comportamiento m¨¢s favorable de los alimentos no elaborados (6,4% en t¨¦rminos interanuales, frente al 6,7% del a?o anterior) y de la energ¨ªa (-0,1% frente al 1,2% de 2002). Esa reducci¨®n en el tiempo es compatible con el hecho de que los alimentos siguen siendo uno de los factores m¨¢s inflacionistas de la econom¨ªa espa?ola. En cuanto a la inflaci¨®n subyacente, destaca la divergencia entre la evoluci¨®n de las manufacturas (1,2%) y de los servicios (2,6%). Los precios de los servicios, protegidos de la competencia, se resisten a bajar, mientras que la confrontaci¨®n con los mercados internacionales ha limado los costes industriales.
Aunque el recorte de los precios en 2003 haya sido apreciable, la peor forma de aprovecharlo es mantener proyecciones euf¨®ricas cuyos fundamentos no se explican. No debe olvidarse que la desviaci¨®n sobre el IPC previsto (2%) tiene un coste en pensiones de 950 millones de euros para el Estado y de casi 800 millones para las empresas en forma de revisiones salariales. El ministro de Hacienda, con el viento en popa, se ha apresurado a pronosticar que en la primavera la tasa de inflaci¨®n estar¨¢ m¨¢s cerca del 2% que del 2,5%. Demasiado optimismo para una econom¨ªa que depende tanto de factores que el Gobierno se muestra incapaz de controlar como los precios de la alimentaci¨®n o de la energ¨ªa. Ser¨ªa m¨¢s realista un compromiso p¨²blico para mejorar la competencia en los servicios.
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