Alternativa al sistema de habilitaci¨®n
Las primeras pruebas de habilitaci¨®n, que la LOU estableci¨® para el profesorado universitario, parecen estar generando poca satisfacci¨®n, a tenor de las cartas publicadas anteriormente en ¨¦ste y otros peri¨®dicos.
Aparte de que el procedimiento cuesta m¨¢s del doble que el anterior, y la interferencia negativa que ejerce en el proceso productivo de muchos profesores participantes en las pruebas, ya sea en calidad de concursantes o de miembros del tribunal, apart¨¢ndoles durante semanas o meses de sus funciones habituales, hay que a?adir el componente subjetivo que toda elecci¨®n personal lleva consigo, que es mucho m¨¢s importante cuando hay m¨¢s candidatos suficientemente preparados que plazas, como se?ala Javier Tejada (El Pa¨ªs Digital, 12-1-2004), y hace los resultados de las pruebas inaceptables para la mayor¨ªa de los candidatos rechazados.
Preparar estas pruebas puede llevar un a?o, y no pasarlas requiere una enorme dosis de autoestima para no considerarlo un fracaso. Con la proporci¨®n de 10 a uno entre aspirantes y plazas, que se ha producido en muchas ¨¢reas de conocimiento, un profesor podr¨ªa tener que presentarse 10 veces para ser habilitado, si tuviese la fuerza moral suficiente para dedicar 10 a?os de su vida profesional a este fin, y con la repercusi¨®n que eso podr¨ªa tener en su rendimiento, tanto en docencia como en investigaci¨®n.
La existencia de un filtro nacional para la incorporaci¨®n de nuevos profesores a los cuerpos funcionariales, como es la habilitaci¨®n, es completamente necesaria para garantizar la calidad de los mismos. Pero el procedimiento desarrollado por la LOU es demasiado costoso desde todos los puntos de vista. Para intentar paliar muchos de esos costos, propongo el siguiente procedimiento alternativo, que constar¨ªa de tres fases, la primera vez que se aplicase, y de s¨®lo las dos ¨²ltimas en las siguientes ocasiones.
En la primera fase, habr¨ªa que constituir, en cada ¨¢rea de conocimiento, una comisi¨®n para cada cuerpo, integrada por un n¨²mero de miembros del mismo, con la ¨²nica funci¨®n de elaborar un baremo con el que controlar el acceso a ese cuerpo. Una vez se dispusiese del baremo, nunca m¨¢s ser¨ªa necesario reunir comisiones o tribunales.
En la segunda fase se aplicar¨ªa el baremo a todos los miembros del cuerpo, mediante una aplicaci¨®n inform¨¢tica que dispusiese de los curr¨ªcula de los mismos y calculase la puntuaci¨®n obtenida por cada uno. Los pol¨ªticos deber¨ªan decidir a qu¨¦ porcentaje de miembros actuales del cuerpo deber¨ªan superar los candidatos a entrar ¨¦l. Una propuesta razonable ser¨ªa el 25%.
La tercera fase consistir¨ªa en la aplicaci¨®n del mismo baremo a los aspirantes a la habilitaci¨®n, con la misma aplicaci¨®n inform¨¢tica. Todos aquellos candidatos que sobrepasasen el list¨®n previamente establecido (es decir, una puntuaci¨®n superior a la obtenida por el 25% de los profesores pertenecientes al cuerpo) adquirir¨ªan la condici¨®n de habilitados, l¨®gicamente sin limitaci¨®n del n¨²mero de habilitaciones.
Este procedimiento ser¨ªa transparente, ya que cada aspirante podr¨ªa conocer, a priori, cu¨¢l es el list¨®n a superar (la propia aplicaci¨®n inform¨¢tica lo indicar¨ªa) y, por tanto, qu¨¦ m¨¦ritos le faltar¨ªan para conseguir la habilitaci¨®n. Adem¨¢s, la competencia ser¨ªa impersonal, ya que los aspirantes se enfrentar¨ªan a un list¨®n definido por el colectivo al que pretender¨ªan pertenecer, y no entrar¨ªan en confrontaci¨®n directa con sus propios compa?eros de profesi¨®n.
Finalmente, la incorporaci¨®n de nuevos miembros en un cuerpo, con puntuaciones superiores al umbral elegido, inevitablemente har¨ªa subir ¨¦ste, con lo que el procedimiento contribuir¨ªa al mantenimiento de la calidad de los cuerpos funcionariales universitarios.
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