"Sal¨ª con Dean. Me cas¨¦ con Kerry"
El senador de Massachusetts gana en Misuri y Delawere, y Edwards, en Carolina del Sur
John Kerry gan¨® las primarias de Misuri, consideradas las m¨¢s importantes por el n¨²mero de delegados y porque ese Estado representa un laboratorio social de todo Estados Unidos. El senador de Massachusetts, favorito en las encuestas, tambi¨¦n gan¨® en Delaware, seg¨²n las primeras proyecciones de esta madrugada. Los primeros resultados oficiales en Carolina del Sur otorgan la victoria a John Edwards, con un 45%. Era lo esperado, pues es el Estado por el que es senador. En segundo lugar estar¨ªa John Kerry con un 30%. Wesley Clark logr¨® un modesto 8%. Howard Dean, el gran favorito hace un mes, s¨®lo obtuvo el 5%.
"Dated Dean. Married Kerry". ("Sal¨ª con Dean. Me cas¨¦ con Kerry"). En este lema se condensa lo ocurrido en el proceso de selecci¨®n del candidato dem¨®crata que se enfrentar¨¢ a Bush en noviembre. En estas cuatro palabras, que circulan en pegatinas y chapas, se resume la ca¨ªda de uno y el ascenso del otro, un movimiento que las primarias de ayer parec¨ªan destinadas a confirmar. Una nueva encuesta nacional indica que Kerry ganar¨ªa a Bush, 53% frente a 46%. La incierta econom¨ªa e Irak da?an la credibilidad del presidente.
Los medios escrutan a Kerry como a Dean, pero la marea est¨¢ a su favor
Dean fue el timbre de alarma que despert¨® a los dem¨®cratas en 2003, cuando el eco del 11-S y el estruendo de la guerra les atenazaban. Irrumpi¨® en la direcci¨®n afirmando que era "el representante del ala dem¨®crata del Partido Dem¨®crata" y les increp¨® "por no levantarse contra Bush y la guerra unilateral". Luego llam¨® "cucarachas de Washington" a Edwards y a Kerry. Su ret¨®rica inflam¨®: Dean era imparable. Su jefe de campa?a, reci¨¦n despedido, Joe Trippi, le mont¨® una red de voluntarios y de peque?as donaciones a trav¨¦s de Internet. Pero el dinero se derroch¨®, igual que el entusiasmo.
?Por qu¨¦ todo se vino abajo? Porque los dem¨®cratas, ya despiertos en la pasi¨®n de echar a Bush, pasaron de so?arlo a creer que esto era posible. Y en alg¨²n momento entre la detenci¨®n de Sadam, el 13 de diciembre, y las primarias de Iowa, el 19 de enero, empezaron a pensar que Dean no era adecuado.
Jeanette Leehr, fundadora de HarmoniAmerica, una ONG de ayuda al desarrollo, invent¨® en septiembre el lema: "Sal¨ª con Dean. Me cas¨¦ con Kerry": "Cuando Dean empez¨® a atraer la atenci¨®n, intent¨¦ averiguar por qu¨¦ era tan atractivo", dice. "Y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que a la gente le encantaba lo fogoso de su mensaje. Era decidido, impetuoso, hablaba de forma sencilla contra la guerra, contra Washington, contra Bush... Pero, despu¨¦s de vivir con Dean en los medios y conocer m¨¢s cosas de su historial, me pareci¨® que no ten¨ªa la experiencia, el juicio y el porte de un presidente. Fascinar es una cosa; afrontar el reto de cuatro a?os en la Casa Blanca, otra". Lo dem¨¢s fue r¨¢pido: "Un d¨ªa, la frase me vino a la cabeza. Es un poco tonta, pero eficaz, y pens¨¦ que podr¨ªa ser ¨²til para que la gente mirara m¨¢s de cerca a Kerry antes de tomar una decisi¨®n". En el matrimonio, explica Leehr, "se intenta elegir a alguien que aguante lo bueno y lo malo". Kerry se ajusta a esa imagen, seg¨²n ella, mientras que Dean "es una estrella brillante, pero es inconstante e irreverente".
A pesar de los reveses, la pasi¨®n no se ha apagado del todo, a juzgar por testimonios en Internet como el de Christina: "Ser¨ªa m¨¢s exacto decir 'Sal¨ª con Dean y me conform¨¦ con Kerry". Pero el realismo arrasa. Esto es lo que escribe Leah Duran, de la Universidad de Brown: "Estuve a punto de alistarme como voluntaria de Dean, compart¨ªa sus ideas, su pasi¨®n, pero empec¨¦ a o¨ªr a amigos republicanos deseando que ganara las primarias. Luego vi los sondeos. As¨ª que me lo pens¨¦ y me hice voluntaria de Kerry".
?Por qu¨¦ Dean no se dio cuenta de todo esto? E. J. Dionne lo resume bien en The Washington Post: "El buen doctor respondi¨® y se fue hacia arriba. Con lo que no cont¨® es con que los candidatos dem¨®cratas son especies que aprenden y que cambian. Igual ocurre con los votantes. Satisfechos de que todos los candidatos estuvieran por fin enfadados con Bush, los dem¨®cratas han empezado a buscar a alguien que le pueda ganar. Y ah¨ª es donde Dean fall¨®: mientras el mundo giraba a su alrededor, ¨¦l cre¨ªa que segu¨ªamos en el a?o pasado".
A¨²n quedan muchas primarias: ahora que Kerry es el favorito, los medios le someten al mismo escrutinio que a Dean y podr¨ªa cometer errores. Pero la marea est¨¢ a su favor, y tambi¨¦n la historia: el candidato que ha ganado en Iowa y New Hampshire siempre ha conseguido la nominaci¨®n. Dentro de muy poco se sabr¨¢ si Kerry es la regla o la excepci¨®n. Y si Dean va a quedarse definitivamente compuesto y sin novia.
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