Italia emprende la gran reforma de Berlusconi para descentralizar el Estado
El Senado debate un proyecto que dota de m¨¢s poderes al primer ministro italiano
El Senado italiano empez¨® ayer a debatir la reforma constitucional m¨¢s profunda desde la ca¨ªda de la monarqu¨ªa. Los objetivos del Gobierno de Silvio Berlusconi consist¨ªan en reforzar el poder ejecutivo y en crear un Estado de tipo m¨¢s o menos federal; ante un proyecto de tanta envergadura, sin embargo, la propia mayor¨ªa conservadora mostraba fisuras y la oposici¨®n rechazaba el texto con la promesa de "combatir hasta el final" por "la unidad de Italia y los principios de la democracia y la libertad". El clima pol¨ªtico, deteriorado por una sucesi¨®n de esc¨¢ndalos financieros y de reveses gubernamentales, parec¨ªa poco propicio para alcanzar un acuerdo que garantizara una Constituci¨®n duradera.
La reforma constitucional, una de las promesas electorales m¨¢s importantes de Berlusconi, contaba en principio con un cierto consenso, centrado en la necesidad de fortalecer el poder ejecutivo y acabar con la cr¨®nica debilidad gubernamental que caracteriz¨® a la Primera Rep¨²blica. La coalici¨®n de centro-izquierda El Olivo ya hac¨ªa referencia a ello en su programa de 1996. La descentralizaci¨®n, llamada inicialmente devolution (siguiendo el modelo de Tony Blair en el Reino Unido) y ahora federalismo en los textos gubernamentales, constitu¨ªa, por el contrario, un foco de conflictos. Flotaba sobre el Senado la impresi¨®n de que Berlusconi se hab¨ªa empe?ado en un cambio hist¨®rico simplemente para satisfacer a la Liga Norte de su aliado Umberto Bossi, y que la reforma estaba muy poco madurada.
El propio Bossi elev¨® la tensi¨®n el pasado fin de semana al exigir que la nueva Constituci¨®n permitiera que las asambleas regionales (ya existentes) pudieran unirse. Su idea era facilitar, en el futuro, la fusi¨®n de las asambleas de Lombard¨ªa, V¨¦neto y Piamonte en un Parlamento del Norte. Alianza Nacional (AN) y Uni¨®n de los Dem¨®crata Cristianos (UDC), los otros dos partidos coaligados con la Forza Italia berlusconiana, se negaron en redondo a permitir esa confederaci¨®n y amenazaron con bloquear todo el proyecto. "Las fugas hacia adelante podr¨ªan acabar rompiendo la propia coalici¨®n de gobierno", advirti¨® AN.
La Conferencia Episcopal tambi¨¦n se pronunci¨® contra las tesis de Bossi. Las reformas institucionales, dijo el cardenal Camillo Ruini, presidente de los obispos italianos, no deb¨ªan vulnerar, "ni siquiera en apariencia, la unidad nacional". Umberto Bossi puntualiz¨® que deseaba "unidad en la diversidad" y que un hipot¨¦tico Parlamento del Norte "no ser¨ªa legislativo, sino consultivo", y record¨® que la Iglesia cat¨®lica hab¨ªa impedido durante siglos la unificaci¨®n de Italia.
Berlusconi, ausente de la vida p¨²blica desde que a fines de a?o se someti¨® a la cirug¨ªa est¨¦tica, tuvo que hacer un uso intensivo del tel¨¦fono para disuadir a Bossi y para calmar a Giancarlo Fini (AN) y Marco Follini (UDC), los aliados en rebeli¨®n contra el federalismo de la Liga Norte.
La oposici¨®n de centro-izquierda, caracterizada por sus conflictos internos y por ocasionales crisis de incoherencia, opt¨® por una oposici¨®n frontal al texto pactado por los partidos en el Gobierno. Margarita, Dem¨®cratas de Izquierda y dem¨¢s partidos opositores afirmaron que el robustecimiento del Ejecutivo mermaba la democracia y, sobre todo, alzaron la bandera de la unidad nacional frente al "secesionismo del norte".
La oposici¨®n intent¨® ayer que el proyecto de reforma fuera devuelto a comisi¨®n, pero el Gobierno obtuvo la mayor¨ªa de los votos y comenzaron los debates en el pleno. El senador que coordinaba a los parlamentarios de centro-izquierda, Franco Bassanini (DS), diseccion¨® el proyecto gubernamental e hizo notar que, entre otros errores y contradicciones, no establec¨ªa con claridad a qui¨¦n corresponder¨ªa en el futuro la competencia en materias como la energ¨ªa, las comunicaciones o las reglamentaciones profesionales.
Seg¨²n Bassanini, la falta de talante negociador y la "obstinaci¨®n irracional" de la mayor¨ªa conservadora hac¨ªan imposible la correcci¨®n de errores y la creaci¨®n de un "consenso imprescindible". "A Italia no le hace ninguna falta una Constituci¨®n que dure pocos a?os y sea preciso cambiar ya en la pr¨®xima legislatura", dijo. Bassanini prometi¨® usar "todos los argumentos racionales" para convencer al Gobierno por la v¨ªa parlamentaria, e hizo un llamamiento a todos los senadores que tuvieran "en el coraz¨®n la unidad de Italia y los principios de democracia y libertad".
M¨¢s poder para el primer ministro
El proyecto de ley de reforma de la Constituci¨®n transforma Italia en un Estado federal y refuerza el poder ejecutivo frente al legislativo.
- Presidente de la Rep¨²blica. Queda como "garante de la Constituci¨®n" y "representante de la unidad federal de la naci¨®n", con poderes simb¨®licos; pierde la facultad de vetar leyes que le parezcan inconstitucionales.
- Primer ministro. El cargo de presidente del Gobierno cambia su nombre por el de primer ministro y adquiere plenos poderes ejecutivos. Podr¨¢ nombrar y cesar a sus ministros (ahora necesita aprobaci¨®n parlamentaria) y anticipar las elecciones generales disolviendo la C¨¢mara de Diputados. Antes de cada elecci¨®n, cada partido deber¨¢ hacer p¨²blico a qui¨¦n piensa votar como primer ministro una vez constituida la C¨¢mara.
- Senado. Se transforma en C¨¢mara de las Regiones e incluir¨¢, como senadores, a los gobernadores de cada regi¨®n. Contar¨¢ con 200 miembros regulares elegidos por sufragio universal en su regi¨®n o entre las colonias de italianos en el extranjero, y con tres senadores vitalicios.
- C¨¢mara de Diputados. Pierde la facultad de derribar al Gobierno con una moci¨®n de censura simple: como en Espa?a, para que caiga el primer ministro deber¨¢ obtener mayor¨ªa parlamentaria un candidato rival.
- Federalismo. Las regiones asumen plenas competencias en materia de sanidad, organizaci¨®n escolar, polic¨ªa local y, en principio, cualquier materia no expresamente reservada al Estado federal.
- Capital federal. La ciudad de Roma tendr¨¢ una forma especial de autonom¨ªa, cuyos t¨¦rminos ser¨¢n establecidos en el futuro estatuto de Lazio, la regi¨®n de que forma parte.
- Tribunal Constitucional. Pasa de 15 a 19 miembros, con un mandato de nueve a?os. Cinco jueces ser¨¢n nombrados por el presidente de la Rep¨²blica, tres por la C¨¢mara, seis por el Senado y cinco por el Tribunal Supremo.
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