El Foro Social pide el boicoteo de las empresas que participen en la reconstrucci¨®n de Irak

El Foro Social Mundial, un conglomerado de organizaciones unidas en el combate a la globalizaci¨®n, ha pedido en la ciudad india de Bombay acciones concretas de represalia contra las empresas que participen en la reconstrucci¨®n de Irak, a las que acusan de convertirse en c¨®mplices de la guerra dirigida por Estados Unidos y de la posterior ocupaci¨®n de ese pa¨ªs por fuerzas norteamericanas y por tropas de otros Estados. Algunas de esas empresas podr¨ªan ser en el futuro objeto de un boicoteo por parte de los grupos antiglobalizadores.

Como no pod¨ªa ser de otra manera, la denuncia de la ocupaci¨®n de Irak y las cr¨ªticas a la Administraci¨®n del presidente George Bush han sido lugar com¨²n en la primera cumbre antiglobalizaci¨®n que se celebra despu¨¦s de la guerra. Las pancartas contra el Gobierno norteamericano y los dibujos m¨¢s variopintos con Bush como protagonista abundan en las calles del complejo de la conferencia.

La escritora y activista india Arundhati Roy fue la encargada de proponer que "no nos conformemos con gritar en contra", sino que "actuemos directamente contra las empresas que se benefician". Roy dijo que es necesario reaccionar frente a la indiferencia mostrada por el Gobierno norteamericano ante las protestas de millones de ciudadanos de todo el mundo que se manifestaron contra la guerra. Tambi¨¦n sugiri¨® que el Foro Social Mundial no puede limitarse a repetir sus consignas sin hacer nada para cumplirlas. "En enero del a?o pasado miles de nosotros", manifest¨® la escritora india, "nos reunimos en Porto Alegre para predicar que otro mundo es posible. Unos cuantos kil¨®metros al norte, Bush se reun¨ªa al mismo tiempo en la Casa Blanca para decidir que otro mundo era posible".

La apuesta por medidas concretas no es habitual en el Foro Social Mundial, donde tienen que convivir grupos de ideolog¨ªas y m¨¦todos distintos. Pero el clamor contra la Administraci¨®n Bush se ha convertido en un lazo de uni¨®n inmejorable para las 70.000 personas de 130 pa¨ªses que se re¨²nen en Bombay.

La premio Nobel de la Paz, la iran¨ª Shirin Ebadi, tambi¨¦n critic¨® la pol¨ªtica norteamericana y reclam¨® un trato justo, que a su juicio no se da, para los prisioneros de guerra en Irak y Afganist¨¢n. El diputado laborista brit¨¢nico Jeremy Corbyn, que alcanz¨® notoriedad durante la detenci¨®n de Pinochet en Londres, advirti¨® que "si no nos oponemos a la guerra pronto tendremos otra guerra".

La causa contra la guerra, y especialmente contra Bush, ha unido en Bombay a militantes izquierdistas coreanos que imprimen diariamente el peri¨®dico Bush off (fuera Bush) -en el que se reclaman acciones para que Bush no sea reelegido- con organizaciones de mujeres, activistas palestinos o grupos ecologistas. Casi todo el mundo parece de acuerdo aqu¨ª en se?alar al inquilino de la Casa Blanca como la principal amenaza para la seguridad mundial. Una de las pocas norteamericanas que ha participado como portavoz en una de las sesiones de trabajo, Anuradha Mittal, denunci¨® lo que dijo que eran "amenazas para libertad" en su pa¨ªs y puso al movimiento zapatista de M¨¦xico como ejemplo para la lucha antiglobalizaci¨®n.

Algunos de los grupos m¨¢s moderados del Foro quieren aprovechar esta conferencia para empezar a trabajar junto organizaciones sociales iraqu¨ªes para lograr una r¨¢pida salida de las tropas extranjeras de Irak y una plena democratizaci¨®n de ese pa¨ªs. Varias organizaciones de mujeres y de trabajadores de Afganist¨¢n tambi¨¦n han dejado ver sus pancartas y sus quejas por la presencia de tropas de EE UU en su pa¨ªs y han reclamado "que nos dejen hacerlo a nosotros solos".

Organizaciones musulmanas

En un movimiento tan disperso como este, las cr¨ªticas a EE UU se convierten en un aglutinante capaz de ocultar diferencias profundas en otros terrenos, como el de la religi¨®n. Es dif¨ªcil entender, por ejemplo, la presencia de algunas organizaciones musulmanas en una ciudad como Bombay, que hasta el nombre cambi¨®, en 1996, por el de Mumbay dentro de una ola de nacionalismo hind¨² que a¨²n pervive. Bombay tiene ese nombre desde que la bom bahia fue por primera vez avistada por los navegantes portugueses en el siglo XVII. Su nueva denominaci¨®n no es un regreso al nombre precolonial, sino un homenaje a una divinidad hind¨², parte de un proceso de refundaci¨®n nacionalista que ha afectado a otras ciudades indias, como Calcuta (hoy Kolkata) y Madr¨¢s (hoy Chennai). Estas delicadas tensiones son evitadas por un Foro que est¨¢ conociendo en Asia una realidad casi desconocida hasta ahora. Por ejemplo, la reivindicaci¨®n sobre el T¨ªbet, cuya fuerte presencia en forma de publicaciones y mercader¨ªas prueba un fuerte respaldo financiero, pero que no respaldan muchos otros grupos presentes, m¨¢s pr¨®ximos a China.

Gran parte de la preocupaci¨®n de los organizadores del Foro es la de evitar que algunas de estas nuevas causas desborden el movimiento, que este a?o ya ha hecho algunas rectificaciones, como la renuncia a la ayuda de la Fundaci¨®n Ford, que promueve causas humanitarias en el mundo, pero que hab¨ªa sido considerada sospechosa por algunos participantes.