Muchachas de uniforme
Me parece curioso que la persona de derecha sea como un solo bloque. Me sorprende en los conversos, que no solamente aceptan una base ideol¨®gica del otro, sino todas: religi¨®n, econom¨ªa, represi¨®n, m¨¢s guardias, modas. Podr¨ªa decirse que una de las caracter¨ªsticas de la escisi¨®n de las dos castas es ¨¦sa: lo duro frente a la izquierda plural. Esperanza Aguirre no es conversa: es de dinast¨ªa y es un bloque muy visible. A los tres d¨ªas de pedir guardias especiales para su comunidad -ley y orden- pide uniformes para los colegios, por la "disciplina", palabra caracter¨ªstica. Esta extrema derecha que se niega a la clonaci¨®n hasta para salvar sus vidas -convencidas de que sus almas valen m¨¢s, ?todas!, sin mirar desde su ¨®ptica que las que van al infierno son ¨ªnfimas como las de los tr¨¢nsfugas y las de quienes gobiernan por v¨ªa de tr¨¢nsfugas- trata de clonar por la v¨ªa del uniforme.
La izquierda siempre estuvo en contra. Desde lejos. Me acuerdo de Muchachas de uniforme, que vi en la, claro, Rep¨²blica: M?dchen in uniform, antinazi y lesbiana: la tragedia de las chicas prusianas (am¨¦ ya, tan chiquitito, a Dorotea Wieck; la directora, Leontine Sagan, tuvo que huir de Hitler: en la Red se encuentran v¨ªdeos de esa pel¨ªcula de 1931); y del Joven T?rless, novela de Musil, 1906, que tuvo que esperar 60 a?os para pasar al cine. Entonces hasta los ni?os odi¨¢bamos el uniforme. Y los padres: nunca lo llev¨¦ de escolar, pero lo tuve que comprar para mis hijos. Y pasear por los grandes almacenes donde cada escuela ten¨ªa los suyos, previa comisi¨®n. Est¨¢ claro que en la Instituci¨®n Libre no hubo jam¨¢s uniformes; durante la Rep¨²blica quedaron para monjas y frailes. Cuando preguntaba al inscribir a un hijo si tendr¨ªa que llevar uniforme el tipo o tipa explicaba que era social: no se distingu¨ªan los ricos de los pobres (?como si admitieran pobres!), y los padres gastaban lo mismo en un traje de calle que en un uniforme. Pero la cuesti¨®n era moral. Y hasta f¨ªsica: eran los colegios del regletazo o el pellizco: pellizco de monja, se dice: debe proporcionar fuerte erotismo, como el azote de fraile. Es un principio de asesinato de la diferencia, de los realces de s¨ª mismos. La individualidad es muy de izquierdas; la uniformidad, muy de derechas.
(Donde vivo hay colegios de monjas. Veo grupitos de ni?as a la salida: en la calle, arrollan las faldas en la cintura para sacar pierna, encienden un cigarrillo y comienzan a decir palabrotas. Viva su libertad).
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