Siete segundos de gloria

La 38? Super Bowl, la final de la temporada del f¨²tbol americano, se decidi¨® a falta de siete segundos, encumbr¨® la figura del quarterback (organizador del juego) Tom Brady y concedi¨® otra oportunidad de resquebrajar algunos corazones al pateador Adam Vinateri. Los Patriots de New England se llevaron el t¨ªtulo, el segundo en los ¨²ltimos tres a?os, tras un duelo espectacular, tenso y emocionante en el ¨²ltimo cuarto con los Panthers de Carolina (32-29). Brady es ya el quarterback m¨¢s joven con dos t¨ªtulos y se acerca a la figura m¨ªtica de Joe Montana.

El partido fue vibrante, un prodigio de las defensas en la primera mitad y un alarde de los ataques en la recta de llegada. La ¨²nica figura clara, Brady, se consagr¨® en el mejor escenario posible, con otro galard¨®n adem¨¢s como el mejor jugador del partido, y proyecta sus posibilidades, a sus 26 a?os, a la altura de Montana, que se agenci¨® cuatro Super Bowl con los 49ers de San Francisco.

Como guinda de la fiesta m¨¢s grande del a?o en los EE UU, apareci¨® la peripecia personal, llena de met¨¢foras sobre la fragilidad del trayecto entre la gloria y el fracaso, de Vinateri.

En los 27 primeros minutos no hubo ninguna anotaci¨®n; tampoco ning¨²n ensayo en el tercer cuarto. La t¨®nica general sigui¨® un mismo patr¨®n: Brady distribu¨ªa la pelota por todo el campo, regalaba confortables y seguros pases (32 de 48 intentos para ganar 322 metros). A cada uno de sus tres ensayos, con los que los Patriots parec¨ªan al fin distanciarse, el novato quarterback de los Panthers, Jake Delhomme, respond¨ªa con sus ensayos. Uno de ellos de 77 metros, el m¨¢s largo de la historia de la Super Bowl.

Se lleg¨® a los ¨²ltimos minutos sin nada despejado. Y la historia estaba condenada a repetirse. En la semifinal de este a?o, para alcanzar la Super Bowl, el pateador Vinateri, tataranieto del jefe de la banda musical del general George Armstrong Custer en la batalla de Little Big Horn, anot¨® el tanto del triunfo en la pr¨®rroga.