EE UU acepta negociar con la ONU y con los chi¨ªes su plan de transici¨®n para Irak

EE UU ha puesto sobre la mesa de negociaci¨®n todo el calendario y las opciones electorales para el futuro de Irak, salvo un detalle: la fecha para la devoluci¨®n de la soberan¨ªa ha de mantenerse en el 30 de junio. El presidente Bush est¨¢ dispuesto a ceder terreno a la ONU, a devolver protagonismo a pa¨ªses marginados en el proceso, a cambiar el sistema electoral elegido y a modificar los planes para la redacci¨®n de una constituci¨®n, pero se niega a alterar la fecha para la devoluci¨®n de la soberan¨ªa porque no renuncia a hacerla coincidir con el momento clave de la campa?a electoral de Estados Unidos.

En los ¨²ltimos d¨ªas, la Casa Blanca ha recibido presiones de todo tipo para aceptar propuestas alternativas al calendario dise?ado hace meses. Seg¨²n el diario The Washington Post, el Gobierno de EE UU est¨¢ tan resignado a alterar el ciclo previsto que ha redactado ya una lista de posibles cambios al proceso pol¨ªtico establecido para Irak.

El Gobierno del presidente George W. Bush empieza a reconocer que quienes piden elecciones antes de la transferencia de la soberan¨ªa han convertido sus voces en un clamor. Y sabe tambi¨¦n que la estabilidad pol¨ªtica del pa¨ªs necesita dos apoyos que Washington hab¨ªa despreciado hasta ahora: el de Naciones Unidas y el del gran ayatol¨¢ Al¨ª al Sistani, la m¨¢xima autoridad espiritual chi¨ª. S¨®lo la ONU puede dar credibilidad al proceso y s¨®lo el ayatol¨¢ puede lograr que los resultados sean aceptados por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n.

Seg¨²n fuentes del Gobierno de EE UU citadas por The Washington Post, que el plan de Bush dependa del organismo al que dio la espalda y de un l¨ªder religioso que no ha salido de su casa en los ¨²ltimos seis a?os no debe contemplarse como una prueba de la precipitaci¨®n con la que se ha dise?ado el calendario: "Siempre hay diferentes puntos de vista. En cualquier momento dado, se puede pensar que estamos al borde del abismo, pero creo que estamos mejor de lo que est¨¢bamos", asegura un miembro del c¨ªrculo presidencial.

En los contactos de la semana pasada con Naciones Unidas, el Gobierno de EE UU acept¨® someter a negociaci¨®n todo el proceso excepto la fecha del 30 de junio la transferencia de la soberan¨ªa, convertida por la Casa Blanca en el elemento prioritario de la campa?a de George W. Bush para la reelecci¨®n presidencial. "Siempre que se respete ese calendario, est¨¢n dispuestos a escuchar cualquier sugerencia", dijo un alto cargo de la ONU.

Una de las opciones cuenta ya con el apoyo de Adnan Pachachi, presidente de turno del Consejo de Gobierno provisional iraqu¨ª, que desea la expansi¨®n de ese organismo desde los 25 miembros actuales hasta 125, o quiz¨¢ m¨¢s. Esta modificaci¨®n permite dar a los ¨®rganos de Gobierno una mayor representaci¨®n chi¨ª. La maniobra pretende ganarse el apoyo del ayatol¨¢ Al Sistani, que indirectamente ya parece haber indicado su disposici¨®n a aceptar ese arreglo si le permite ejercer un control mayor sobre el proceso electoral.

De momento, EE UU estudia v¨ªas alternativas a la f¨®rmula electoral que culminar¨ªa con el nombramiento del Gobierno de transici¨®n que deber¨¢ asumir la soberan¨ªa. La Casa Blanca hab¨ªa optado por la celebraci¨®n de caucuses similares a los que se llevan a cabo en algunos estados de EE UU. Ese sistema permite obtener un resultado r¨¢pido, pero poco cre¨ªble, porque los delegados territoriales a los que se permite votar dependen directamente del Consejo de Gobierno y componen, de ese modo, un reparto artificial de las mayor¨ªas.

Si el equipo de expertos que Naciones Unidas prev¨¦ enviar a Irak determina que deben celebrarse elecciones inmediatamente, EE UU optar¨ªa por transferir el poder a un Consejo de Gobierno ampliado. Eso salvar¨ªa su obsesi¨®n por dar car¨¢cter hist¨®rico al 30 de junio.

A partir de ah¨ª, las opciones son muchas. La primera pasa por ampliar los caucuses para introducir una mayor representaci¨®n de ciudades y provincias que ahora quedan excluidas del proceso. Otra opci¨®n consistir¨ªa en abrir el proceso electoral a quien quiera participar en ¨¦l, con s¨®lo dos restricciones, por edad y por antecedentes delictivos. Y la tercera culminar¨ªa en elecciones generales abiertas.