Una mutaci¨®n m¨¢s maligna del virus 'MyDoom' ataca al sitio de Microsoft
Los expertos avisan de que es un pat¨®geno digital con gran velocidad de propagaci¨®n
El virus MyDoom sigue haciendo estragos en Internet desde que se detect¨® el lunes por la noche. Una mutaci¨®n del mismo empez¨® ayer a diseminarse en la Red, aunque con m¨¢s dificultades. Una diferencia es que mientras el original utiliza el ordenador para lanzar llamadas constantes al sitio en Internet de la empresa SCO, la variante tambi¨¦n dirige su ataque al sitio de Microsoft con la intenci¨®n de saturarlo al no poder sus servidores abastecer la demanda. Otra diferencia, que agrava su peligrosidad, es que algunas versiones de MyDoom.B se activan con s¨®lo abrir el correo que lo alberga sin necesidad de ejecutar el archivo adjunto que porta el virus, como ocurre con la versi¨®n inicial. La tercera novedad es que bloquea el acceso del navegador a algunos sitios de Internet de seguridad y antivirus.
Algunos expertos consideran MyDoom como el pat¨®geno digital que ha demostrado una mayor velocidad de propagaci¨®n en Internet desde que en 1988 se advirtiera la primera infecci¨®n en Internet. Seg¨²n France Press, MyDoom, tambi¨¦n llamado Novarg, puede haber infectado cien millones de correos en sus primeras 36 horas de existencia. La empresa espa?ola Panda calcula que son cuatro millones y medio los correos infectados que ahora circulan. SCO ha ofrecido 250.000 d¨®lares por cualquier informaci¨®n que permita arrestar a su autor.
Una de las consecuencias de la propagaci¨®n masiva del virus es que incrementa el tr¨¢fico en Internet y rebaja su velocidad. El virus usa la lista de direcciones del ordenador infectado para reenviarse a otros destinatarios y as¨ª se enmascara con un remitente conocido. El virus llega al ordenador a trav¨¦s del correo o del programa Kazaa. En el asunto figura un saludo ("hi", "hello") o un aviso de problemas en la administraci¨®n del correo. Siempre en ingl¨¦s. En el mensaje hay dos l¨ªneas con supuestos datos t¨¦cnicos sobre el propio mensaje. Uno de los detalles que ha dificultado a los cortafuegos corporativos impedir su entrada en la red interna es que el archivo adjunto que alberga el virus se presenta a menudo no como un archivo ejecutable -que levanta sospechas-, sino como un zip (popular m¨¦todo de compresi¨®n).
Por otra parte, se ha detectado una mutaci¨®n del virus Mimail que env¨ªa un supuesto mensaje de Microsoft para obtener la tarjeta de cr¨¦dito del cliente de Windows.
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