Libertad de expresi¨®n
Es curioso. Hace no mucho hac¨ªamos un repaso del periodismo espa?ol de la Transici¨®n para aqu¨ª. Conven¨ªamos en que hubo un primer momento de periodismo militante coincidiendo con los momentos ¨¢lgidos y m¨¢s conflictivos de la Transici¨®n. La prensa se volcaba con la democracia. Posteriormente, se implant¨® un periodismo m¨¢s profesional y de calidad. La democracia se hab¨ªa instituido y se trataba de homologar nuestros medios a la prensa internacional. Esto se logr¨® con creces entre los medios punteros. No hay sino verlo. Hoy es el dispositivo cultural, junto con sectores de la literatura, que mejor se ha situado en el panorama internacional (lo que no han logrado las ciencias puras y las t¨¦cnicas o las ciencias hist¨®ricas y sociales; tampoco las esc¨¦nicas, y m¨ªnimamente las cinematogr¨¢ficas; otra cosa son las artes pl¨¢sticas). En los ¨²ltimos a?os sin embargo, conven¨ªamos entre nosotros, estos medios hab¨ªan derivado hacia una prensa de opini¨®n: cada firma editorializa de acuerdo a una cultura pol¨ªtica. La verdad era partidaria, lo que, seg¨²n los maestros, no es ning¨²n disparate. Era ya la normalidad democr¨¢tica, aunque pens¨¢ramos, francamente, que se debieran recuperar elementos de la anterior ¨¦poca profesional e independiente. (Dicen los maestros que debe diferenciarse entre verdad y manipulaci¨®n.) En todo esto conven¨ªamos hace no mucho; naturalmente, quedaban fueran de consideraci¨®n los medios oficiales como TVE y EITB.
Pero todo eso no reg¨ªa -ni rige- para Euskadi. En nuestro paisito, el periodismo sigue militando como en los mejores tiempos. Con nuestras contradicciones, es cierto, pero debe militar o desaparecer. Aqu¨ª a¨²n tiene mucho sentido reivindicar la libertad de expresi¨®n. Por un lado, se debe hacer prensa de calidad y tambi¨¦n de opini¨®n. Pero aqu¨ª el periodista milita con la democracia. En esa trinchera de papel, tan d¨¦bil, estamos muchos. No hay sino ver reportajes, informes y art¨ªculos de opini¨®n en la prensa independiente y se ver¨¢ la diferencia con un periodismo en libertad. Si en otras partes se analiza, aqu¨ª se posiciona uno; si se disecciona la realidad, en Euskadi el periodista es desgraciadamente parte de la realidad misma. La raz¨®n ha de ceder a la emoci¨®n, y la emoci¨®n al an¨¢lisis claro, inmisericorde, contra los huracanes destructivos de la historia como dir¨ªa Walther Benjamin. El periodista es actor y v¨ªctima. Y, por suerte, no se conforma con su papel en la historia, y replica.
El periodista, s¨ª ?Y el actor? ?Han estado los actores a la altura de aquellos que hicieron una huelga contra franquismo ag¨®nico y vengativo? No, no lo creo. Los asesinatos y la violencia de persecuci¨®n han sido implacables de un tiempo aqu¨ª en el Pa¨ªs Vasco. Y tan s¨®lo periodistas e intelectuales han levantado la voz contra ello. Ni actores ni escritores ni m¨²sicos, gente con voz p¨²blica, han dado la talla. Han preferido cuidar de sus pobres mercados. Esto ha sido as¨ª.
El ¨²ltimo espect¨¢culo lo han dado con la edici¨®n de los premios Goya. Han vuelto a fallar al esp¨ªritu de la libertad de expresi¨®n (como en San Sebasti¨¢n, como cada d¨ªa). Es f¨¢cil decir "No a la guerra", y est¨¢ bien. Pero, acostumbrados a otra cosa, acostumbrados a cierta militancia activa por la libertad, no nos valen gestos inocuos; queremos un compromiso aut¨¦ntico (de eso hay tambi¨¦n en el mundo del cine y el espect¨¢culo, pero es minor¨ªa). La ¨²ltima actuaci¨®n de la Academia del Cine es un homenaje a la miseria moral (por la libertad de expresi¨®n y contra toda violencia). Irak-Pa¨ªs Vasco, sabemos de qu¨¦ hablamos. Entiendo el dilema. Medem no puede ser impedido a expresarse. Pero deb¨ªa haberse buscado una manera, un modo de, sin tocar los derechos del autor, expresar, este a?o s¨ª, un categ¨®rico "no" a ETA.
Siendo esto as¨ª, el comportamiento de nuestros compa?eros de trinchera de papel (y de sangre) en la gala de los Goya resulta insoportable. Comienza a incrustarse entre nosotros cierto fundamentalismo que nos desautoriza. Las im¨¢genes y las voces hablan por s¨ª. Convendr¨ªa que nuestras asociaciones de defensa c¨ªvica volvieran a su papel, que no se convirtieran en huestes agresivas contra los "pusil¨¢nimes" y otras categor¨ªas. El hero¨ªsmo y la defensa de la democracia debe ser espont¨¢nea y genuina. Tambi¨¦n para la Academia del Cine. Debe, naturalmente, ser fruto de la libertad de expresi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.