El Este amenaza a la industria espa?ola
Las inversiones directas huyen hacia Europa oriental y China en busca de costes salariales y fiscales m¨¢s bajos
Las empresas han empezado a emigrar desde Europa Occidental y EE UU hacia pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Espa?a no es una excepci¨®n. Durante el pr¨®ximo lustro, el 10% del tejido industrial nacional podr¨ªa verse afectado por el fen¨®meno de la deslocalizaci¨®n y traslado de instalaciones a pa¨ªses del Este de Europa y Asia con mayores ventajas salariales, fiscales y administrativas. En algunos sectores como el textil podr¨ªan verse afectados m¨¢s de 72.000 empleos.
El desv¨ªo de las inversiones industriales hacia otros pa¨ªses podr¨ªa afectar al 10% del tejido industrial espa?ol, seg¨²n Comisiones Obreras
La automoci¨®n, electr¨®nica de consumo y tecnolog¨ªas de la informaci¨®n son los sectores m¨¢s afectados
El goteo de empresas que durante los ¨²ltimos tiempos han decidido trasladar sus instalaciones a pa¨ªses que ofrecden m¨¢s ventajas econ¨®micas se ha intensificado estos d¨ªas con el anuncio de Samsung, Novalux, filial de Philips, y Novotex, de cerrar sus plantas en Espa?a. Todav¨ªa est¨¢n abiertas las heridas provocadas por las fugas de inversiones tales como Valeo, Lear, Phillips o Gillette.
El desconcierto se ha extendido entre las autoridades y los trabajadores. En el primer caso, porque no se acierta con las medidas adecuadas para frenar la fuga de empresas que a?os atr¨¢s trajeron inversiones y empleos; en el segundo, por la escasa la escasa informaci¨®n que se facilita desde las empresas que deslocalizan sus plantas de producci¨®n o de ensamblaje. Las huidas de grandes compa?¨ªas como Samsung son la punta de un iceberg que se ampl¨ªa considerablemente con las empresas auxiliares y proveedoras.
La puerta de salida parece cada vez m¨¢s grande. La p¨¦rdida de las inversiones extranjeras directas establecidas en territorio espa?ol puede conducir a la p¨¦rdida del 10% del tejido industrial espa?ol durante el pr¨®ximo lustro, seg¨²n el responsable de acci¨®n sindical de Comisiones Obreras en Catalu?a. En algunos casos, como el textil podr¨ªa suponer, "en el mejor de los casos", una destrucci¨®n de 72.000 empleos hasta 2010, seg¨²n la patronal del sector, Consejo Intertextil Espa?ol, que alenta a sus afiliados a deslocalizar parte de su producci¨®n "preferiblemente en pa¨ªses del Mediterr¨¢neo", para poder competir y reservar para los centros espa?oles las actividades de dise?o, gesti¨®n y comercializaci¨®n.
S¨®lo en Galicia, durante los dos ¨²ltimos a?os, las p¨¦rdidas de empleo en este sector en t¨¦rminos de EPA se sit¨²an en torno a los 10.000 trabajadores. Y el proceso de deslocalizaci¨®n iniciado tambi¨¦n en la industria conservera podr¨ªa dejar en la calle a m¨¢s de 7.000 de los 13.000 empleados en las factor¨ªas gallegas.
Riesgo en Catalu?a
En Catalu?a, las deslocalizaciones industriales afectaron a 3.657 trabajadores en 2003 y en el corto periodo transcurrido de este a?o ya van cerca de 800, junto a la amenaza por parte de Nissan Motor Ib¨¦rica de eliminar otros 900 empleos antes de 2007 para reducir sus costes en un 31%. No hay que perder de vista que durante los pr¨®ximos meses se negocian los convenios colectivos que afectan al 75% de los puestos de trabajo del sector de la automoci¨®n en Espa?a.
Catalu?a va a ser una de las zonas m¨¢s afectadas por las deslocalizaciones, por la mayor presencia en su territorio de los sectores que en estos momentos est¨¢n resultando especialmente afectados por este fen¨®meno: el autom¨®vil, la electr¨®nica de consumo y las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y las comunicaciones.
Esta misma semana se hac¨ªa p¨²blica la decisi¨®n de Kodak de suprimir 15.000 empleos, o lo que es lo mismo, el 23% de su plantilla total. Las razones no son otras que la evoluci¨®n tecnol¨®gica y el importante desarrollo de la tecnolog¨ªa digital en detrimento de las tradicionales emulsiones qu¨ªmicas.
En el caso espa?ol, este gap tecnol¨®gico se trataba de neutralizar en el sector de la electr¨®nica de consumo con dos apuestas de vanguardia: la tercera generaci¨®n de telefon¨ªa m¨®vil -UMTS- y la televisi¨®n digital. Por desgracia, ninguna de las dos han conseguido imponerse comercialmente. Para completar el panorama, las grandes cadenas de distribuci¨®n imponen su ley de grandes compras apretando en los precios o importando directamente de otros pa¨ªses.
?Por qu¨¦ las empresas extranjeras abandonas sus instalaciones espa?olas y huyen hacia pa¨ªses del Este de Europa, como Eslovaquia, Hungr¨ªa y Polonia, o a China? Una primera raz¨®n es que los costes laborales son m¨¢s bajos que en Espa?a, como puede apreciarse en los cuadros adjuntos. Pero hay m¨¢s. A cambio de salarios m¨¢s bajos pueden contratar a trabajadores con un grado de formaci¨®n m¨¢s elevado que en Espa?a. Y los gobiernos de los pa¨ªses del Este tienen todav¨ªa las manos libres para ofrecer ventajas fiscales, energ¨¦ticas, inmobiliarias o de transporte a las empresas que quieran instalarse all¨ª. Por otra parte, est¨¢n m¨¢s cerca de los pa¨ªses con polibilidades de inversi¨®n empresarial y con grandes mercados de consumidores, como Alemania.
La situaci¨®n es semejante a la de hace unas d¨¦cadas cuando pa¨ªses atrasados como Espa?a se beneficiaron de las inversiones internacionales que buscaban menores costes laborales, importantes ayudas administrativas y la proximidad a mercados en crecimiento. Era un modelo de crecimiento fundado en los costes laborales reducidos y baja intensidad tecnol¨®gica y de formaci¨®n humana.
D¨¦ficit tecnol¨®gico
Esta misma semana, el secretario general de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez, denunciaba "la falta de previsi¨®n de las administraciones p¨²blicas y la carencia de una pol¨ªtica industrial que se deber¨ªa recuperar para tratar de impulsar un modelo de desarrollo que potencie los factores productivos basados en el capital humano, las infraestructuras, I+D...". Las inversiones en este ¨²ltimo cap¨ªtulo en Espa?a apenas llegan al 1% del PIB, la mitad que la media de la Uni¨®n Europea, por debajo de algunos pa¨ªses como Chequia, Eslovenia o Hungr¨ªa.
El desplazamiento hacia actividades con mayor valor a?adido y las inversiones en investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n no s¨®lo no nos acercan a los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, sino que incluso alguno de los que se incorporaran a la UE el pr¨®ximo mes de junio est¨¢n tomando iniciativas que suponen un avance en ese sentido. Es el caso de Hungr¨ªa, cuya Administraci¨®n, no conforme con ofrecer el impuesto de sociedades m¨¢s reducido de Europa, 16%, junto a otra serie de ayudas, ha puesto en marcha el One Stock Office System, un organismo espec¨ªfico que trata de atraer a inversores a gran escala hacia sectores de alto contenido tecnol¨®gico y actividades de I+D.
Seg¨²n Mar¨ªa Isabel Prados, miembro del consejo de direcci¨®n del grupo inversor Litexco, "es probable que se desplacen a Hungr¨ªa inversiones en software y otros servicios de alto valor a?adido que deber¨ªan venir a Espa?a". Alemania, Francia, Reino Unido e Italia acaparan el 75% de las actividades de innovaci¨®n tecnol¨®gica de la Uni¨®n Europea, unas actividades que van a desplazarse con mayor intensidad hacia sectores como la biotecnolog¨ªa, inform¨¢tica, medicina... y dejar¨¢n el camino libre en otros ¨¢mbitos para nuevos actores que sepan aprovechar la oportunidad. Espa?a lo tiene crudo.
Empresarios y trabajadores advierten que hay que tomar las medidas necesarias para atajar el problema. Entre ellas, destacan la conveniencia de recuperar un Ministerio de Industria que potencie la capacidad negociadora de la Administraci¨®n frente a decisiones empresariales sobre las que hoy no puede esgrimirse influencia alguna. C¨¢ndido M¨¦ndez cita una experiencia personal vivida hace algunos a?os: tras el anuncio de abandono de sus instalaciones por parte de una multinacional, bastaron 10 minutos de conversaci¨®n con el responsable de Industria para que se diera la vuelta a la situaci¨®n y se potenciaran las inversiones de la compa?¨ªa en Espa?a.
Y como ¨¦ramos pocos..., al fen¨®meno de las deslocalizaciones por razones de eficacia econ¨®mica hay que sumar las que provocar¨¢n las medidas de control de bi¨®xido de carbono con el protocolo de Kyoto como tel¨®n de fondo. En sectores como la siderurgia se ha calculado ya una incidencia en el empleo de 24.000 puestos de trabajo europeos. S¨®lo en Espa?a afectar¨ªa tambi¨¦n a miles de empleados del sector ceramista.
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