Todos somos emigrantes
Con la manifestaci¨®n del pasado s¨¢bado 17 en Bilbao culmin¨® la campa?a que contra la ¨²ltima reforma de la Ley de Extranjer¨ªa han promovido SOS Racismo y otros movimientos sociales. Ha sido importante expresar en la calle el rechazo a pol¨ªtica y leyes con las que no se est¨¢ de acuerdo. Pero ser¨¢ tambi¨¦n importante llegar a las personas que las defienden con su comprensi¨®n y simpat¨ªa o las sostienen con su pasividad e impotencia, especialmente.
?Qu¨¦ comunicar a esas personas que piensan que necesitamos una Ley de Extranjer¨ªa para las personas extranjeras? Primero, quiero ponerme en su lugar e imaginar porqu¨¦ opinan que sus intereses y los de las personas emigrantes son distintos. Se me hace dif¨ªcil entender esa postura entre personas que han vivido en sus propias carnes la emigraci¨®n y que ahora apoyan este tipo de leyes.
Personas, que, no hace demasiado tiempo, vivieron una guerra civil de la que muchas emigraron, que, desde siempre y hasta ¨¦pocas muy recientes, emigraron del hambre y de la falta de trabajo... Tenemos emigrantes en todas nuestras familias. De hecho, en cierto sentido, todos somos emigrantes.
Sin embargo, tendemos a olvidar esos hechos de nuestra historia m¨¢s reciente. Y as¨ª, en nuestras tertulias, mostramos lo poco que nos gusta la llegada de emigrantes. Yo dir¨ªa que nos asusta: creemos que habr¨¢ m¨¢s paro, mayor delincuencia, m¨¢s problemas... Los gobiernos se aprovechan de esos miedos nuestros para vendernos que viviremos m¨¢s seguros con las leyes que aprueben. As¨ª, nos dicen que las pol¨ªticas a seguir con la emigraci¨®n deben ser las de controlar y expulsar.
As¨ª, ex emigrantes que conseguimos trabajar, tener vivienda, acceder a la salud y la educaci¨®n, ser considerados ciudadanos y ciudadanas... olvidamos que estos nuevos emigrantes buscan lo que un d¨ªa salimos a buscar.
Intento entender esta situaci¨®n: porqu¨¦ nos asustamos, porqu¨¦ creemos necesarias tales leyes para sentirnos m¨¢s seguros.
Es una actitud un tanto hip¨®crita. Exagerando un poco, podr¨ªa imaginar al polic¨ªa que arresta y expulsa haciendo un donativo, al guardia civil que recoge los cad¨¢veres de las costas canarias creando la ONG "Guardias civiles sin fronteras" y al pol¨ªtico hacedor de leyes excluyentes y represoras adoptando una ni?a china...
As¨ª que esta campa?a termin¨®... Bajo la aplicaci¨®n de esta ley, muchas personas ser¨¢n expulsadas a un futuro a¨²n m¨¢s incierto y peligroso que el de su emigraci¨®n; muchas personas ser¨¢n psicol¨®gicamente presionadas a vivir casi en clandestinidad... Por esto, deberemos seguir resistiendo. Y empezar ya a preparar la pr¨®xima campa?a en contra de la pr¨®xima reforma de la Ley de Extranjer¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.