"El PRI no ha aprendido a ser oposici¨®n"
"Hoy, en M¨¦xico, todo est¨¢ relacionado con la sucesi¨®n presidencial", subraya Manuel Bartlett, senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), primera fuerza nacional. En 2006 termina el mandato de Vicente Fox. El senador pide a su partido reglas claras para la nominaci¨®n del candidato presidencial pri¨ªsta. "Si no regulamos ese proceso r¨¢pidamente vamos a entrar en una guerra civil que nos va a hacer llegar a las elecciones sin candidato definido, sin fuerza". El PRI, agrega, no ha aprendido todav¨ªa a ser oposici¨®n.
Bartlett ha sido, entre otros cargos, secretario (ministro) de Gobernaci¨®n, gobernador de Puebla y precandidato presidencial. Lidera la oposici¨®n a la privatizaci¨®n el¨¦ctrica, propuesta por el Gobierno. Denunci¨® ante la Auditor¨ªa Superior de la Federaci¨®n los contratos de servicios m¨²ltiples, que permiten la participaci¨®n de capital privado en determinados proyectos. Uno de ellos, presupuestado en 2.437 millones de d¨®lares, fue ganado por Repsol. "No es una posici¨®n dogm¨¢tica", precisa a EL PA?S. "Hemos estudiado lo que ha pasado en el mundo y el camino es empobrecedor".
Pregunta. ?C¨®mo lleva que le llamen dinosaurio?
Respuesta. El PRI mayoritariamente tiene principios sociales, nacionalistas, que los tecn¨®cratas, entre comillas pri¨ªstas, rechazan. Los que no piensan as¨ª, los que se oponen al neoliberalismo, son dinosaurios del pasado.
P. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en su partido? Su presidente, Roberto Madrazo, y la secretaria general, Elba Esher Gordillo, han re?ido.
R. Primero fue la derrota de 2000,
[la p¨¦rdida de la presidencia de la Rep¨²blica, retenida durante siete decenios], pero el partido avanz¨® en su consolidaci¨®n sin presidente. La ideolog¨ªa hist¨®rica resurgi¨® en una asamblea de 11.000 participantes, y es el partido que gana m¨¢s votos en los ¨²ltimos tres a?os. ?Qu¨¦ ocurre? Pues que el PRI no ha aprendido a ser oposici¨®n.
P. ?Y entonces?
R. Hay quienes, minoritarios, por cierto, han sostenido que el PRI debe colaborar con Fox. ?se fue el discurso de Madrazo y Gordillo: "Hay que apoyar al Gobierno, sacar las reformas que el Gobierno tanto necesita". Y con el mismo lenguaje del foxismo. ?Cu¨¢l es su tesis?: "Como vamos a ganar, no queremos un pa¨ªs hecho pedazos".
P. ?Es mala?
R. Es como si las posiciones de derechas fueran las mismas que las del PRI. No podemos ser el instrumento de la derecha en el Congreso.
P. Madrazo retir¨® su apoyo a la reforma fiscal de Fox.
R. Lo retir¨®, y fue repudiada la conjura entre la maestra Gordillo, algunos gobernadores, con el se?uelo de que les iban a dar dinero, y algunos dirigentes copulares. Consideraron que ten¨ªan la fuerza en el Congreso para sacar la reforma fiscal de la derecha. Pero los diputados pri¨ªstas se negaron a someterse a los dictados de Gordillo, que les exig¨ªa que votaran por una reforma fiscal, por un impuesto, cuando en la plataforma del PRI se dec¨ªa: no al IVA a alimentos y medicinas. Madrazo no supo manejar la conjura.
P. ?Qu¨¦ va a pasar en el PRI?
R. Gordillo tiene que irse, debe de salir de la secretar¨ªa general porque est¨¢ violando los estatutos. Y si se queda tiene que renunciar a su diputaci¨®n.
P. Pero tiene mucha fuerza en el principal sindicato de maestros.
R. Los diputados no son maestros.
P. ?Qu¨¦ papel juega el ex presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)?
R. Est¨¢ detr¨¢s de todo esto. El gran instrumentador de toda esta movilizaci¨®n para apoyar a Fox se llama Salinas de Gortari.
P. ?Cu¨¢les ser¨ªan sus prop¨®sitos?
R. ?l viene aqu¨ª a pactar con Fox asuntos personales y pol¨ªticos. No se nos olvide que el principal privatizador se llama Carlos Salinas de Gortari.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.