La propuesta de Chaves y los dos pisos de Tony Blair
La propuesta de Manuel Chaves sobre la creaci¨®n de un registro de intereses consultable en Internet es un soplo de aire fresco en el irrespirable ambiente de la pol¨ªtica andaluza.
Es bueno conocer, para los que se escandalizan, que ya podemos consultar los registros de intereses de los miembros de las dos c¨¢maras del Parlamento brit¨¢nico con la simple consulta a trav¨¦s de internet (www.parliament.u.k.) pero esa misma tarea deviene una misi¨®n imposible en nuestro pa¨ªs, porque la legislaci¨®n espa?ola es extremadamente pudorosa sobre un tema que exige simplemente transparencia. Este pudor resulta hoy indecoroso.
Con ocasi¨®n de los casos de transfuguismo de los dos diputados madrile?os y el descubrimiento de los numerosos intereses inmobiliarios de altos cargos de la administraci¨®n popular, de diputados y responsables pol¨ªticos madrile?os, Esperanza Aguirre manifestaba que el "sistema hab¨ªa funcionado muy bien hasta la fecha... por ... la declaraci¨®n de bienes que se deposita en un Registro que puede atestiguar cu¨¢l ha sido la evoluci¨®n del patrimonio en caso de que existan fundadas sospechas de un enriquecimiento injustificado durante el tiempo en que se han detentado cargos p¨²blicos". Con el caso del Presidente de la Diputaci¨®n Provincial de Castell¨®n es evidente que el mecanismo previsto hace aguas por todas partes.
La ausencia de controles y la opacidad del sistema en lo que se refiere a representantes pol¨ªticos y altos cargos de la Administraci¨®n es notabil¨ªsimo.
Aqu¨ª nos movemos entre el gesto -loable y bien intencionado- de algunos pol¨ªticos de declaraci¨®n p¨²blica de sus patrimonios y las baladronadas de ocasi¨®n como las del se?or Arenas recordadas en estos d¨ªas.
Es necesario reformar el sistema en su conjunto para dotarlo de eficacia general y lograr el establecimiento de una situaci¨®n de transparencia sometida al libre escrutinio p¨²blico y no con las cautelas y limitaciones presentes que ampara la actual normativa.
Lord Nolan -el primer presidente del Comit¨¦ Brit¨¢nico sobre las normas de conducta para la vida p¨²blica desde 1994 a 1997-, visit¨® C¨¢diz en 1999 ilustr¨¢ndonos sobre los c¨®digos de conducta vigentes en el Reino Unido y al remitir a Blair su primer informe expresaba lapidariamente: "No faltan hombres ni mujeres en este pa¨ªs con las cualidades de integridad y altruismo sobre las que se basa nuestra tradici¨®n de servicios p¨²blicos. Sin embargo los cambios sucedidos en los ¨²ltimos a?os con respecto a las funciones y entornos laborales de pol¨ªticos y funcionarios han causado confusi¨®n acerca de lo que es una conducta aceptable o no. Esto acompa?ado por cierto n¨²mero de incidentes que han recibido mucha publicidad y que indican cierta negligencia en el cumplimiento y la ejecuci¨®n de unas normas estrictas por parte de los involucrados ha contribuido a crear la sospecha generalizada de que los casos de mala conducta son m¨¢s frecuentes que los que se revelan al p¨²blico. A menos que se tomen medidas correctivas en seguida, existe el peligro de que la preocupaci¨®n y la sospecha se transformar¨¢n en desilusi¨®n y en un cinismo creciente".
El origen hab¨ªa estado en que determinados parlamentarios hab¨ªan cobrado dinero a cambio de plantear iniciativas en las C¨¢maras. Algo grave, pero rid¨ªculo con lo visto y o¨ªdo en los ¨²ltimos meses en nuestros pagos (nunca mejor empleada esta palabra).
El peligro que acecha a la todav¨ªa joven democracia espa?ola es que nuestros gobernantes y representantes crean que nuestra trabajosa y zigzagueante transici¨®n -casi engullida hoy por ne¨®fitos, renuentes cuando menos, a aquel proceso- y la afortunada consolidaci¨®n de una democracia infrecuente en nuestro pa¨ªs, nos libera de perfeccionar cada d¨ªa un sistema que hace aguas por demasiadas v¨ªas. Una de ellas es el control de ministros, altos funcionarios, magistrados y jueces, c¨²pula policial y, por supuesto parlamentarios y concejales.
Podemos conocer que Tony Blair tiene dos pisos en alquiler en Bristol. Tambi¨¦n que ha aceptado peque?as invitaciones durante sus vacaciones en Bermudas y en Egipto. Que el ex ministro Robin Cook recibe algunos ingresos extraordinarios por sus colaboraciones en The Independent y por actividades acad¨¦micas y empresariales perfectamente identificadas. Conocemos que el anterior l¨ªder de la oposici¨®n conservadora Duncan Smith se ha servido -y los declara- de numerosos vuelos pagados por distintas empresas -todas reconocibles-, en tanto que el nuevo lider conservador Michael Howard declara una serie de asistencias a conferencias con invitaci¨®n de hotel y viaje tambi¨¦n para su esposa perfectamente detalladas. En cambio, entre nosotros el celo por la privacidad y la ocultaci¨®n de patrimonios mediante sociedades es presentado como mod¨¦lico. Hay demasiado abismo.
Hoy es una necesidad conocer las propiedades, las acciones, los regalos recibidos, las invitaciones, viajes internacionales y los ingresos complementarios o en especie relevantes, porque el que tiene poder y los que administran recursos o toman decisiones sobre asuntos trascendentes o sobre la vida y la hacienda de los dem¨¢s son corruptibles y por tanto son necesarias medidas eficaces de control y una opini¨®n p¨²blica libre. Tenemos que "tomar las mayores precauciones para guardarlos virtuosos mientras se mantengan como fideicomisos p¨²blicos" (Madison/Hamilton). Incluso hasta dos a?os despu¨¦s de haber abandonado las responsabilidades.
Entre lo relatado y el excelente trabajo del Comit¨¦ Hutton, impensable todav¨ªa en nuestro pa¨ªs por su independencia y su rigor en querer aproximarse a la verdad, nos ponemos en nuestro sitio como pa¨ªs. No es el mejor. La permanencia de esos obsoletos registros de intereses con siete llaves, la ausencia de comisiones parlamentarias para examinar la selecci¨®n de los altos cargos y la carencia de comisiones de investigaci¨®n que pretendan, exactamente eso, investigar son buena semilla para la desconfianza en la pol¨ªtica. La regeneraci¨®n democr¨¢tica todav¨ªa espera.
Bienvenida sea pues la iniciativa de Chaves. Ojal¨¢ sea una realidad en tres meses y se extienda a toda la administraci¨®n p¨²blica andaluza para alivio de una legi¨®n de pol¨ªticos honrados y bochorno de los que tengan que abochornarse.
Rafael Rom¨¢n es Portavoz Socialista en el Ayuntamiento de C¨¢diz.
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