"No va a dejar de ser negocio nunca"
La f¨¢brica de tabacos de Sevilla resulta tan familiar para Rosario Talavera Rodr¨ªguez como su propia casa. Ahora tendr¨¢ que despedirse de ambas. De la factor¨ªa de cigarros porque Altadis, la propietaria, ha decretado el cierre. Y de su vivienda en Pino Montano porque tendr¨¢ que irse a trabajar a Alicante, donde la empresa recolocar¨¢ a los trabajadores sevillanos que a¨²n no han cumplido los 53 y que desean seguir trabajando.
Nada m¨¢s cumplir los 18 a?os, Rosario Talavera entr¨® a trabajar en la misma f¨¢brica donde estaba empleado su padre. Y en ella se hubiera jubilado de no ser por la decisi¨®n de Altadis de concentrar la producci¨®n en pocas f¨¢bricas. Al igual que el resto del personal -hay alrededor de 240 afectados en Sevilla- batalla cada d¨ªa para evitar el cierre, pero eso no le impide confesar que ya ha tomado la decisi¨®n de irse a Alicante si finalmente no paralizan la extinci¨®n de la hist¨®rica f¨¢brica sevillana, la m¨¢s antigua de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica. A sus 48 a?os, con un marido pensionista parapl¨¦jico, no conf¨ªa en salir adelante con dos a?os de paro y la indemnizaci¨®n que le pudiera corresponder.
Rosario Talavera es una mujer de aire bonach¨®n y conciliador que mantiene incluso ante las campa?as antitabaco que, en ¨²ltimo t¨¦rmino, conducen a la extinci¨®n de la actividad productiva que le ha dado de comer durante 30 a?os. Rosario fum¨® algunos a?os hasta que se qued¨® embarazada y aborreci¨® su sabor.
Asegura que no le importar¨ªa que se prohibiese, pero con la contundencia que le da la experiencia ante las m¨¢quinas empaquetadoras de su f¨¢brica prev¨¦ que "no va a dejar de ser negocio nunca". A pesar de la mayor concienciaci¨®n sobre los da?os en la salud y de las medidas contra su expansi¨®n, la cigarrera se?ala que "no hemos visto nunca la producci¨®n afectada". Las alteraciones que han vivido en sus ritmos de trabajo han sido justo por lo contrario: el verano de 2002 se hartaron de hacer horas extras. "Nosotros no obligamos a nadie a fumar, tampoco con el alcohol se obliga a nadie a beber", dice.
Rosario apela a las personas que enferman de c¨¢ncer de pulm¨®n y otras dolencias respiratorias que jam¨¢s han fumado. "Que a lo mejor te perjudica pues s¨ª, pero matar no mata", sostiene. Y apela a su propia experiencia en hospitales infantiles, donde se ha encontrado ni?os con c¨¢ncer de pulm¨®n, y en su casa. "Mi marido fuma tres paquetes al d¨ªa y a veces le dicen que no lo parece por c¨®mo lo encuentran", explica.
En el interior de la f¨¢brica de tabacos se puede fumar en todos sitios, excepto en los lugares de m¨¢quinas. No hay zonas libres de humos, salvo las que aconseja la seguridad de la maquinaria. De esta factor¨ªa salen las cajetillas de tabaco negro Ducados. "Llegan hojas de tabaco como hojas de acelga y remolacha, que luego se humedecen y se pican en el taller de picado", explica la trabajadora. Sobre la composici¨®n de los pitillos, en entredicho en la demanda de la Junta, sostiene que jam¨¢s ha detectado nada extra?o.
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