Bush en Canossa
El se?or Paul Bremer est¨¢ de gira por diversos despachos en Estados Unidos, de consultas con la Administraci¨®n de Bush y ayer con Kofi Annan en Nueva York, para pedir apoyos a un plan de transici¨®n en Irak que tiene tantas posibilidades de salir adelante como el plan Ibarretxe de ser aplaudido p¨²blicamente por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Hace muchos a?os -ni Bremer ni Bush sabr¨¢n cu¨¢ntos-, en 1076, Enrique IV, sacro emperador romano de la naci¨®n germ¨¢nica, tuvo que ir en penitencia a Canossa para humillarse ante la autoridad del papa Gregorio VII al que hab¨ªa desafiado y despreciado antes. El conocimiento de la historia hace humilde a los estadistas e incluso a los pol¨ªticos. Pero no puede esperarse mucho efecto semejante en la clase pol¨ªtica norteamericana, en la que un ilustrado es James Baker, secretario de Estado con Reagan, que alg¨²n d¨ªa, dicen malas lenguas, confes¨® a un colega europeo que siempre estuvo convencido de que Alejandro Magno y Carlomagno eran familia. Seguramente no es cierto, pero no deja de ser revelador que sea veros¨ªmil.
Ahora la Administraci¨®n norteamericana acude a su peculiar Canossa en Nueva York para pedir a la ONU que la ayude a salir de un profundo atolladero en Irak, donde el plan Bremer de transici¨®n con una asamblea constituyente amenaza con empeorar a¨²n m¨¢s toda la situaci¨®n lo que, a nadie quepa duda, es perfectamente posible. El ayatol¨¢ Al¨ª Sistani, un hombre mucho m¨¢s poderoso que Bremer aunque carezca de ej¨¦rcitos y helic¨®pteros, ha dicho que no al plan y pide elecciones antes del traspaso de poderes a autoridades iraqu¨ªes previsto, en principio, para junio pr¨®ximo. Ayer, volvi¨® a demostrar su poder con una nueva concentraci¨®n de decenas de miles de ciudadanos de Bagdad que exig¨ªan "elecciones ya". Ya lo hicieron el jueves. Y Sistani puede sacar a la poblaci¨®n chi¨ª todos los d¨ªas.
No les falta raz¨®n a Bremer y al propio Kofi Annan -en esto ahora de acuerdo- en que es imposible celebrar unas elecciones m¨ªnimamente correctas de aqu¨ª a tres meses, dada la actual situaci¨®n de inseguridad. Pero habr¨¢n de convencer al chi¨ªsmo de ello, abandonar su plan Bremer y lograr que la ONU entre de nuevo con autoridad en el pa¨ªs, no con el papel del chico de los recados que se le hab¨ªa asignado inicialmente. El Consejo de Gobierno designado por las fuerzas de ocupaci¨®n no tiene ya ninguna posibilidad de adquirir legitimidad ante la poblaci¨®n iraqu¨ª, lo que no es sino una consecuencia m¨¢s de las chapucer¨ªas de los grandes genios de planificaci¨®n de Washington, con su vicepresidente Dick Cheney a la cabeza. Y si ante las elecciones norteamericanas quiz¨¢s Bush podr¨ªa aguantar una guerra terrorista de relativa baja intensidad -500 bolsas de cad¨¢veres repatriados no son tantas cuando se asume la empresa de cambiar el mundo- no sobrevivir¨ªa al intento de reprimir una hostilidad movilizada de la totalidad de la poblaci¨®n chi¨ª. Aqu¨ª s¨ª que surge el fantasma del ba?o de sangre real.
Ninguno de los candidatos dem¨®cratas que acudieron ayer al caucus del Partido Dem¨®crata en Iowa, que abre en la pr¨¢ctica la carrera electoral, parece en principio un rival imbatible para Bush. Salvo cat¨¢strofe como la que r¨¢pidamente se perfilar¨ªa si no se encuentra una base de legitimidad internacional muy amplia en Irak que fortalezca la seguridad al tiempo que fomenta la cooperaci¨®n de todos los pueblos y confesiones. Seguir¨¢ habiendo terrorismo en Irak y fuera de all¨ª. Durante mucho tiempo y en todo caso. Pero con la oposici¨®n activa de la poblaci¨®n chi¨ª, de decenas de miles de hombres, mujeres y ni?os asediando a diario los cuarteles de la fuerza internacional no existe m¨¢s que un pron¨®stico que es la tragedia may¨²scula. Una tragedia que nos afectar¨ªa por cierto a todos, no s¨®lo a las expectativas de Bush a la reelecci¨®n. La direcci¨®n religiosa y pol¨ªtica chi¨ª ha demostrado en los pasados meses mucha cordura. Esperemos que logren transmitirla a quienes ahora tomar¨¢n decisiones en Washington, en la ONU, en la OTAN, entre los l¨ªderes europeos y dem¨¢s actores. Nos va mucho en ello.
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