Josep Abril y Crist¨®bal Vidal apuestan con contundencia por la falda masculina

La tercera jornada de la Pasarela Gaud¨ª no tuvo el empuje de las dos iniciales, a pesar del prometedor comienzo con el vigu¨¦s Crist¨®bal Vidal y su contundente apuesta por la falda masculina. La moda de hombre domin¨® la jornada, y as¨ª la mostraron Konrad Muhr a ritmo de m¨²sica electr¨®nica y los portugueses con los desfiles mixtos de Miguel Vieira y Mar¨ªa Gambina, primero, y de Nuno Gama, despu¨¦s. La decisi¨®n cosmopolita de Josep Abril se dej¨® sentir en su sobria colecci¨®n llena de inventiva (tambi¨¦n mostr¨® dos faldas para el hombre), y cerr¨® la jornada Mireia Ruiz.

Anteayer hab¨ªa cerrado Hannibal Laguna, un talento que se dispersa en medio de su sentido del lujo. No se puede dudar del talento de Laguna; el problema est¨¢ en la conducci¨®n de su energ¨ªa e ideas dentro de los par¨¢metros de una colecci¨®n de pr¨ºt-¨¤-porter.

Crist¨®bal Vidal abri¨® ayer los desfiles con un grupo de faldas masculinas largas hasta los pies (alguna de raya diplom¨¢tica) y calzados con botas r¨²sticas de la tierra. Tambi¨¦n hubo faldas por debajo de la rodilla compensadas con chaquetas de botonadura lateral. Cada cuatro hombres, Vidal sac¨® una mujer, y esa ropa fue tambi¨¦n espl¨¦ndida y personal en blanco y negro. Es el vigu¨¦s siempre teatral, pero con una filosof¨ªa del vestir que pasa por la herencia de la buena sastrer¨ªa. La idea del encaje para el m¨²sculo del var¨®n es atrevida, pero eficaz. Todo lo contrario fue Nekane Le Frik, con un instinto cirquero que no se puede calificar de moda como tal. Su performance no casa con una pasarela comercial seria, y aquello no pas¨® de la broma carnavalesca y del reciclado de rastrillo. Costar¨¢ olvidar el trauma del madro?o.

Con un DJ

en medio de la pasarela y bajo la din¨¢mica del house, Konrad Muhr ofreci¨® su moda de denim evolucionado y anticolores mezclados con colores vivos. Muy trabajado el pantal¨®n con bolsillos aplicados en superficie y las camisas decoradas. Detalles como la capucha franciscana para la mujer, coderas con lentejuelas y pata de gallo para el hombre, y subversiones caprichosas en costuras, entalles y cortes, son sus acentos dentro de una ropa muy llevable, pero salida con gusto de los est¨¢ndares.

Nuria Mora viaja hacia atr¨¢s hasta detenerse en el siglo XVIII franc¨¦s, con pelucas empolvadas, y una gama de tejidos t¨¦ncel, desde los transparentes al terciopelo. No se traicion¨® e intent¨®, sin lograrlo, mantener el aura de romanticismo que la caracteriza. Pantalones pirata y con lacer¨ªa lateral, levitas sobre integrales de encaje con colores c¨¢lidos y el oro. Estuvo en este desfile Artur Mas, presidente del grupo de CiU en el Parlamento catal¨¢n. El dirigente de ERC, Josep Llu¨ªs Carod Rovira, madrug¨® tambi¨¦n y estuvo en el pase de Muhr.

Josep Abril mostr¨® por la tarde, con un marcado acento canalla, su maduraci¨®n y sus nexos con la moda europea m¨¢s actual, sin eludir el ¨¢mbito est¨¦tico de Amberes, jugando con la superposici¨®n de prendas y con una cierta anarqu¨ªa controlada por la gama oscura, el envejecimiento y la sobriedad de l¨ªneas. Abril, que dibuja pata de gallo sobre lana fr¨ªa y sedas, y hace juegos de luz con pintura reflectante sobre las camisas, camisetas y jers¨¦is, tambi¨¦n apost¨® con acierto por la falda de hombre.

Desembarco luso

La moda portuguesa tuvo su d¨ªa con tres desfiles. Primero fue el compartido por Miguel Vieira y Maria Gambina, que hicieron pases mixtos de hombre y mujer, y despu¨¦s, Nuno Gama fue s¨®lo masculino, y, como ocurre tradicionalmente, ¨¦ste es el m¨¢s s¨®lido segmento de la producci¨®n lusa.

Gambina present¨® en sus hombres jers¨¦is ligeros, trajes convencionales en lana fr¨ªa y unas buenas cazadoras de vinilo negro. Para la mujer, se empe?¨® en las tiras de fieltro y en unas complejas e inc¨®modas faldas de peque?as c¨¦lulas de tejido. Vieira fue agresivo desde el inicio, con el uso del negro y del azul noche en levitas y americanas estrechas. Sus mujeres eran sensuales y sus hombres, algo as¨ª como macarras con brillos urbanos.

Nuno Gama, el mejor, tiene en cuenta el viento y la lluvia para concebir una colecci¨®n sin centro tem¨¢tico y que resume todas sus l¨ªneas: piel, marroquiner¨ªa, urban & casual wear (tocando el technodress), calzado, sastrer¨ªa y hasta ropa interior. La ropa es varonil, pero muy estilizada, de excelente factura y nobleza material. Sus trajes (cl¨¢sicos o algunos cruzados a lo borsalino) ofrecen una confecci¨®n a la italiana, sentando naturalmente sobre la figura del modelo. Hay que citar sus trencas con cuello de zorro, americanas de pana estampada, los cuadros irlandeses manipulados y las zapatillas de deporte en colores brillantes: todo un ejercicio de potencia e industria.