C¨®ctel molotov, por Fitur
No, no se refiere el cronista ni al porte ni a la envergadura de Eduardo Zaplana, para sentar plaza en esa tropilla de fortificaciones, que hasta el hombre podr¨ªa desfilar con los galones de cabo de gastadores, sin deslucirla ni menguarla; se refiere el cronista a c¨®mo funde los euros en Fitur, que es tambi¨¦n un espect¨¢culo, una ma?a y un derroche de caudales p¨²blicos, para recibirse de medalla al m¨¦rito tur¨ªstico. Al cronista eso de las medallas a cualquier m¨¦rito o virtud acreditado o graciosamente fantaseado, ni siquiera lo incomodan, siempre y cuando el destinatario se la costee de su bolsillo o se la paguen a escote devotos y deudos. Pero que para colg¨¢rsela, se monte un homenaje de martingalas y 330.000 euros de los impuestos de la ciudadan¨ªa, seg¨²n la candidata de EU al Congreso, por Valencia, Isaura Navarro, se le figura no s¨®lo "inmoral", sino tan audaz como un episodio in¨¦dito y m¨¢s que trasnochado de Curro Jim¨¦nez. Insiste la joven candidata en denunciar una gesti¨®n que ha degradado nuestras costas y que ha sido un desastre en sus propios proyectos personales y emblem¨¢ticos, como Terra M¨ªtica. Esa Terra M¨ªtica que es una cruz junto a la medalla, cuando Francisco Jos¨¦ Lifante candidato de EU, por Alicante, la califica de pelotazo "para beneficiar a una serie de amigos del ministro de Trabajo, con los terrenos colindantes y generar derroche con dinero p¨²blico y una pir¨¢mide a mayor gloria de Zaplana". Muy cr¨ªticos y muy atinados desembarcan los aspirantes de izquierda en estos territorios pringados de porquer¨ªas y trampas, sobre los que ha acampado y rotulado para el mercadeo, durante demasiados a?os, el PP. Pero como Eduardo Zaplana adem¨¢s de titular de una cartera, con freno y marcha atr¨¢s, es cuentacuentos del Gobierno popular, cuando se ve agobiado, nos cuenta el cuento de los barcos buenos y corteses, que encontraron el camino de vuelta, y de los negros que ni se sabe. ?Huy! C¨®mo nos ha pasado la intervenci¨®n preventiva.
Camps ya es otra cosa. Guarda la formas e invita a los socialistas Joan Ignasi Pla y Carmen Alborch, candidata al Congreso, a Fitur, a los actos institucionales de la Comunidad Valenciana, lo que ya es generosidad al lado de la taca?er¨ªa y desprecio que se gastaba Zaplana, con sus adversarios pol¨ªticos, en tales eventos. Pero luego, l¨¢stima, el triunfalismo es una incontinencia contagiosa, y Camps le pega lo suyo a la ret¨®rica y se pone a soltar cosas as¨ª: "Esta comunidad vive en estos momentos una eclosi¨®n (...)". Y es algo que no puede evitar el cronista, pero cuando escucha la palabra eclosi¨®n echa mano a Santa Teresa. Mientras estas bullangas se suced¨ªan, lleg¨® la brutalidad, el viejo estilo del fascismo, de la ultraderecha que vivaquea en algunas posiblemente conocidas galer¨ªas subterr¨¢neas, y arroja su baba contra la sede de EU en Alicante. El PP est¨¢ crispando, tensionando, dividiendo, poni¨¦ndole a la bestia banderillas de un patrioterismo facil¨®n y que se resuelve en violencia. Fue de madrugada y los da?os materiales poco considerables. ?Pero qu¨¦ hay por detr¨¢s y por debajo de esta acci¨®n tan desesperada y deleznable? De una vez por todas, habr¨¢ que colocar los naipes trucados sobre la mesa. Pero ahora, tiene la vez la Delegaci¨®n del Gobierno y la Polic¨ªa. Quedamos a la espera.
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