El inspector Kay critica a la CIA en el Senado de EE UU

David Kay, ex jefe de la misi¨®n estadounidense encargada de encontrar las armas de destrucci¨®n masiva de Sadam Husein, volvi¨® a denunciar ayer, esta vez ante un comit¨¦ del Senado, los fallos cometidos por los servicios secretos de EE UU al sobreestimar el arsenal iraqu¨ª. Kay, que con sus revelaciones ha puesto seriamente en apuros al Gobierno del presidente Bush, hizo lo posible por mantenerse fuera de las batallas pol¨ªticas.

Los dem¨®cratas pidieron la apertura de una investigaci¨®n para determinar si se manipularon los datos para justificar la guerra, una propuesta que fue respaldada por el ex inspector. "Nos equivocamos y es algo muy inquietante", dijo Kay ante el Comit¨¦ de Fuerzas Armadas del Senado. "Debemos entender por qu¨¦ nos encontramos con una realidad muy distinta de la que hab¨ªamos previsto", declar¨® el ex inspector que record¨® que antes de la guerra pa¨ªses como Francia y Alemania tambi¨¦n cre¨ªan en el arsenal de Sadam Husein.

Como ya lo hiciera estos ¨²ltimos d¨ªas, Kay centr¨® sus acusaciones en la ineficacia de los expertos de la CIA y evit¨® responsabilizar al Gobierno de Bush de los errores de valoraci¨®n cometidos antes de la guerra. Pero su comparecencia, cuatro d¨ªas despu¨¦s de su dimisi¨®n, se convirti¨® en el objeto de un duro enfrentamiento entre republicanos, que esperaban limitar los da?os, y dem¨®cratas, que pidieron la apertura de una investigaci¨®n para determinar si se manipul¨® la informaci¨®n. Kay respald¨® la petici¨®n. "Conocemos bastante la historia como para saber que organizaciones cerradas y sociedades secretas, religiosas o gubernamentales, tienen mucha dificultad en reformarse a s¨ª mismas, ante el fracaso, sin ayuda externa".

Pese a haberse convertido en una seria amenaza para el Gobierno de Estados Unidos, los republicanos d¨ªficilmente pueden desacreditar al ex responsable. David Kay, ferviente partidario de la guerra, asumi¨® su puesto el pasado mes de junio convencido de que encontrar¨ªa el arsenal de Sadam. Esto le convierte en una baza escurridiza para los dem¨®cratas. Kay no ir¨¢ hasta incriminar a la Casa Blanca.

Ayer en su comparecencia apoy¨® de nuevo el derrocamiento del dictador iraqu¨ª y resalt¨® que las inspecciones, pese a haber cumplido con el 85% de su misi¨®n, deb¨ªan continuar, con m¨¢s medios, bajo el mando de su sustituto, Charles Duelfer.

La teor¨ªa que ha circulado estos ¨²ltimos meses es que el n¨²cleo duro de Bush entre ellos el vicepresidente, Dick Cheney, y el subsecretario de Estado encargado del control de armamentos, John Bolton, marginaron a la CIA del proceso de decisi¨®n porque no aportaba datos suficientemente convicentes contra Sadam. Al tomar su puesto, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, incluso cre¨® su propia unidad de inteligencia militar que operaba independientemente.

Manipulaci¨®n de datos

"No s¨®lo hubo un fallo de los servicios de inteligencia, tambi¨¦n se manipularon los datos para justificar la guerra", declar¨® durante la vista, el senador dem¨®crata Edward Kennedy. Pero Kay refut¨® ayer esta idea. "Se ha dicho que los analistas fueron presionados para adaptarse a los objetivos pol¨ªticos del Gobierno, de ¨¦ste y del anterior. No es buena explicaci¨®n. (...) Casi preferir¨ªa que fuera as¨ª porque ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil de resolver. Pero nos enfrentamos a un problema mucho m¨¢s grande. Por eso me refiero a un fallo fundamental en nuestro sistema de an¨¢lisis al que debemos enfrentarnos".

El ex inspector dej¨® abierta la posibilidad de futuras revelaciones. El pillaje y la destrucci¨®n que ocurrieron justo despu¨¦s de la guerra, "siempre arrojar¨¢n una duda sobre las conclusiones finales" de la misi¨®n, indic¨® el ex responsable.