Dimite el presidente de la BBC

La BBC encaj¨® ayer muy mal el informe de lord Hutton, aunque lo acat¨®. La prueba de lo segundo fue la dimisi¨®n de su presidente, Gavyn Davies. La prueba de lo primero, su despedida al Consejo de Gobernadores: "He sido educado en la creencia de que uno no puede elegir a su propio ¨¢rbitro y que las decisiones del ¨¢rbitro son definitivas". Una insinuaci¨®n de que otro juez podr¨ªa haber visto las cosas de otra manera. A esta dimisi¨®n puede sumarse hoy la del director general, Greg Dyke, y quiz¨¢ el jefe de Informativos, Richard Sambrook. Brian Hutton fue implacable con la BBC. Este lord juez reci¨¦n jubilado no crey¨® la versi¨®n de la cadena de que, a pesar de los errores de Andrew Gilligan, el conjunto de la informaci¨®n era correcto y de inter¨¦s p¨²blico.

Para el juez, las acusaciones contra el Gobierno "eran infundadas" y fallaron todos los mecanismos de control previo y seguimiento posterior de las informaciones dudosas. "El sistema editorial de la BBC es defectuoso" porque los editores no controlaron y aprobaron lo que iba a decir Gilligan, sostiene el juez.

Adem¨¢s, la direcci¨®n fue incapaz de investigar debidamente si las quejas del Gobierno estaban justificadas y se ha puesto de manifiesto "un problema en el sistema operativo de direcci¨®n de la BBC al estudiar las quejas sobre las emisiones". "Los gobernadores ten¨ªan que haber hecho investigaciones m¨¢s detalladas sobre hasta qu¨¦ punto las notas de Gilligan respaldaban su informaci¨®n", a?ade. El presidente de la BBC acat¨® esa cr¨ªtica con su dimisi¨®n. Pero, en su comunicado de despedida, Gavyn Davies pone sobre el tapete cuatro dudas que le plantea el informe de Hutton: "?Se reconcilian sus conclusiones sobre el informe de septiembre de 2002 con las evidencias presentadas durante la investigaci¨®n? En su veredicto sobre Gilligan, ?ha tenido lo bastante en cuenta lo que Kelly le dijo a [la periodista de la BBC] Susan Watts? ?Ha tenido en cuenta en sus cr¨ªticas a la BBC los ataques p¨²blicos que recibi¨® durante la guerra? Y, ?al restringir el uso de fuentes an¨®nimas, constituyen sus conclusiones una amenaza para la libertad de la prensa en este pa¨ªs?".

Nada m¨¢s hacerse p¨²blico el veredicto, el primer ministro Tony Blair exigi¨® una rectificaci¨®n. Pero la tuvo s¨®lo a medias. "La BBC acepta que algunas de las alegaciones de Andrew Gilligan en el programa Today el 29 de mayo del a?o pasado eran err¨®neas y nos disculpamos por ello", concedi¨® el director general, Greg Dyke, en una declaraci¨®n. Pero dijo tambi¨¦n que "la informaci¨®n puso de relieve cosas de gran inter¨¦s p¨²blico". "Kelly era una fuente cre¨ªble", a?adi¨®, y "en el caso de que sus denuncias fueran correctas, en una democracia moderna el p¨²blico tiene derecho a conocerlas y la mayor parte de la cobertura de la BBC en ese informe cumpl¨ªa esos requisitos", mantuvo.

Del ¨¢rbol ca¨ªdo, muchos hicieron le?a. El l¨ªder tory, Michael Howard, concluy¨® que el dictamen del juez exige una revisi¨®n de la manera en que se regula la BBC y que su exigencia de que haya un regulador independiente "nunca ha estado tan justificada".

Alastair Campbell, el hombre que inici¨® y ha acabado ganando esta guerra, realiz¨® unas agresivas declaraciones. "El primer ministro dijo la verdad, el Gobierno dijo la verdad, yo dije la verdad. La BBC, desde su presidente y su director general hacia abajo, no dijeron la verdad", declar¨® el ex director de Estrategia de Blair. "Si el p¨²blico supiera la verdad de los pol¨ªticos, se llevar¨ªa una gran sorpresa. Si supiera la verdad de parte de los medios, se quedar¨ªa absolutamente horrorizado", denunci¨®, apocal¨ªptico, este antiguo periodista de la prensa tabloide.

Benevolencia con el Gobierno

Pero la dureza del juez con la BBC y su benevolencia con el Gobierno confundi¨® a muchos. "Me ha sorprendido la ausencia de criticas al Gobierno y en particular al ministro de Defensa, y la dureza contra la BBC. Ha habido un excesivo criticismo contra la pol¨ªtica editorial de la BBC", reconoci¨® Fabian Hamilton, diputado laborista, miembro del Comit¨¦ de Exteriores de los Comunes.

"Desde luego no creo que Downing Street pudiera estar m¨¢s satisfecho si el informe lo hubiera escrito Alastair Campbell", ironiz¨® Michael Portillo, ex ministro de Defensa conservador. Martin Sixsmith, antiguo periodista de la BBC y ex asesor del Gobierno de Blair, se declar¨® "sorprendido por la unilateralidad del informe". "No me refiero desde el punto de vista jur¨ªdico sino por la manera en que el Gobierno ha sido exonerado y el criticismo hacia la BBC pr¨¢cticamente en todas las materias", agreg¨®.