Oro silencioso
Erika Villa¨¦cija apunta alto para Atenas tras su triunfo en los Campeonatos de Europa y su segunda mejor marca mundial en los 800 metros
Alejada del foco medi¨¢tico, Erika Villa¨¦cija se ha situado en la ¨¦lite de la nataci¨®n mundial. Como quien no quiere la cosa, gan¨® la medalla de oro en los Campeonatos de Europa en piscina corta (25 metros) el mes pasado, en Dubl¨ªn, y se ha encaramado a la segunda posici¨®n del r¨¢nking mundial de los 800 metros con 8m 18,65s, una marca s¨®lo mejorada por la australiana Elka Graham (8m 17,97s). As¨ª, se ha convertido en una de las grandes bazas espa?olas para los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas 2004, en los que intentar¨¢ competir en los 200, los 400, los 800 y el relevo de 4x200 metros.
De 19 a?os, Erika cuenta que los nervios le jugaron una mala pasada en los Mundiales de Barcelona 2003 y que incluso tuvo que tomarse unas valerianas para dormir. "Nos afect¨® la presi¨®n. Tuve un poco de p¨¢nico", confiesa. Aun as¨ª, bati¨® una vez m¨¢s su r¨¦cord nacional y se qued¨® a un dedo de ser finalista. No pas¨® esa frontera y continu¨® en el discreto segundo plano en el que est¨¢ sumida la nataci¨®n espa?ola. Salvo Nina Jivan¨¦vskaia, de origen ruso, todas se mueven en el anonimato. Se producen escenas con tanto contraste como la del lunes de la semana pasada en el aeropuerto barcelon¨¦s de de El Prat. Erika llegaba con sus compa?eras tras haber batido el r¨¦cord nacional y ganado los 800 metros en la reuni¨®n de Berl¨ªn, valedera para la Copa del Mundo. Si ya tras vencer en los Europeos apenas fue objeto de atenci¨®n por la prensa, tras una prueba as¨ª apenas les esperaban. S¨®lo algunos de sus padres y una representante de la federaci¨®n catalana. Sin embargo, en la terminal contigua se produc¨ªa un tremendo revuelo. Quien regresaba era Nani Roma tras proclamarse el primer espa?ol vencedor del Rally Dakar.
"Erika lo ha hecho todo muy r¨¢pido y tal vez por eso le cuesta creer en sus propias posibilidades. No era f¨¢cil ni estaba previsto que fuera a ganar en los Europeos. Pero ha demostrado que est¨¢ en disposici¨®n de derrotar a las mejores. Por ejemplo, ya se ha impuesto un par de veces en muy poco tiempo a la brit¨¢nica Rebecca Cooke. El objetivo en los Juegos de Atenas es que se clasifique para la final. Una vez en ella, no renunciamos a nada". Joan Fortuny, el entrenador de Erika, es quien as¨ª se expresa. Considera que para lograr esa meta la nadadora de L'Hospitalet (Barcelona) debe mejorar de nuevo su r¨¦cord de Espa?a en piscina larga (50 metros), que es de 8m 36,71s, y acercarse a los 8m 20s. Lo m¨¢s preocupante para Fortuny es que, mientras los alemanes y los brit¨¢nicos tienen casi decididos sus equipos y trabajan exclusivamente para los Juegos, Erika y sus compa?eros deben centrarse en los Campeonatos de Espa?a, en C¨¢diz, en marzo, y los de Europa, en Madrid, en mayo. Las exigencias de este calendario generan, sin duda, un problema de puesta a punto y preparaci¨®n.
No descuida Erika las duras y largas sesiones a las que se somete en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat. A las 7.45 ya est¨¢ nadando. Lo hace durante un par de horas. Apenas con el tiempo justo para desayunar, acude a la Universidad Aut¨®noma de Bellaterra, en la que estudia Psicolog¨ªa. Y a las 16.30 est¨¢ de regreso en el CAR para iniciar la sesi¨®n f¨ªsica, bajo la supervisi¨®n de Manolo Montesinos, seguida por una nueva zambullida hasta las 20.30. Cena, algo de relajaci¨®n y poco m¨¢s. S¨®lo regresa a su domicilio en L'Hospitalet tras la sesi¨®n matinal del s¨¢bado y hasta la noche del domingo.
La medalla de oro en los Europeos le ha infundido una dosis extra de moral. "All¨ª la tengo, en una cajita. Le doy un besito cada d¨ªa", dice Erika, que no oculta su vena supersticiosa. Lleva consigo a todas las competiciones un perrito de peluche, no se cambia el anillo del dedo anular de la mano izquierda y en su bolsillo tiene permanentemente dos piedras: un escarabajo azul de Egipto y un ojo de tigre. Apenas hace tres meses que se sac¨® el carnet de conducir y durante los ¨²ltimos d¨ªas trata de digerir el disgusto que se llev¨® cuando, al regresar de una competici¨®n, se encontr¨® su flamante mini cooper perfectamente aparcado, pero seriamente abollado, sin que el causante de la desgracia se dignara a dejar siquiera un n¨²mero de tel¨¦fono de contacto.
Fortuny, al que muchos nadadores llaman sargento de hierro, es "exigente y duro en la piscina", conviene Erika, y no permite a sus pupilos que est¨¦n fuera del dormitorio m¨¢s tarde de las once de la noche. Sin embargo, ella matiza: "Tiene raz¨®n y acabas d¨¢ndote cuenta de que lo hace todo en beneficio del propio nadador". Erika no tiene problemas con la comida. En ¨¦poca de competici¨®n, su peso ideal est¨¢ entre los 59 y los 60 kilos mientras que en el verano ha llegado a pesar 65. No le supone mayor inconveniente adelgazar y no ha sufrido grandes problemas f¨ªsicos, aunque sus excelentes marcas de las ¨²ltimas semanas las ha obtenido a pesar de que ten¨ªa una peque?a fractura en el sacro.
La propia Erika admite que una de las facetas en las que debe mejorar es en los primeros 200 metros. "Es r¨¢pida, pero no se atreve a salir como podr¨ªa hacerlo. Es un poco reservona", constata Fortuny; "le ha ido todo tan r¨¢pido que no se ha hecho a la idea de que puede ganar a cualquiera. Suele mantener el tir¨®n en los primeros 200 metros y en los ¨²ltimos 100 es posiblemente una de las mejores del mundo".
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