La polic¨ªa nacional pierde eficacia contra el narcotr¨¢fico en Valencia

La incautaci¨®n de grandes alijos de droga en la provincia de Valencia por parte de la polic¨ªa nacional ha ca¨ªdo de forma espectacular si se compara con los datos de la d¨¦cada de 1989 a 1999, cuando se produc¨ªan siete operaciones anuales. En dos a?os, este cuerpo s¨®lo ha dado dos grandes golpes al tr¨¢fico de estupefacientes en la provincia, a pesar de ser uno de los grandes puntos de entrada de droga. La reducci¨®n de efectivos de la unidad de lucha contra la droga y el cambio en sus prioridades, m¨¢s centrado en el tr¨¢fico en la calle, ha coincidido con este descenso de la eficacia.

Desde que en 2001 y 2002 se dispararan las tasas de delitos, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han concentrado sus esfuerzos al dictado de estrategias de claro componente pol¨ªtico. Fue precisamente en este periodo cuando se activ¨® la elaboraci¨®n de estad¨ªsticas que, te¨®ricamente, evaluaban la eficacia y permit¨ªan corregir decisiones en tiempo real. El problema es que no todos los delitos se denuncian, y buena parte de los que se consideran m¨¢s graves (los violentos, la acci¨®n de mafias o el tr¨¢fico de estupefaciente) necesitan de un equipo de investigaci¨®n s¨®lido.

El primer balance anual, de 2003, sobre la eficacia de los planes activados contra la inseguridad ciudadana en la provincia de Valencia evidencian un moderado descenso de los delitos que m¨¢s afectan, como precisa el delegado del Gobierno, Juan Cotino, a la calidad de vida de los ciudadanos (robos con intimidaci¨®n, en viviendas, de coches, en coches, en comercios). Pero fuera de esos cinco que se marcaron como prioridad, aunque supongan alrededor del 68% del total, hay otros no menos graves.

Y los datos sobre la actividad delictiva en territorio de la Guardia Civil, recientemente conocidos, arrojan un aumento de esos otros, de los m¨¢s violentos, del contrabando y de la violencia en el ¨¢mbito familiar. En la mayor¨ªa de ellos la denuncia alerta del problema, pero en la actividad de las mafias y en el tr¨¢fico de estupefacientes a gran escala, no. As¨ª, a pesar de que la Comunidad Valenciana est¨¢ reconocida en la Memoria de la Fiscal¨ªa General del Estado como el segundo punto de entrada de hach¨ªs en Espa?a, se han realizado operaciones de cierta relevancia pero no contra entramados importantes. Seg¨²n la Jefatura Superior de Polic¨ªa, en los ¨²ltimos dos a?os s¨®lo se han realizado dos operaciones consideradas de alto nivel en la lucha contra el tr¨¢fico de droga: una en la Malva-rosa, con la incautaci¨®n de 4.000 kilos de coca¨ªna, y otra en la que se desarticul¨® el que fue considerado m¨¢s importante laboratorio de elaboraci¨®n de ¨¦xtasis. Las dos fueron dirigidas desde Madrid. Y todo ello en un contexto en el que nadie -ni la Delegaci¨®n del Gobierno, ni el Ministerio del Interior, la polic¨ªa de Valencia o la Interpol- discute que Valencia es uno de los grandes puntos de entrada y circulaci¨®n de estupefacientes a gran escala.

Uno de los factores que coincide en el tiempo con esta situaci¨®n es el cambio en la direcci¨®n y estructuraci¨®n de la brigada de la que depende la lucha contra el narcotr¨¢fico. La unidad redujo sus efectivos en al menos 15 agentes y adem¨¢s se modificaron sus prioridades. De la investigaci¨®n callada y a largo plazo se pas¨® a la persecuci¨®n del tr¨¢fico de droga en la calle. Ya hace un a?o que el Sindicato Unificado de la Polic¨ªa (SUP) advirti¨® de que algunos de los mejores expertos en la lucha contra el narcotr¨¢fico fueran destinados a redadas de poca trascendencia. Tambi¨¦n se?al¨® a principios de 2003 que la actividad de investigaci¨®n y persecuci¨®n de los grandes operadores hab¨ªa descendido respecto a la d¨¦cada de los noventa. En las provincias de Alicante y Castell¨®n tambi¨¦n se ha reducido el n¨²mero de grandes operaciones antidroga, aunque no tanto como en Valencia.

Fuentes de la fiscal¨ªa antidroga de Valencia reconocen que las relaciones con los responsables de la polic¨ªa en la lucha contra el narcotr¨¢fico no pasan desde hace ya m¨¢s de un a?o por su mejor momento y admiten que ello est¨¢ dificultando el trabajo. Desde la fiscal¨ªa no se tiene la percepci¨®n de que haya bajado la actividad de los que introducen la droga. M¨¢s a¨²n, los especialistas aseguran que las mafias internacionales han perdido el car¨¢cter espec¨ªfico que permit¨ªa identificar sus actividades. El tr¨¢fico de armas se une al de hach¨ªs y a la prostituci¨®n ilegal, y las rutas han perdido su nacionalidad. Esa complejidad no se ha acompa?ado de suficientes recursos humanos y materiales Y ya hay voces, como los sindicatos profesionales y representantes de la judicatura, que hablan de descenso de la eficacia.